Ranma se levantó de la banca observando el cielo, ninguna de las estrellas se veía y la gente era cada vez más escasa. Lo observaban con recelo pues al ser un desconocido y permanecer por tanto tiempo en ese lugar comenzaron a murmurar
Se acomodó la bufanda suspirando con desgano ¿Le habrían dado a Akane su recado? ¿Lo leería? No tenía ni una sola idea pero por el tiempo asumía que la chica no se presentaría decidiendo retirarse por hoy
Llegó al parque con el aliento agitado, sentía que su corazón se le saldría del pecho por la velocidad de su latir
Intentó regular su respiración apoyándose en sus rodillas para recuperarse, las lámparas iluminaban las pequeñas veredas del parque y las bancas, sin embargo no encontró a nadie
Se acercó lentamente examinando el lugar a detalle pero ni un alma se encontraba ahí, seguramente Ranma se había cansado de esperar. Intentó comprenderlo aunque tampoco fue su intención
Evitó el sentimiento de culpabilidad cerrando los ojos, retornó sobre sus pasos ¿Qué podía hacer? Absolutamente nada, ella no le había pedido volver todo se resumía al simple hecho de que ella no lo quería en su vida nuevamente
Escuchó el crujir de las ramas poniéndose alerta, quizá no debió salir a esas horas de la noche. Lista para defebderse esperó a que el intruso diera el primer ataque, sin embargo nada pasó. Muy por el contrario se desarmó al escuchar su voz.
—Viniste, Akane— le dijo Ranma con la ilusión en sus pupilas —Pensé que no lo harías
La aludida se giró cual robot reponiendose del sobresalto —Ranma— tuvo ganas de llorar e insultarlo pero se negó el derecho. Ya no eran niños —Pensé que te habías ido
—Lo hice, pero regresé— ambos estaban estáticos en su lugar. Ninguno se atrevía a acercarse, él por miedo de que se fuera y ella simplemente por reserva —Perdón por hacerte venir a esta hora de la noche
—No hay problema— intentó quitarle pesar, no obstante una pregunta seguía resonando en su mente y no cesaría hasta hacerla —Bueno, ya estoy aquí ¿Qué quieres?— su voz donaba tranquila pero la pregunta fue como una bofetada
El joven de la trenza guardó sus manos en sus bolsillos —Quería saber cómo te va
Ante su respuesta Akane bufó sonoramente —Habla claro Ranma ¿Por qué regresaste?— le increpó por fin acercándose para verlo mejor —No es que me moleste pero tu y yo no tenemos nada que hablar— le dijo cuando estuvo a un metro de él —Nuestro tiempo prometido ya terminó
—¡Lo sé!— se apresuró a hablar —Creeme que lo sé, lo sabía desde que me fuí pero...— de a poco la convicción con la que llegó fue desvaneciendose —pero...
—Pero nada Ranma, estoy aquí para escucharte pero nada más. Nosotros nunca tuvimos nada así que dilo y vuelve a hacer tu vida como hasta ahora
—¿Me estás diciendo que ni siquiera podemos vivir en la misma ciudad?— le dijo dolido
—Nada de eso— negó con la cabeza —Puedes hacer tu vida aquí, en China o debajo de una piedra si quieres, podemos fingir ser conocidos pero nada más— se estaba apresurando con sus palabras —Accedí a venir por que tienes razón— le concedió sentándose en una banca cercana —En algún momento nos tendríamos que encontrar, fuera casualidad o no— a pesar de sonar segura los nervios estaban por hacerle añicos la cabeza —Así que prefiero que sea así, lejos de todos lo más rápido posible
—Solamente vas a dejar que yo hable ¿No vas a decirme nada?
—No tengo mucho que decirte, pero al parecer no dejarás de seguirme hasta que te escuche— lo atacó con molestia —Así que solo dime lo que ibas a decir
—No— se negó él apretando los puños —No puedo si no quieres escuchar de verdad, si te molesta mi presencia solo habla
—Si— aquello lo descolocó —Me molesta que me busques cuando ya tienes tu vida hecha, cuando ya he reparado la mía y por fin sané mis heridas. Me molesta que aún casado con Shampoo vinieras a "aclarar las cosas"— le comentó tranquila —Me incómoda pero como ya te dije puedes vivir donde te plazca, si aquí te gusta vivir no voy a echarte ni huir porque no me corresponde— hizo una pausa bajando la mirada —Es por eso que no te quiero como una sombra en mi vida, porque espero que no te atormentes con los recuerdos. No voy a obligarte a nada debes saber que siempre tuviste tu libertad a pesar de estar comprometido conmigo y me alegra que te fueras a conocer el mundo
—Por favor Akane ¿Casado con Shampoo?— la interrumpió casi enloqueciendo, todo lo que decía, su forma de decirlo lo estaba lastimando de sobremanera —No quiero que vuelvas a repetirlo ni de broma
—Es la verdad, no puedes negarte cuando mandaste aquella postal hace seis años, te casaste y eras feliz. Eso dijiste, me alegré por tí de verdad por eso no me explicó qué haces aquí cuando tu vida la tienes en China, si es para saludar a tus padres puedo darte su nueva dirección. Nunca los corrimos o insinuamos nada sin embargo decidieron irse
—Akane estás mal interpretando todo ¿Mandé una postal? Nunca hice tal cosa— se alteró acercándose —Nunca lo hice ¿De acuerdo? Si estás inventando esto porque no quieres volver a verme escogiste la peor mentira de todas
—No miento, no tengo porqué explicarte pero esa postal me llegó directamente a mi, nadie estaba en casa ese día. Fue lo mejor, la quemé haciendo de cuenta que nada pasó— se levantó mirando los azulados ojos de él —Renuncié a tí ese día Ranma por eso no te guardo rencor, porque al menos supe que serias feliz con tu nueva famila de una forma u otra
—No es posible, no puedo creerte— le recriminó tomandola de los hombros —Dime que estás bromeando
—Para nada, Ranma si no vas a decirme nada regresaré a mi casa— se quitó las manos del chico con delicadeza —¿Y bien?— lo animó
—Yo regresé para recuperarte, no puedo creer lo de la postal. No te creo
—Ni yo a tí— su semblante relajado se convirtió en un intento de sonrisa —Me voy Ranma. Si nos volvemos a encontrar puedes hablarme o yo te hablaré y fingiremos que nunca nos conocimos antes pero no esperes que te reciba en mi vida de nuevo— Akane comenzó a caminar fuera del parque —Bienvenido a la ciudad, solo eso puedo decirte
![](https://img.wattpad.com/cover/163034807-288-k348831.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Papel
FanfictionRanma y Akane se han distanciado después de terminar el instituto, sorpresivamente Ranma había logrado obtener un boleto a China y sin mirar atrás el muchacho se fue en busca de su cura Akane... Akane aprendió a superarlo, con el paso del tiempo Ra...