Papel

Capítulo 5

Nodoka preparó té mientras sus ojos acuosos aún seguían sin creer que su hijo estaba frente a ella —Ranma, no te quedes callado, cuéntame cómo te fué en China, tú... ¿Encontraste la cura?

El azabache que estaba meditando su respuesta, solo asintió con la cabeza —Tarde tres años intentando restaurar el manantial, el guía de Jusenkyo me agradeció después de que por fin las pozas regresaron a la normalidad

—Es un alivio que esté todo en orden muchacho, gracias por ayudarme con las barreras. Mira puedes quedarte en mi casa hasta que el agua del hombre ahogado vuelva a brotar, si no tienes a donde ir claro

—¿En serio puedo quedarme? Muchísimas gracias

El tiempo había pasado rápido, Ranma se encontraba en china gracias a la ayuda de Cologne. La bisabuela de su siempre fiel admiradora número uno había decidido volver a su natal China, después de la pelea con Saffron y la boda fallida Ranma había terminado el Instituto con un acuerdo de la anciana

—Te llevaré a China pero debes prometer que también vas a curar a mi nieta de su maldición —

El chico asintió sin pensarlo mucho aunque para asegurar que no estuviera firmando papeles de matrimonio en el futuro se atrevió a poner una  condición —Sin compromisos

La anciana suspiro resignada —Mi nieta te ama, no puedo negarlo o ella ocultarlo, pero ha tenido suficiente de tu incapacidad por elegir a alguien. Simplemente curala es la única condición. Quiero que ella de case y sea feliz a pesar de todo sé que no serás tú su esposo, es obstinada pero también tiene orgullo así que cuando volvamos a China te aseguro que intentará seducirte sin embargo si no te quedas te dejará libre

Y efectivamente, como lo había dicho Cologne. Shampoo dejó de insistir en su compromiso con el pasar de los años. El proceso de desprendimiento llevó bastante tiempo pero al fin la mujer amazona aceptó que Ranma no la querría nunca, eso era peor que cualquier humillación

—Cuando me di cuenta los años habían corrido, jamás pensé que mis entrenamientos podrían ser tan arduos o que las técnicas que conocía eran pequeñas a comparación de las que aprendí recientemente, creo que hice bien en aceptar esa propuesta para irme— Finalizó sorbiendo un poco de té

Nodoka suspiró sentada frente a él —Y tú ¿Extrañaste a Akane?— cuestionó observando sus ojos fijamente —¿Pensaste en ella por un momento?

El chico bajó la mirada un segundo, se removió incómodo en la silla y apretó levemente la taza entre sus manos —Si— susurró apenas, sonriendo con nostalgia se atrevió a sostenerle la morada a su madre —La extrañé mucho— confesó un poco más fuerte —La extrañé tanto que me cansé de ese sentimiento. La quiero en mi vida mamá

La mujer sonrió plenamente, su hijo nunca había mostrado tanta convicción o interés, siempre había sido arisco para decir sus sentimientos en voz alta. Pero al parecer era un adulto ya, no sólo físicamente. También había madurado mental y emocionalmente —Estoy feliz de que sea así hijo. Pero hay cosas que cambiaron en todos nosotros, Akane también cambió con todos estos años. No me corresponde contarte lo que sucedió cuando te marchaste, no es mi derecho. Pero voy a decirte de igual manera, dudo mucho que Akane quiera contarte

El chico recordó como ella se empeñó en esquivar su plática mientras se quedaba con ese tipo en el dojo —Lo sé

—Esto va a ser largo— advirtió su progenitora

—Han sido diez años. No puedo esperar a que sea un relato corto

Akane estaba en su oficina revisando las estadísticas del hotel, viendo que la calidad de servicio a habitación no tenía tan buenas críticas como esperaba. Se sobó en entre cejo golpeando las hojas con el borrador del lápiz que rebotaba y volvía a subir