Capítulo 7

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Había sido un día extraño, sorpresivamente tranquilo para el gusto de Akane. Ranma no la había insultado ni una sola vez en todo el día y Shampoo no daba señales de vida tampoco

Sospechoso

Al terminar las clases la joven de pelo azulado debía hacer una maqueta en casa de su compañera para la evaluación del último parcial. Era inevitable que se separara de su prometido por el resto del día, se despidió de él recordando que por quedarse dormido en clase debía hacer la maqueta solo

—No necesito de nadie para terminar mi maqueta— recordó claramente haberlo escuchado decir aquello. No podía hacer mucho por él

Cuando las seis y media de la tarde sonaron, Akane llegaba a casa por fin, para su no tan sorpresa Shampoo estaba presente en la entrada hablando con Ranma. Eso la llenó de celos aunque se obligó a recordar que a pesar de creer amarlo no podía reprocharle

Aún si era su derecho prefirió callar y pasar de largo a ambos sin mirarlos demasiado, desde ese día algo cambió en la rutina de Akane, algo cambió en Ranma

Sus ojos no podían creerlo, ahí estaba el motivo de su regreso, sonriente y radiante. Su corazón palpitó con fuerza al verla en la lejanía

Tragó duro al notar el sudor que empezaba a emanar de sus manos, la sensación de verla esta vez era totalmente diferente. La primera ocasión los celos le cegaron y la segunda había sido un espionaje para saber su paradero

Más nunca creyó encontrarla ahí de manera fortuita, era un genuino encuentro casual que el destino le tenía preparado, después de tantos años de no verla por fin podía volverla a mirar en todo su esplendor

La emoción escaló por su columna en forma de escalofrío, sus erizados cabellos en su nuca y su boca semi abierta con asombro demostraban lo que podía provocarle el simple hecho de verla

Sus ojos se llenaron de lágrimas que jamás dejó caer y sonrió como tonto, sintió el calor de su pecho nuevamente florecer como hacía años no lo hacía; a pesar de que ella ni siquiera sabía que estaba ahí era suficiente, aunque la multitud se movía en diferentes direcciones el mundo dejó de existir

Los recuerdos se hicieron presentes en su memoria, tan claros como si hubieran acontecido el día anterior. Se sentía un cobarde por haberse marchado esperando poder borrar ese amor que pensó lo volvía débil, sin embargo cayó en cuenta muy tarde de que era todo lo contrario. Ella lo volvía fuerte

Sintió ganas monumentales de correr a abrazarla y besarla hasta perder el aliento, más detuvo sus impulsos ya que ese no era el momento adecuado para hacerlo

Quisiera o no sus caminos seguían separados. Apretó la correa de su maleta comenzando a caminar en la dirección opuesta se la recepción

Salió del edificio cabizbajo pensando lo viable que sería regresar a saludarla, recordando sus propias palabras "Tarde o temprano" Se llenó de convicción volviendo sobre sus pasos lamentando haber tardado tanto

Akane ya no estaba ahí, suspiró acercándose a la recepcionista una vez más —Disculpe, la señorita que estaba con usted...

—¿Ocurrió algún problema?

—No no, solo quería saber quién es

—Ella es nuestra actuaría, fuera de ello no puedo darle más datos a menos que tenga un problema que atender

—Entiendo, aunque yo la conozco es una vieja amiga— sonrió nervioso —Me sorprendió verla solo quería saludar pero antes quería confirmar si es ella y no me equivoqué

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