Capítulo 31

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¿Despedida?

—¿Perdón? Cómo...— por un momento todo parecía demasiado irreal

Hiroshi suspiro indicándole que tomara asiento y despachando a Matsumoto para que saliera primero. Luego él mismo se reclinó en su silla tratando de encontrar las palabras adecuadas. Contrario al gerente, Hiroshi tenía más modales —Señorita Tendo, en verdad, estoy muy decepcionado de su comportamiento. Después de que llegáramos a ese acuerdo con el Consejo de deportistas pensé que comprendió la magnitud de la situación— comenzó a explicar —Pero no sólo actuó por su propia cuenta sin informar, sino que lo hizo en una situación desfavorable. Tal vez el tiempo era apremiante y su intención la mejor de todas, sin embargo eso no justifica su comportamiento. Usted ocupa un puesto importante, solamente por debajo del gerente ¿Sabe a lo que me refiero?

Akane no encontró manera de refutar. En realidad, ella era muy consciente de ese punto, pero el impacto de ser despedida aún no dejaba de conmocionarla, ya que si bien fué su error, tampoco merecía un despido

—Akane, creame, me causa impotencia tener que deshacerme de una empleada tan competente como usted, pero entiende cómo funciona el negocio. No te estoy culpando del problema, simplemente tomo las medidas que debo tomar— hizo una pausa antes de entrelazar sus manos sobre el escritorio —Ya que es un despido unilateral, tendrá todas las ventajas de uno. Se le dará su correspondiente liquidación, los bonos de cumplimiento y su carta recomendación. Además podrá terminar el siguiente mes aquí, mientras busca un nuevo empleo

La joven prestaba atención pero le seguía pareciendo inverosímil. Todo su esfuerzo y dedicación se habían ido por la borda por unos simples rumores. Ahora entendía porqué su jefe odiaba tanto esa información de cotilleo —De verdad no lo hice a propósito— musitó por lo bajo. Estaba  destrozada —¿En verdad no hay remedio?

—Ya hemos probado dar segundas oportunidades, y, desafortunadamente mire en la situación que terminamos. Además, el resto de empleados probablemente no quieran represalias por algo que no tiene que ver con ellos— el hombre en realidad había cubierto la mayoría de inconformidades para poder mantener a Akane en su puesto, hubo más de una ocasión donde sus empleados se quejaron con él por recibir un trato injusto debido al problema reciente. Incluso hubo una advertencia de huelga si se les seguía tratando con severidad inmerecida. La mayoría de ellos eran empleados rectos que habían estado con Hiroshi desde hacía años mientras desempeñaban perfectamente su papel por lo que sabían claramente los límites de sus libertades mientras estuvieran en el establecimiento, por lo que era poco probable que estuvieran involucrados. Aún así, su sanción se aplicó igualmente a ellos

Y, sin embargo, fué una empleada que aunque escaló desde recepcionista, no tenía la misma antigüedad que el resto. Ella podría ser una persona inteligente y audaz, pero no podría cubrir las actividades de todas esas personas inconformes, no podría renunciar a los motores del hotel solamente por una jovencita a pesar de valorar su trabajo como actuaria. Si su comportamiento se difundiera, la inconformidad crecería aún más

—Yo sé que no lo hizo a propósito, es por eso que no la responsabilicé de responder por los rumores en primera instancia de forma personal y sólo penalicé a los demás empleados cuando no guardaron silencio. Después de todo no fué su culpa que alguien la reconociera y casualmente hablara de su pasado en la recepción del evento. No obstante, estas acciones si son su obra, por lo que tiene que tomar la responsabilidad ahora— entró en detalles. No quiso decirle que los demás estaban realmente molestos para evitar que se culpara realmente, prefería compartir las represalias con ella porque aunque Akane abogó por Kyoko la decisión de dejarla siempre fué suya al final como dueño de Route-Inn

—Comprendo— Aunque sentía que era demasiado, eligió no refutar. Si Hiroshi se enojara y decidiera negarle aunque fuera su carta de recomendación, no habría oportunidades para ella en el futuro

—Puedes retirarte— la despachó sintiendo pena por ella

La joven de pelo corto salió a paso lento de la habitación después de despedirse. Sentía como si toda su energía hubiera sido drenada dejándola como un saco sin esqueleto, incluso le costaba dar marcha hacia adelante. Sus ojos se volvieron brumosos mientras andaba hasta la zona de habitaciones de servicio aún escuchando ese parte palabras

Está despedida

En retrospectiva, su mente comenzó a trabajar trayendole innumerables recuerdos del hotel. Desde el día en que llegó para dejar su solicitud de empleo, su nervioso primer día, luego su primer ascenso hasta que llegó el día donde le fué delegada la responsabilidad del proyecto para recibir a los competidores de artes marciales. No pudo evitar que sus ojos se volvieran rojos por las lágrimas que no derramó

¡Se había esforzado tanto!

Pero tampoco culpaba a Hiroshi, en realidad, si ella hubiera sido tan estricta como Matsumoto, habría conservado su puesto. Después de haberse levantado de la catástrofe, se sintió como una demoledora cuando todo se desmoronaba una vez más

¿Cómo iba a mantener el dojo? ¿Cómo iba a mantener la casa? Nunca quiso mudarse a pesar de que Soun mismo se fué con Kasumi, porque ese era su hogar, desde siempre. Desde que su madre la dió a luz, incluso cuando ella falleció, incluso cuando Ranma y Gemma vinieron, cuando se alejaron. Fué su techo en el momento más duro de su vida, presenció el resurgir de su coraje ¿Por qué la dejaría simplemente así? Además era el legado más importante que le quedaba, sus artes marciales

Se sintió abrumada por la repentina avalancha de pensamientos mientras se mareaba. Alzó la vista al pasillo encontrándose con una persona delante de su puerta quien inmediatamente acudió a su encuentro tras verla tan inestable —Akane ¿Qué te sucede?— preguntó la voz masculina ayudándola a mantenerse de pie

—Kotaro— susurró con voz ronca, signo de su llanto contenido —¿Pasó algo?— era raro que la buscara sin mandarle un mensaje por lo menos. Después de rebuscarse se dió cuenta de que no había traído el teléfono con ella

—Eso es lo que quiero saber. Estaba preocupado por tí. No respondiste ningún mensaje así que vine a buscarte— dijo con voz trémula —¿Alguien te hizo daño?

Ante su evidente preocupación y sus gestos cálidos, ella no pudo evitar desmoronarse, siempre había sido fuerte de carácter sin vertir sus preocupaciones o dolor en alguien más. No obstante, la experiencia le dijo que era mejor ser débil antes de que fuera demasiado tarde —Kotaro— susurró acongojada. Acto seguido se arrojó a sus brazos para liberar el llanto

Era bueno

Era estupendo sentir que alguien estaba ahí para consolarte. Sólo por hoy, no quería guardarse el coágulo de emociones negativas ahogandola.

Continuará...

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