Papel

Capítulo 65

La cadena montañosa que se extendía a su alrededor era en verdad enorme, no supieron cómo ni cuando habían abordado un avión privado cortesía de Mousse para llegar hasta China, el punto era que aquí estaban y sus barbillas no podían hacer más que permanecer contra el suelo

¡Era simplemente impresionante!

Ranma estaba menos impactado, él ya había estado en este paisaje antes por eso le trajo nostalgia en lugar de sorpresa. Todos estaban ataviados en conjuntos de gala para la boda, habían sido pocas horas de vuelo hasta aquí por lo que llegaron listos para presenciar el casamiento

—Buenos días— saludó un mayordomo de unos cuarenta años, todos los presentes hicieron amago por devolver el saludo, aunque rápidamente el hombre negó con la cabeza —No se preocupen, el joven jefe del clan me ha enviado para recogerlos— habló en japonés brindándoles una sonrisa amable —El camino al pico central está unos metros más adelante, si son tan amables de seguir a este servidor— pidió señalando con las manos, luego comenzó su andar hacia el frente. Los invitados se pusieron al día para seguirlo sin poder dejar de echar miradas a su alrededor. El sitio era casi de fantasía

Un extenso paisaje de rocas cubiertas de naturaleza, hierba silvestre que proliferaba de forma sistemática como enredaderas que le daban un aire de misticismo. El sendero empedrado donde andaban se perdía tras una pared de piedra natural como si al seguirlo pudieras llegar a otra dimensión. Entre todo el espectáculo, la quietud y el silencio más allá de sus pasos brindaba una sensación de paz indescriptible

Cuando dieron la vuelta se encontraron con carruajes tirados por caballos, sus linternas rojas en las esquinas eran un típico adorno chino para las bodas —¿Vamos a ir en esos?— preguntó Aira sosteniendo la mano de su padre, Tofu miró a Ranma con una incógnita en el rostro. De todos los visitantes, era el único que podía decirles sobre cómo ingresar, sin embargo, el muchacho de cabello negro tampoco estaba completamente seguro, había visitado Tianzi con anterioridad más nunca entró al corazón de las montañas

Además, habían ingresado a pie como parte de un entrenamiento en aquel entonces

—Pues...— comenzó a decir observando al guía en su lugar —Supongo que tenemos que ir en carruaje

El hombre por fin captó sus palabras señalando los vehículos —El camino es estrecho y no se permite la entrada de automóviles a través de esta ruta. Por favor acepten ingresar en carruajes, honorables invitados— Al oírlo, los niños se llenaron de emoción, era la primera vez que veían caballos o montaban un carruaje, fueron los primeros en arrastrar a sus padres hasta las puertas de los mismos

Cada uno ingresó cuidadosamente llenando un total de cinco, incluyendo un carruaje exclusivo para sus obsequios. Los conductores arrearon a las bestias tan pronto como les permitieron partir comenzando su intromisión al territorio Rongyu. Al principio el camino no tuvo un gran cambio, el paisaje seguía teniendo rocas cubiertas de maleza, sin embargo, cuando ingresaron a través de unas pesadas puertas fué una historia completamente diferente

Cruzar al interior de la fortaleza fué como transportarse a la China antigua. Los edificios lucían el más puro estilo tradicional adornados con tela y linternas rojas, símbolo de un matrimonio, el aire incluso parecía más limpio, todos se asomaron por las ventanas de los carruajes encontrando inconcebible la vista ¿Mousse provenía de esta secta? Vaya que se había ocultado perfectamente sus orígenes

Hicieron alrededor de dos horas desde la entrada al cañon hasta la residencia principal de la villa. Los carruajes se adentraron hasta lo que podía llamarse un estacionamiento donde les ayudaron a descender, la edificación era sin duda más lujosa y espaciosa que cualquier residencia en el camino. El guía los ayudó a llegar hasta un enorme patio lleno de sillas para invitados, al frente se encontraban acomodados asientos de madera donde esperaban tres figuras vestidas de rojo. Un hombre de aura adusta, sus afilados ojos de color negro se mantenían perdidos en completa concentración, aunque veía hacia adelante parecía no prestarle atención a nada más allá de sus pensamientos, a su lado, una mujer de constitución pequeña se hallaba perfectamente sentada con una sonrisa afable, aún así el aspecto delicado no era suficiente para ocultar su aura poderosa. Quizá no podía compararse con la de Cologne como dijo Mousse antes, sin embargo despedía autoridad inconfundiblemente. Al verla, los presentes supieron por sus verdes irises de quién se trataba