Capítulo 22

1.8K 296 4
                                    

Nos saqué justo antes del hospital y entré corriendo con el chico en una plataforma de piedra.

-Tiene una inyección de veneno desconocido, necesitamos a Lady Tsunade -le avisé a una enfermera en tanto llegué.

-De inmediato Lord Hokage -respondió para luego irse con Sasuke en una camilla.

Después de unos minutos esperando salió tía Nade con Shizune.

-Entonces... -llamó mi atención.

-¿Qué pasa abuela? -cuestionó Naruto.

Sabía exactamente a lo que se refería. Saku tenía razón, debía seguir mi propio consejo.

-Lo haré -respondí.

-Bien, la operación no tardará mucho, pero te necesito para prepararte media hora antes. Deberás estar aquí a las 20:00, dentro de cuatro horas y media. Una vez acabe mi recorrido y trabajo -explicó -Sakura, confío en que le avisarás a tiempo.

Mi amiga me abrazo. Dejando atrás a un confundido energético fuí hasta la torre Hokage y le pedí que me escribiera una carta para Gaara informándole de mi decisión.

Tengo miedo, debo ser valiente, pero eso no significa estar solo.

Mandé a un cazador ambu a entregar la carta, son cuatro horas de viaje a pie ida y vuelta, eso deja 20 minutos de sobra.

Ahora lo difícil, tratar de calmarme.

Si iba a ayudar a Tía Nade con el papeleo tengo que informarme.

Nos encerramos en la biblioteca de los Hokages, dónde está cada información de cada ninja de la aldea.

Comenzamos con los primeros en graduarse en servicio.

La lista fue increíblemente larga, pero ya nos habíamos comido casi cuatro horas.

Con los recientes gennin eran la mayoría cosas deducibles o que ya sabía, algunas a las que les tendré que prestar atención más adelante, otras que explican las actitudes de los individuos como Naruto y Neji.

Al menos fue así hasta Sasuke. Eso va a ser un problema, es sumamente susceptible a irse con cualquiera que le ayude a fortalecerse y con Orochimaru teniendo el ojo puesto en él... No es muy buena señal. También, por los registros de servicio de su hermano, le prestaba poca atención. Ahora entiendo mejor porqué tiene una actitud arrogante de vez en cuando, necesita sentirse superior. Es un ninja renegado esperando por escapar básicamente.

Su obsesión, como escribió Kakashi, con la venganza no va a ser bueno. Él ya no es parte de la aldea casi.

Suspiré y me paré para abrirle al Kazekage que acababa de llegar, aún no toca, pero no es necesario.

-Ho... -le iba a saludar, pero me abrazó rápidamente con fuerza.

-Vine en tanto recibí la carta -comentó.

-Gracias -le correspondí el abrazo con una lágrima loca.

-Estarás bien, me voy a asegurar de eso -declaró acariciando mi mejilla.

Le sonreí, sabía que él no tenía eso en su poder, pero es lindo pensarlo.

-Consigan una habitación -llegó Kankuro -se vieron hace solo unas horas.

-Es un gusto volver a encontrarnos también Kankuro -le abracé.

-Quedan solo unos minutos, será mejor que nos vayamos ahora -avisó mi segunda al mando -Lord Kazekage, Kankuro. Si gustan pueden acompañarnos.

Así comenzamos el temeroso camino al hospital por mi primera operación conciente.

En el camino nos encontramos con el grupo Ino-Shika-Chō y luego de una pequeña charla comenzaron a seguirnos a la distancia como si no lo notara.

Una vez llegamos notamos que Naruto se había quedado dormido. Iba a despertarlo, pero la quinta me llamó hacia un cuarto. Gaara se despidió con un abrazo y un beso en la mejilla como muestra de su apoyo.

-Te quedarás aquí un par de días, es la habitación 65 -explicó -Tienes prohibido frotarte los ojos por tres semanas, vas a tener que usar gafas de sol para acostumbrarte a la luz por un tiempo. No puede entrar nada a los ojos y tampoco debes realizar actividades físicas. Eso quiere decir que nada de elementos control. Y nada de aguas termales durante tres semanas, ¿Está claro?

-Sí Tía Nade -respondí.

-Estoy también lo van a saber Sakura y Shizune para ver qué lo cumplas -me tomó los párpados y les puso algo -ahora te voy a sedar, estarás semiconciente un tiempo -me abrazó antes de inyectarme algo.

Los siguientes minutos fueron alguno divertido, no era capaz de entender lo que pasaba completamente, pero tampoco estaba asustado por ello.

En todo el lío de sonidos en mi cabeza pude sentir algo un poco más brillante.

Era... ¿Borroso? Creo que esa es la palabra correcta. Tenía algo en los ojos.

Escuché el sonido de una puerta abriéndose y pude ver una mancha rara abrazarme y estrujarme.

-¡Te dije que estarías bien! -gritó la mancha de alegría, pero aún no era capaz de procesar todo bien -es un alivio.

¿Ya terminó?

Habían muchas manchas diferentes me llamaba mucho la atención.

-¡Tn! -esta voz la conozco, pero no sé de dónde.

Otra mancha me agarró la cara, traté de inclinarme y acercarme para tratar de diferenciarla a falta de mi sentido sísmico.

Topé con algo y hubo un gran grito.

Que gracioso, parece una alarma, lo volví a hacer y se volvió a escuchar un grito, yo solo me reí.

Alguien me tomó el brazo entre todo ese ruido.

-Será mejor que se vayan todos y dejen a Tn descansar -el ruido se alejó -usted también Lord Kazekage.

-Descansa -esta voz sí la reconozco, es la flor.

Era algo gracioso, al final no pasó nada y estaba muerto de miedo.

No sé cuándo me dormí, pero al despertar me podía ver algo más parecido a mi sentido sísmico, pero brillante, muy brillante a pesar de los lentes que traía puesto.

-No hice la cirugía riesgosa -escuché para ver a una señora aún algo borrosa al lado mío. Supongo que tía Nade por su voz.

-¿Qué? -pregunté aún confundido.

-Logré revertir lo que hicieron tus madres, pero no tuve las agallas para tratar de corregir tus pupilas. Lo lamento, pero era algo muy riesgoso y me dió miedo que murieras por mi culpa, no quería perder a alguien más -confesó.

La acerqué y le dí un abrazo.

-Está más que bien, gracias.

Una luz de esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora