Papel

Capítulo 10

Despues de la despedida de Akane, Ranma se quedó un poco más de tiempo en aquel parque. Observó los caminos siendo iluminados por farolas y como se había quedado completamente solo

Había vuelto con convicción, sabía que no era fácil volver a integrarse en la vida de su ex prometida. Pero cada día se le había hecho una eternidad para volver a verla. No esperaba que estuviera dispuesta a volver con él en cuanto se vieran; pero ese sentimiento que lo abrumaba cada vez que veía a ese tal Kotaro con ella; le estaba mordiendo las ganas de advertirle que no se acercase a la peliazul

Pero no tenía derecho. Lo sabía

Aún así, parecía que era atacado por mil abejas molestas desde su interior haciendo que la rabia le creciera precipitadamente. Cologne le había dicho que esos celos iban a ser su perdicion, que todos esos sentimientos negativos lo llevarían a un final catastrófico ¡Pero no podía evitarlo! Cada vez que se sentía abandonado por Akane, la había herido hasta el punto de cuestionarse si estaba bien de la cabeza

Cuando ocurrió lo de Ryugenzawa, cuando Shinnosuke fue más valiente que él al confesarse creyó pérdida a su prometida. Sin embargo Akane había vuelto con a casa ¿Eso era algo no? En ese momento comprendió que sus celos podrían llegar a sobrepasarlo ¿Y si Akane no quería casarse con él? ¿Qué haría si la veía con alguien más? No tenía certeza de lo que sería capaz

Por eso había debatido tanto contra sí mismo para confesarse y cuando tuvo la respuesta también obtuvo el boleto a China. Sabía que era un acto cobarde marcharse pero deseaba ser normal, no podían culparlo por ese deseo. Su vida se había vuelto un caos después de su maldición y solo deseaba liberarse de esta; además, Akane estaba de por medio ¿Cómo iba a ser un marido capaz de representar el Dojo y a su familia con esa calamidad? Genma no quería regresar a la normalidad porque estaba muy cómodo con la situación

¿Y Ranma? ¿Debía resignarse a la voluntad de su padre? Pudiera que fuera menor de edad pero tampoco era un chiquillo indefenso, lo demostró incontables ocasiones vencido a sus enemigos más poderosos. Incluso cuando Safron fue el peligro más importante no retrocedió

Luego cuando gritó a la peliazul que la amaba sin pensar, sus sentimientos se convirtieron en una maraña de pensamientos que no queria comprender. Por eso prefería estar evadiendo la responsabilidad y aunque se decidió por confesarse Shampoo había sido hábil para hacerlo dudar nuevamente

Lo entendía ahora. Fue un idiota

Cerca del Dojo, Kotaro no pudo con su curiosidad. Se armó de valor para indagar sobre el pasado de Akane aunque no tuviera permiso, debía saber bien a bien quien era Ranma ¿Qué papel jugaba en la vida de la joven? —Disculpame Akane, tal vez no deba preguntar esto pero ¿Qué era Ranma para tí?

Esa pregunta la asaltó sin previo aviso. Le trajo recuerdos buenos y malos que se arremolinaron en su cabeza ¿Qué era? ¿Qué fué?

—Está bien si no quieres responder, sé que no es de mi incumbencia— se apresuró a decir para evitarle un mal rato

—Era mi prometido— respondió al fin. Bastante azorada pero sintiendo un peso menos —Desde los dieciséis hasta los diecinueve— informó con suavidad, esperando la reacción negativa de su acompañante. Todos reaccionaban mal después de enterarse de su compromiso

—Oh, perdón. No quería hacerte sentir mal— Sin embargo Kotaro no se había preocupado por la imagen que daba alguien que no cumplió con su "deber" Más bien se alarmó por hacerla sentirse incómoda

—No te preocupes, ha pasado mucho tiempo ya. No tiene importancia— entonces con esa revelación ella misma se dió cuenta de que se estaba ahogando en un vaso de agua. El regreso de Ranma había sido una sorpresa no muy grata, lo admitía. No obstante debía delimitar lo que podía hacer respecto a ello