Capítulo 61

691 58 19
                                    

—¡Ryoga! 

—Buenas tardes Akane ¿Cómo has estado?— saludó el joven de ojos marrón. Como era de esperarse, con el paso del tiempo adquirió la apariencia de un adulto, sus rasgos de adolescente se perdieron entre sus contornos maduros, aunque sus ojos marrón seguían llenos de vitalidad. Akane lo seguía analizando de pies a cabeza, habían pasado bastantes años desde la última vez que lo vió, olvidando responder

—Cariño— repentinamente una voz suave emergió detrás de él, una joven de pelo curiosamente verdoso se acercó hasta estar parada hombro con hombro mientras cargaba un pequeño en brazos —Hola— saludó la chica con una sonrisa

—!¿Akari?!— Akane tuvo un shock alternando su mirada de izquierda a derecha —Ustedes... Ustedes...

—Si, nos casamos— confirmó él pasando uno de sus brazos por los hombros de su ahora esposa —En realidad vine porque un conocido me dijo que necesitabas un profesor y aproveché en traer a Akari para saludar, a ella y a nuestro hijo. Saluda Rai— el pequeño en los brazos de Akari miró con interés a la desconocida antes de sonreír

Si la Tendo antes estaba sorprendida ahora estaba más estupefacta. Qué pequeño resultó ser el mundo —Hola ternura— habló ella con tono suave mientras acariciaba una de sus mejillas luego volvió su atención al muchacho —No me digas ¡Eres conocido de Shikata!— se emocionó al reencontrarse con sus viejos conocidos gracias al muchacho —Pasen, pasen. De la impresión los he dejado de pie afuera— la sonrisa de la joven se extendió por todo su rostro —¡Ranma! ¡Shikata! ¡Mousse!— gritó hacia las escaleras para llamar al trío —Tomen asiento, están en su casa ¿Les ofrezco algo de beber?

—Un té, gracias Akane

—Y para el pequeño ¿Te gustaría un jugo de manzana?

—Suena bien— respondió Akari, no era bueno despreciar las cortesías y menos después de llegar sin avisar —Tenemos un pequeño obsequio, por las molestias de llegar repentinamente— habló ofreciendo un melón

—Oh, no te preocupes, es un gusto tenerlos aquí. Ya vuelvo

A estas alturas los otros tres habitantes del Dojo habían bajado para encontrarse con la familia Hibiki —¿Mousse?— Ryoga casi se fué de espaldas al verlo aquí, de todos los lugares para volver a encontrarlo, jamás pensó que sería el Dojo Tendo —Sukiba, cuanto tiempo

—Señor Ryoga, ha pasado tiempo— los que parecían ser más cercanos de inmediato intercambiaron saludos con un abrazo —Señora Hibiki, también ha sido un largo tiempo

—Sukiba, es bueno volver a verte, nunca pensé que nos reuniríamos de esta forma— Akari también se levantó para darle la mano —Rai, saluda

—Veo que su hijo ha crecido bien, hola pequeño Rai ¿Aún en recuerdas?

—Subiba— balbuceo el niño

Mientras ellos tres conversaban, Ryoga se acercó al par restante —Ranma, Mousse ¿Cómo les va?— hablando extendió su mano para darles un apretón amistoso —Quién iba a pensar que nos veríamos de esta forma— sonrió amablemente. Si algo había hecho el tiempo en Ryoga, fué volverlo más centrado. Aunque eso no resolvió su problema de orientación por completo, al menos se había vuelto menos propenso a divagar mientras caminaba, de esa forma se perdía con menos frecuencia

—Ryoga— Ranma aceptó de inmediato el saludo, era extraño, aunque el hombre frente a él fué su enemiamigo en su tiempo, no lo había contactado durante años. Había sido una verdadera coincidencia que Shikata lo trajera hasta aquí —Te ha ido bien por lo que veo

—Me ha ido bastante bien. Ahora tengo esposa y un hijo, juraría que serías el primero de todos en tener esa clase de vida, pero parece que te gané por una vez— bromeó pasando su mano a la dirección de Mousse —Tampoco esperé verte aquí ¿Viven todos juntos?

Papel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora