El mensaje fué como un cubo de agua fría cayendo desde su cabeza. Sabía que la señorita Kyoko era una personalidad rebelde, sin embargo no la creyó idiota o temeraria. Siempre creyó por algún motivo que sería una muchacha que solo necesitaba aprender un poco más. La creía mejor que esto
No tardó ni dos minutos antes de que su celular comenzara a vibrar. Pero esta vez advirtiendo una llamada. Era su jefe; sería lógico que la llamase, después de todo ella fué la que quiso darle una oportunidad nuevamente. La llamada fué inevitable —Dígame señor— Respondió después de su pequeño análisis
—Akane, necesito que vengas a la suite del huésped Ranma Saotome— Solicitó con un tono serio, signo de su evidente molestia. Y a pesar de escuchar a su afable jefe hablar con un tono tan frío, no fué eso lo que la hizo detenerse en seco. Más bien el nombre que proporcionó la congeló en su sitio ¿Ranma? ¿Kyoko había entrado en la habitación de Ranma? Incluso un idiota podría hilar los hechos. Aunque aún con dudas y esperanza de que no fuera él, tomó una vez más el saco de su cama y salió rumbo al lugar
El ascensor parecía no ir demasiado rápido; Dejando de lado el pasado entre ella y Ranma, el último seguía siendo un huésped y por lo tanto un cliente. Si dejara que los rumores se esparcieran todo el esfuerzo que tomó mejorar las reseñas y el concepto del hotel en general se habrían ido a la basura. Por fín, después de interminables minutos el ascensor abrió sus puertas en el piso deseado. A pesar de maquinar ya sus disculpas y la manera de resolver el asunto, todavía tenía que enterarse de los hechos
Ante la situación no se atrevería a actuar de forma arbitraria. Se trataba de la privacidad e integridad de un cliente. Sólo rogaba que las cosas no fueran demasiado serias
Suspiró un par de veces y adoptó un aire profesional antes de llamar a la puerta, necesitaba calmar sus pensamientos y enfrentar las cosas concienzudamente
Dentro de la habitación Kyoko estaba arrodillada en el pequeño living. Su rostro enrojecido por la vergüenza; pero no se arrepentía, luego de presenciar algunos encuentros entre Ranma y Akane, además de ser bombardeada con rumores sobre ellos no pudo soportarlo. Ella era una fiel admiradora de Ranma desde que lo conoció en ese viaje a China donde su padre la llevó, se había fijado en él cuando apenas empezaba su camino a la cima
No pensó en encontrarlo aquí de todos los lugares, más estaba segura de que era el destino. Una mujer que oo tenía todo como Akane no merecía el aprecio de Ranma
El toquido de la puerta la hizo virar los ojos por un segundo en su dirección ¿Alguien había llegado? ¿La policía? Estaba a punto de pedir misericordia a Ranma quien se mantenía de pié a unos seis pasos de ella y la miraba con el ceño fruncido
A un segundo de hacer su movimiento, el botones de la puerta abrió dejando ver a una figura no muy alta y con un semblante sombrío. ¡Esa mujer! Kyoko apretó los puños con disgusto ¿Cuál era el significado de ésta situación? ¿A qué venía ella?
—Buenas noches— la peliazul saludó antes de pasar —Con permiso— aunque su rostro demostraba disgusto, estaba más nerviosa que asustada. No porque creyera que Ranma sería benevolente, sino, por las consecuencias si esto se difundiera —Buenas noches señor Hiroshi, buenas noches señor Saotome— saludó una vez más —Disculpe la intromisión, pero ¿Podría saber qué sucedió?
