Capítulo 30

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¡Su jefe había llegado! Lo que es más, sabía que ella estaba aquí.

Una indescriptible sensación de pánico la atacó cuando abrió los ojos, sin embargo no se opuso a que Ranma abriera, si estaba aquí bien podría revelar sus intenciones. Tratando de calmarse sólo le indicó a Ranma que no había problema con un asentimiento

Acto seguido, él abrió la puerta para recibir al hombre —Buenas noches señor Saotome. Disculpe la interrupción tan repentina

—No tenga cuidado señor Hiroshi, adelante— invitó a pasar haciéndose a un lado de la entrada. Akane ya se había puesto de pie para saludar a su jefe

—Buenas noches señor— saludó haciendo una leve reverencia

—Tendo, justo... La persona que no debería estar aquí— el hombre sin en cambio no tenía ninguna cortesía para con ella —Tendo, quisiera hablar con usted un par de minutos por favor— pidió sin sentarse. Al instante el ambiente se volvió tenso a su alrededor, aunque no estaban claras las intenciones del mayor, aún era evidente su molestia

—Señor, vine aquí con la intención de que se evitara un problema mayor, para exponerle al señor Saotome las desventajas para todos si renuncia a su competencia— se apresuró a explicar. No era tonta ¿Por qué más se enojaría su jefe sino por saber que estaba aquí? Sin embargo, no lograba entender exactamente cómo lo supo

¿Alguien la vió? ¿Las cámaras de vigilancia?

—Entiendo sus buenas intenciones Tendo, en realidad, el gerente Matsumoto ha ha venido a discutir los puntos clave de la situación por lo que su aparición no autorizada era completamente innecesaria— reprendió entonces sin un ápice de consideración. Era una empleada capaz y sobresaliente, por lo que no entendía cual era su afán de meterse en problemas tan recientemente —Así que por favor no se tome el asunto tan personalmente como para hacer estas visitas que en nada nos benefician— continuó su diatriba —Disculpe señor Saotome, pero me temo que no podemos acompañarlo más, con permiso. Señorita Tendo— instó a seguirlo mientras daba pasos largos

Akane no tuvo más remedio que seguirlo. Después de todo, era consciente del riesgo que suponía venir con Ranma por su propia cuenta, aunque evidentemente planeaba darle a conocer los detalles a su jefe posteriormente. Su método de primero actuar y luego informar no salió como esperaba. Se despidió cordialmente de Ranma yéndose también

Él se quedó mirando la puerta por donde las dos figuras habían salido y se maldijo por todo lo que sucedió, si él no hubiera insistido en verla no tendría que lidiar con tantos problemas hoy.

Hiroshi llevó a la joven Tendo hasta su oficina. Sería una mentira decir que no estaba insatisfecho y decepcionado por su comportamiento. El asunto con los rumores los llevó a tener pérdidas que no serían fáciles de recuperar a corto plazo y sin embargo ella no podía mantener su perfil bajo decidiendo actuar por su cuenta. Dentro de la espaciosa habitación, estaba nada más y nada menos que Kitora Matsumoto. El gerente de Route-Inn

Era un hombre taciturno que había estado al servicio de Hiroshi durante bastantes años, el hotel creció en el pasado en gran medida a su ayuda y era la competencia directa de Akane para el puesto de gerencia. Había estado ausente debido a unos asuntos personales pero había regresado después de mes y medio —Señor Matsumoto— saludó respetuosamente aunque él no tuviera más que aversión por ella

—Señorita Tendo— saludó de vuelta como su parte de caballero. No obstante, su revelación posterior la dejó muda —Los rumores han sido comprobados hasta el punto donde usted era la prometida del comperidor Saotome ¿Aún tiene la audacia de ir a buscarlo a mitad de la noche? Para su desgracia y fortuna, sólo la ví yo, de lo contrario los alcances habrían sido impensables— reprendió. Este hombre no era nada cordial ni educado, en realidad sólo tenía una superficie refinada pero cuando estaba molesto se saltó cualquier amabilidad para hablar contundentemente —¿Qué tiene para decir?

Akane supo desde siempre que este hombre no la veía más que como una chiquilla. Su experiencia le llevaba ventaja por años, sumando su naturaleza sagaz y fría; componían a un perfecto hombre de negocios. La verdad era que podías llamarla inexperta, ya que si bien escaló desde un puesto simple hasta su actual lugar, no era despiadada o lo suficientemente fuerte para establecer las reglas con rudeza. Siempre eligió los caminos pacíficos y las segundas oportunidades con los empleados mientras que este hombre no permitía una sola falla en el personal

Razón por la cual, seguía siendo el gerente después de todo

—Siguió defendiendo a la mujer que explícitamente le ordené despedir— recalcó sin dejar de mirarla. Su mirada no contenía nada realmente pero tampoco estaba dispuesto a perder su trabajo de años por una sola empleada. No le reconocería una sola aportación positiva desde que desafío su autoridad en el pasado, Hiroshi podría tenerle aprecio pero él no. Como gerente tenía plenos derechos de reprenderla —Además tuvo encuentros no profesionales con una atleta hospedado y permitió que su vida privada se involucrase con su trabajo ¿No le pedí específicamente que mantuviera los asuntos por separado? Desde la primera vez que dejé de presionarla para desempeñarse correctamente ¿Pensó que sus acciones no traerían consecuencias?

Akane estaba rozando el límite. Pudiera ser que en parte tuviera responsabilidad de las cosas por no proceder correctamente con Kyoko Ninomiya, pero eso no significaba que pudiera hablarle como si todo hubiera sido intencional —Señor Matsumoto está cruzando la línea— advirtió en tono bajo —puede ser que como mi superior tenga la obligación de hacerme ver mis errores pero eso no quiere decir que usted pueda echarme la culpa de todo. Como le expliqué al señor Hiroshi, Ranma Saotome sí tuvo vínculos conmigo en el pasado, pero nos separamos y por lo tanto sus elecciones no tienen nada que ver conmigo

—¿Y para qué acudió a verlo sin avisar primero?

De acuerdo. Esa sola pregunta desterró todo su coraje, en realidad sabía que el problema no residía ya en lo cierto o falso de su historia con Ranma, sino en el hecho de actuar impulsiva —Fué por el bien del hotel— se defendió de esa manera —No sabía que usted volvió, el tiempo era esencial por lo que no me detuve a informar, sin embargo lo iba a hacer una vez que llegara a un acuerdo con el señor Saotome

—No tiene prórroga para llegar a un acuerdo sin mi autorización— por fin el silencioso dueño intervino en la conversación —Señorita Tendo, usted ha sido una empleada excepcional, capaz e inteligente ¿No podía decir que por la situación era mejor mantenerse alejada? Usted sólo debía responder por el hotel en todo caso. Si alguien la viera y aprovechara las cosas ¿Asumiría toda la responsabilidad? Recuerde que no sólo usted está involucrada, el señor Saotome tiene bastante competencia por lo que naturalmente aprovecharían sus fallas ¿No cree?

Finalmente Akane entendió la raíz del problema. En verdad, el conflictos no fué ni siquiera sus antiguos vínculos con Ranma, sino que fueron sus contrarios los que se aprovecharon de la situación para difamarlo y de paso a ellos

—Señorita Tendo, si esta es su posición respecto a mi autoridad. Entonces no puedo asumir la responsabilidad de que se quede. Lamento hacer esto, pero está despedida

Continuará...

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