Capítulo 29

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Las manos le sudaban con nerviosismo, todo el camino en el ascensor fué silencioso y vacío, sorpresivamente no se encontró con nadie en todo el trayecto. Sin embargo eso le daba un poco de tranquilidad, que nadie la viera, le ahorraría más problemas sin duda

El ascensor finalmente llegó al piso deseado abriendo sus puertas con lentitud, al revisar el pasillo notó que se hallaba muy tranquilo también. Perfecto

Con pasos aparentemente decididos caminó hasta la suite de Ranma. Aparentemente porque estaba claro que no podía calmar sus nervios sabiendo que iba a buscarlo "a escondidas" sin haberle dicho a nadie sus planes de antemano. Sin embargo, aunque era un enorme riesgo sería más catastrófico si él realmente renunciaba a la competencia., el tiempo fué esencial. Además, estaba un poco harta de agachar la cabeza con todo el asunto ¿Por qué debería ella sentirse tan abatida por cosas del pasado de todos modos? No es como si ella hubiera elegido su compromiso en la juventud, ni mucho menos que Ranma volviera tan repentinamente

Ese no era su problema, solamente debía ser responsable por el hotel, no por las casualidades que repentinamente ocurrieron a su alrededor. La verdad sería descubierta tarde o temprano, de eso estaba segura

Pensando hasta ahí, su resolución creció de forma considerable, endureciendo su corazón, se armó de valor tocando la puerta al fin. No obstante, se perdió de un par de ojos astutos que la miraban a la distancia con un brillo de risa antes de alejarse

Dentro de la habitación, Ranma contemplaba la hoja entre sus manos, era una carta de estipulación de descargo por derechos legales donde lo ponían prácticamente a él como el único culpable del malentendido alrededor del hotel Route-Inn y sus empleados. Los abogados del establecimiento ya habían hecho un movimiento con respecto a los artículos amarillistas que lo dejaron perplejo

Kyoko había investigado su pasado y lo había vendido a uno de sus contrincantes en la pelea quien a su vez lo distribuyó por Internet. De esta manera, no había forma de detectar a un único responsable por difundir la información a partir de ese punto y aunque había dos nombres implicados, las acciones legales tardarían en surtir efecto mientras se presentaba un caso formal en los tribunales. Por lo tanto, el hotel había tomado la iniciativa de buscarlo para que no hiciera el problema más grande. Hace unos minutos, su el gerente del recinto estuvo aquí para hacerle un amable recordatorio y entregarle una copia de este documento, que en cualquier momento podría ser aprobado legalmente poniendo en vigor la norma para hacerlo el total responsable

¿La razón por la que no refutó las acciones parciales del dueño?

En su corazón, él sabía la única verdad. La verdad que era coincidente con los rumores. En realidad él sólo entró al torneo para poder ver a Akane y le podía la conciencia culpable, si tan solo no hubiera actuado tan arbitrario podría evitar todo el problema para empezar. De esa manera, no de atrevió a refutar el golpe bajo que le dió Hiroshi

Repentinamente, los toquidos en su puerta lo alarmaron aununciando a un visitante. Con extrañeza se dirigió a la puerta abriendo sin pensarlo mucho, no tenía cabeza para considerar tantas cosas; y, sin embargo, fué esa misma acción lo que desterró cualquier otro pensamiento de su cabeza para remplazarlo por la sorpresa —Akane— susurró desconcertado ¿Estaba aquí ella para...?

—¿Podemos hablar?— pidió controlando su semblante. Aunque su convicción la hizo valiente, todavía no quería involucrarse con Ranma tan íntimamente, después de todo, aunque la situación del hotel era prioritaria, su pasado desagradable no podía ser borrado o ignorado con facilidad. De ser así, hubiera tenido menos de qué preocuparse

Él se sintió desconcertado pero accedió sin dudarlo —Claro, adelante— que lo viniera a buscar hasta aquí en lugar de convocarlo significaba que esta reunión no era tan simple. Una vez dentro preguntó amable —¿Quieres un café?

Akane se negó rápidamente, sólo diría su pieza y se marcharía de inmediato —No hace falta, en realidad, quería hablar contigo de un asunto urgente— empezó sin darle oportunidad para que la interrumpiera, al ver lo impetuosa que era, el azabache la dejó continuar mientras le ofrecía tomar asiento con un ademán de su mano, esta vez ella no se negó, tomó asiento antes de retomar la conversación —Ranma, por favor, no renuncies a la competencia

Su petición fué bastante predecible, en realidad ella no vendría sin un motivo, lo sabía bien. No obstante escucharla hizo que su corazón brincara inexplicablemente ¿No fué siempre así? Ella podía aturdirlo con una sola palabra

—Mira, yo sé que tal vez es muy incómodo para tí estar envuelto en este tipo de situación a causa de uno de nuestros empleados y comprendo si estás molesto, pero te pido de manera encarecida que... No renuncies tan precipitadamente. Sólo considera un poco más lo que tienes que perder, como un artista marcial en desarrollo deberías entender las consecuencias a largo plazo. Además, el hotel también tiene mucho que perder si realmente renuncias, hemos llegado a un acuerdo no tan beneficioso para nosotros con el consejo organizador del evento y si te vas no tendremos manera de revertir los problemas— explicó a toda prisa sin querer ahondar en más detalles, después de todo estaba violando las reglas de confidencialidad por esta oportunidad. Él debería entenderlo ¿Verdad?

Ranma de encontraba perdido, tal vez no estaba tan desconcertado al principio con sus palabras pero ahora nada era coherente ¿Un acuerdo con el Consejo?

—¿Ranma?

Él salió de su letargo asistiendo con la cabeza —Entiendo lo que quieres decir, en realidad, será menos problemático si me quedo hasta el final de la competencia así que no te preocupes por ello— hizo una pausa mientras ella suspiraba de alivio sin saberlo —De hecho, el gerente Matsumoto ha venido hace unos minutos a hablar de lo mismo, aunque bueno, sus palabras fueron un poco diferentes

—¿Diferentes?— Akane se sorprendió, no tenía la más mínima idea de que el gerente Matsumoto había regresado —¿A qué te refieres?

Justo cuando hizo su pregunta la puerta sonó en un toquido hueco que le crispó cada uno de sus cabellos ¡Alguien vino! Por un momento se sintió como si hubiera sido descubierta después de cometer una falta imperdonable. Frunció el ceño no hizo ningún movimiento en espera de que Ranma se adelantara

—¿Quién es?— preguntó antes de abrir, por la reacción anterior de la chica, entendió que no fué precisamente bueno que alguien los viera juntos

—Hiroshi, señor Saotome, estoy aquí para buscar a la señorita Tendo.

Continuará...

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