Capítulo 50

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Después del incidente, Ranma había hecho una promesa de esforzarse en apoyar la causa de Akane en medida de lo posible. Debido a su popularidad el grupo de Artes marciales al que instruía era un poco más numeroso, además sus edades oscilaban entre los veintiuno y los veinticinco por lo que tenían bases más avanzadas

Después de terminar el día de hoy se dirigió al edificio principal de la casa encontrándose con ella leyendo varias hojas —¿No estás cansada?— preguntó con curiosidad. Desde que eran jóvenes ella era sumamente estudiosa pero esto estaba un poco más allá; toda la semana estuvo alternando entre leer, reunirse con Nabiki, programar citas por teléfono en diferentes lugares y visitar a Kotaro en la clínica

—No— respondió pasando de página para luego anotar una serie de palabras al margen de la hoja

Sobre la mesa se encontraban innumerables informes acerca del Japón antiguo y sus edificaciones. Ranma no tenía los detalles pero por lo que sabía la joven deseaba abrir un hotel estilo tradicional en los lotes que había comprado —¿Por qué no le dejas esto a los arquitectos?— sugirió, al menos tendría menos trabajo que hacer si dejara esto en manos de expertos

Sin embargo su respuesta fué más allá de sus expectativas.

—Quiero investigar por mi cuenta para poder elegir apropiadamente— Ella había sido actuaria de un hotel, como tal tuvo que hacer investigaciones exhaustivas sobre los posibles arreglos para el mismo, más todas se enfocaron en nuevas tecnologías. Ahora que ella planeaba abrir su propio negocio de hospedaje tuvo que hacer investigaciones incluso más profundas dada su ignorancia en el tema de las casas tradicionales

Ranma no entendía del asunto, pero sólo sintió como la admiración creció en su pecho. Sin interrumpirla más se fué a su alcoba sacando un pequeño tarro de porcelana con minuciosos grabados en la superficie. Yendo de vuelta a la cocina hizo un poco de té con el contenido del frasco dejándole una taza a la muchacha —Toma, no es muy dulce pero te ayudará con el cansancio

Akane levantó la vista del documento encontrándose con una porción de té rojo transparente. No sabía que era, sin embargo estaba familiarizada con Ranma desde hacía meses por lo que no encontró objeciones en beberlo. Cuando dió el primer sorbo se llenó de un aroma suave mientras parecía revitalizar su cuerpo. Asombrada su expresión cambió a la sorpresa cuando preguntó —¿Qué es esto?— aunque la mayoría de su rostro estaba curioso también se veía feliz

—Es té de ginseng, lo conseguí hace algún tiempo— respondió. Para ser precisos era mejor decir que él lo cosechó en uno de sus tantos trabajos en China, después de arreglar las pozas y abandonar Jusenkyo tuvo infinidad de trabajos durante sus viajes de entrenamiento, el cultivo de té sorpresivamente fué el que más le gustó que incluso cambio un mes de salario por un frasco de esta variante

Akane se sorprendió aún más. A diferencia de los tés que eran relajantes, el de ginseng revitalizaba hasta el espíritu volviendote más enérgico. Además no tendría efectos adversos en uno a pesar de la ingesta continua y sobre todo, era un producto caro —Gracias— pronunció con una expresión tierna. Su corazón parecía repentinamente llenarse de calor, había pasado mucho tiempo desde que se sentía rodeada de personas

Después de pasar tantos años en "soledad" Por su cuenta, casi había olvidado lo que era la convivencia entre cercanos. De acuerdo, no eran precisamente cercanos ya, pero tampoco eran desconocidos, quizá con la mejora de relaciones entre ellos podrían de nuevo reunir a los que se distanciaron

—No hay por qué— contestó con una sonrisa amigable. El amor no había cesado en su pecho, pero era ciertamente más benévolo que antes, por lo menos se sentía como si no importara con quien eligiera su camino, sólo quería verla feliz

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