Papel

Capítulo 9

¿Cuanta distancia debo recorrer? Para eliminar el espacio que nos separa

Ranma apretó los puños en sus costados, sintió impotencia al verla caminar fuera del parque e intentó ser lo más sincero en su voz rompiendo el silencio -Por favor quédate- pidió siguiendola -Akane, dejame explicarte por qué me fuí. Que aquello de la postal es una mentira

-No Ranma- lo cortó sin brusquedad -No es tu obligación explicarme- le concedió mirando sus ojos azules -Sé que quizá te sientas culpable pero creeme que no te odio o te guardo rencor. Creeme cuando te digo que ese amor por tí murió desde hace mucho tiempo- comenzó a hablar -Porque dolió tanto, mi alma se desgarró cuando te fuiste. Pero ha sanado- se acercó nuevamente a él -Decidí no martirizarme pues fue inútil llorarte si eras feliz

-Pero Akane, entiende que no es lo que parece. Dame una oportunidad de hablar- la tomó de la mano clavando su mirada en el rostro de ella. Tan impasible e indiferente que le dolió su carencia de emociones -Por favor

-Ranma- suspiró tomando valor para soltarse de su agarre -De acuerdo, te escucho- Al chico casi le brillaban los ojos, se sintio feliz por lograr que lo escuchara -Solo te pido que no me toques- le dijo ella alejándose en vista de su nueva cercania

-De acuerdo- por alguna razón fue como si el infierno quisiera tragarselo de un bocado ante sus palabras -Entiendo- derrotado por un enemigo tan poderoso pero tan invisible como el viento guardó las manos en los bolsillos -¿Quieres sentarte?

-Así estoy bien- se negó a aceptar su invitación acomodando el cuello de su chamarra por el frío pero sin dejar de mirar al suelo

-Akane, sé que no puedes creer en todo lo que voy a decirte pero quiero que sepas que es la verdad- le advirtió antes de comenzar -Yo me fuí del Dojo hace ocho años porque tenía una oportunidad imperdible

Para sus adentros Akane no pudo evitar pensar en su rival, Shampoo. Más prefirió callarse primero se mordia la lengua antes de reprocharle y que usara eso para burlarse de ella después

-Cologne me había ofrecido un boleto a China sin ningún costo, simplemente debía curar a su nieta de la maldición y ese sería mi retribución, nada más- confesó azorado esperando la reacción de ella. La luz de las farolas le iluminaba el rostro de manera parcial ocultando sus facciones -Yo acepté porque no quería ser un hombre a medias. Con esta maldición tan humillante, con, con...- de pronto sintió aquella impotencia de los días en los que aún se transformaba en mujer -Cuando llegué allá de inmediato fuí a Jusenkyo para curarme pero debido a la pelea con Safron las pozas estaban casi destruidas y para mi mala suerte el agua del hombre ahogado no brotaba ya- detuvo su historia viéndola fijamente, intentando descifrar si le prestaba atención o se había perdido en sus pensamientos

Al no oírlo Akane alzó la mirada del suelo pero no lo vió a la cara -Continúa- le dijo removiendose desde su posición

Tras escuchar a la chica suspiró continuando el relato -Con ayuda del guía restauramos las pozas, luego de terminar él me ofreció su hogar mientras el agua volvía a brotar. En ningún momento viví con Shampoo ni mucho menos me casé con ella- soltó en forma de reproche apretando los puños -Shampoo se cansó de mis negativas, se cansó de esperarme- reveló con un gran respiro -Pero yo no pude renunciar a ti

Al escuchar aquello algo dentro de Akane retumbó, le activó las alarmas gritándole que corriera. Que ese fuego no debía ser más ya parte de su vida, sin embargo retornó el tiempo en sus recuerdos, de como se negaba a afrontar la realidad, como a escasos meses de la partida del muchacho seguía diciéndose que no. Que no podía olvidarlo, que seguía formando parte de su vida, de su corazón quizá él se sentía así. Como ella