El azabache no pudo ocultar su felicidad al verla, pero decidió no dar un paso adelante como un conocido. Entendía la gravedad de las cosas
Él mismo llovió un par maldiciones en cuanto vió a la chica hurgando en sus cosas, le había dado un susto de muerte al encender las luces minutos antes
El jefe de Akane no tenía un semblante muy bueno, nunca entendió porqué una de sus empleadas más capaces defendió fervientemente a una de las empleadas menos dispuestas —Señorita Akane. Tenemos un serio problema, la señorita Kyoko Ninomiya rompió una de las reglas principales de nuestro personal y ofendió gravemente a un huésped— reprendió aún conservando la poca calma
—Señor Saotome ¿Podría explicar la situación?— cuestionó esta vez mirando al azabache. Su semblante era serio pero se sentía nerviosa por dentro
—Bueno...— Ranma se rascó la nuca con incomodidad, para ser sinceros. Nunca esperó que una 'admiradora' fuera a llegar tan lejos, le resultaba incómodo tener que ser duro. Pero había aprendido por la mala a que si uno no ponía límite a esas cosas, los malentendidos no pararían de llegar —La verdad es que encontré a la señorita buscando entre mis cosas del dormitorio. Se excusó diciendo que vino a hacer la limpieza— contó avergonzado —Pero honestamente, no lo creo. Mi maleta estaba abierta y muchas de mis pertenencias esparcidas en la cama, además las luces de la habitación estaban apagadas
—Señorita Ninomiya ¿Tiene algo que decir al respecto?— Akane sintió lava ardiendo desde su estómago ¿No podía ser menos atrevida? Eso estaba más allá de las expectativas de un simple fisgoneo por curiosidad. Ella estaba claramente buscando algo; no sabía si era para robarlo o por simple diversión. Sin embargo la situación se volvió critica, no podía albergar a una persona así
No es que solo asomar la cabeza a la habitación fuera correcto o justificable. Pero era infinitamente mejor a husmear con las manos entre las pertenencias ajenas. Su mirada se volvió más dura cuando la escuadriñó sin parpadear
Kyoko tenía aún más quejas en su corazón, no podía justificarse pero para ella Ranma era una persona benevolente que la perdonaría si le pedía sinceramente que lo hiciera; y sin embargo, fué ese momento critico en el que la bruja Tendo decidió aparecer haciendo que Ranma se volviera estricto en su lugar —Fué un mal entendido, accidentalmente tiré su maleta y se cayeron las cosas fuera de esta— su habilidad para hacer excusas era algo que no se debía tomar a la ligera. Si no podía pedir clemencia al azabache su único camino era mentir
Nunca esperó que desearía quedarse a trabajar en el hotel, a lo sumo sería una penalización por desobedecer a su padre en el pasado. Pero ahora estaba genuinamente dispuesta a quedarse
—No me parece un accidente— refutó Ranma. Para ser sincero lo que más le aterraba era que Akane lo malinterpretara y creyera que trataba de ligar con la joven —Por favor señorita sea más seria
Ante su reprimenda de chica solo sintió su corazón doler ¿Era esto para impresionar a Akane? ¿Estaba trazando una línea entre ellos para mantenerla alejada por esta mujer? No lo podía creer y mucho menos aceptar —Es verdad señor, lo lamento profundamente— se inclinó para pedir perdón como si se tratara de una sirvienta en los tiempos antiguos
—No es necesario que te inclines de esa manera— le dijo con el mismo tono enojado. Sin embargo esperaba que se levantara no quería dejarla ahí arrodillada —Por favor evite acercarse a esta habitación o a mi en el futuro— solicitó. No era un hombre irrazonable como para penalizarla hasta el despido —¿Puede comprometerse con eso?
Llegado este punto, ella no pudo evitar sollozar —Pero no quiero alejarme— habló sin pensar dos veces mientras levantaba la cabeza para verlo. Sorpresivamente él no la veía a ella, solamente lo encontró mirando a si jefa de soslayo.
Continuará...
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FanfictionRanma y Akane se han distanciado después de terminar el instituto, sorpresivamente Ranma había logrado obtener un boleto a China y sin mirar atrás el muchacho se fue en busca de su cura Akane... Akane aprendió a superarlo, con el paso del tiempo Ra...