—Ranma...
—Entiendo— el azabache estaba estático en su lugar. Lo sabía, sabía que se encontraba en una situación muy comprometedora para la joven pero se negaba a creerla a pesar de presenciarlo con sus propios ojos —Si soy yo— reafirmó ante la estupefacción de ella —¿No... Vas a decirme nada?
Akane sacudió la cabeza saliendo del trance y cubriéndose los labios —B-Bienvenido de vuelta— atinó a pronunciar torpemente acercándose a Kotaro, como si buscara protección. El chico desconocido se volteó completamente viendo de lleno a Ranma
—¿No vas a presentarme a tu amigo?— exclamó un poco dolido intentando modular cuantos celos dejaba escapar en esa frase —Akane
—Hola, soy Kotaro Yukimura— El joven de ojos negros estiró la mano en dirección del azabache dando un paso para acercarse, sorpresivamente Akane lo había detenido para evitar más cercanía entre ellos ¿Temia acaso que Ranma lastimara al castaño?
Si. Honestamente si
—Ranma Saotome— Él terminó de acortar la distancia aceptando el saludo informal del otro —Lamento interrumpir Akane pero tengo que hablar contigo
Akane sintió hielo en el corazón, sus emociones se petrificaron y de la manera más monótona que existía se negó —No tengo que hablar contigo Ranma, todo quedó claro en el pasado— patrañas. Ni siquiera sabía lo que decía
—¿Cómo ha quedado claro?— Ranma sabía dolorosamente que no dejó una razón real cuando partió hace años —¿Alguien te dijo algo? O lo asumiste por tu cuenta
—Lo importante no es cómo quedó todo resuelto, el hecho es que yo no tengo nada que decirte y aunque tu quieras decirme algo, no necesito, no quiero oírlo— tomó a Kotaro de la mano adentrándose a la casa dejando atrás a Ranma
—¿Es por él?— inquirió duramente el joven luchador
Ella negó suavemente con la cabeza, su raciocinio le estaba gritando que no debia acercarse a esa dinamita nuevamente porque saldría muy lastimada —Es por mí— guió rauda al ojinegro intentando evitar entablar más conversación
—Si entras tendrás que lidiar con nuestro encuentro, tarde o temprano. Vamos a arreglarlo de una vez Akane
—No hay nada que arreglar, no hay nada— le cerró la puerta en la cara viendo como él se contraía en una expresión de duda ¿Por qué volvió?
Recargó sus manos en la madera suspirando hondo —¡No puedes huir Akane!— le gritó intentando no perder el juicio y derribar ese obstáculo entre ellos
—Vete, solo vete como lo hiciste antes y si puedes no vuelvas— susurró mirando al techo mientras intentaba ocultar sus lágrimas
—¿Akane...?— Kotaro la miró confundido, era consciente que la mujer frente a él había tenido una vida antes de conocerlo, incluso sabía que por su belleza pretendientes no le faltaban. Así mismo había caído también en ese grupo que la admiraba románticamente. Sin embargo no creyó posible ver turbada a la siempre fuerte Akane, mucho menos por un hombre que al parecer era pieza fundamental de su pasado
—Perdóname Kotaro, lo he arruinado todo— lo observó con mucha pena —siento decirte ésto, lo siento de verdad pero me gustaría estar sola— pidió débilmente, intentando no sonar grosera —Podríamos tomar té otro día
—Seguro, entiendo— el joven de pelo castaño sonrió comprensivo de la situación pero intrigado de la actitud temerosa de ella y algo resentido con ese Ranma, le arruinó la confesión que esperaba pudiera postergar un poco—Si necesitas algo no dudes en llamar— le entregó una tarjeta de presentación —Estoy para apoyarte
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FanfictionRanma y Akane se han distanciado después de terminar el instituto, sorpresivamente Ranma había logrado obtener un boleto a China y sin mirar atrás el muchacho se fue en busca de su cura Akane... Akane aprendió a superarlo, con el paso del tiempo Ra...