Capitulo 39

735 81 24
                                    

—Dejame ver si entendí. Tendo te pidió que se reunieran

—Si 

—Para ofrecerte trabajo en su Dojo

—Afirmativo

—Pero tu rechazase

—No tenía más opción— De pronto, Mousse le dió un zape al otro joven mientras hacía sus abdominales —¡Au! ¿Y eso por qué fué?— se quejó Ranma completamente agraviado

—Porque eres un idiota. Vamos, no se va a acabar el mundo porque trabajes para ella, deja a un lado tu orgullo Saotome— reprochó Mousse, desde su punto de vista este era el problema, su gran orgullo no lo dejaría ser empleado de una mujer

—No entiendes nada cuatro ojos. No acepté porque no creo que sea adecuado para su imagen ahora ¿No tendría más problemas en su trabajo si se sigue relacionando conmigo?

—Yo no veo el problema. Si ella te buscó es porque tendrá una manera de lidiar con ello ¿Por qué te preocupas tanto?

—Me siento culpable ¿De acuerdo? Porque es cierto que me metí a la competencia solo para poder verla, no quería que terminara en tantos líos conmigo ahí— respondió frustrado. Sus sentimientos eran un caos desde ayer mientras recordaba lo que le dijo

—Si no puedes te entiendo. Entonces, olvida lo que dije. Simplemente tomemos un café como reencuentro

De alguna manera la vió decepcionada por su respuesta. Sin embargo no quería arriesgarse todavía a involucrarse de nuevo con ella, fué muy doloroso verla tan desesperada frente a su jefe

—Si me preguntas. No fué exactamente tu culpa que las personas se enteraran de su antigua relación. Pudo ser cualquier persona la que te reconoció y les dijo al resto— Sin saber, Mousse había dado en el clavo —Vamos, tal vez tenga una razón para invitarte ¿No dijo que habría más profesores? Eres una figura importante ahora, si yo fuera alguien con una escuela también querría que trabajes para mí— bromeó —Oh, espera, ya trabajas para mí— luego de eso soltó una carcajada limpia provocando la ira del otro. Esquivó la pesa que fué arrojada en su dirección que cayó directamente al suelo de la habitación —Sólo no te compliques la vida

—Cállate, ni siquiera sé porqué te digo todo esto si no tienes más que basura en el cerebro— se quejó nuevamente el de la trenza dejándose caer por completo al piso —En todo caso, no iré, deja el asunto como está

Mousse torció la boca, de alguna forma, él haría que fuera. Al menos para ver qué intenciones tenía Tendo en mente.

—¿Entonces se negó?— Kotaro estaba sentado en la sála de estar de la residencia Tendo, tomando un té mientras escuchaba a su novia. No había podido estar con ella por cuestiones de trabajo, ausentarse durante la competencia hizo que algunos de sus pacientes lo esperaran antes de recibir atención médica de otros empleados de Tofu. Sin embargo sabía de todas sus intenciones porque le había contado de antemano

Había sido una sorpresa que Ranma de negara a venir, teniendo en cuenta que era una buena idea. Al menos de esa manera podrían pasar como buenos amigos y se olvidarían del escándalo finalmente

—No puedo obligarlo, así que trataré de contactar a Shikata también. Tendré que reunirme con él en estos días. Solamente espero que aún no haya abandonado Nakano— suspiró. Realmente fué algo inesperado que Ranma declinara, sin embargo si no quería, tampoco lo incomodaría insistiendo —De cualquier manera, también estoy buscando un empleo cercano mientras doy clases, afortunadamente he organizado a un grupo nuevo de veinticinco niños, ya tengo tres por lo que debería dejarme un poco de dinero— contó alegre. Estaba a punto de seguir hablando cuando de pronto el timbre de la casa sonó. Anteriormente no tenía ningún timbre porque nadie venía a visitarla, pero desde que repartió algunos volantes ofreciendo clases de nuevo, ahora necesitaba una forma de saber si alguien tocaba a su puerta —Esperame

Se levantó de su sitio yendo a abrir. Sorpresivamente se encontró con un muchacho alto, de cabellera negra que no había visto desde hace tiempo —Buenas tardes, Tendo— saludó él con una maleta de correa al hombro

—Mousse, qué sorpresa— ¡Así es! Mousse había venido personalmente hasta la casa Tendo para averiguar un poco más de la situación. Recordaba con bastante claridad cómo llegar hasta este sitio donde tantas veces hubo caos y destrucción —¿Quieres pasar?— ofreció haciéndose a un lado. Él no dudó asintiendo, sería un esfuerzo inútil si solo se quedara fuera

—Con permiso— dijo escaneando todo con la vista. Era abrumador encontrar todo exactamente como lo recordaba ¿No hubo remodelaciones o algo similar en todos estos años? Dejó los zapatos en la entrada tomando un par de pantuflas, su figura alta casi cubrió el pasillo por completo. Habría de decir que estaba asombrada en cuanto había crecido él

—Pasa a la sála— habló ella tras verlo dudar hacia donde dirigirse. Ella tomó su rumbo a la cocina para traer una taza extra y bocadillos —Ah, disculpa por no presentarlos antes, Kotaro, él es Mousse un antiguo conocido. Mousse, él es Kotaro, mi novio— introdujo veloz dejando lo que traía consigo en la mesita ratona —Siéntate no te quedes de pie— hablando le sirvió una taza de té poniéndola delante del asiento donde se sentaría

—Lamento las molestias, si interrumpo algo...— Mousse se encontró incómodo después de ver al otro muchacho ahí

—Oh, no. No te apures— interrumpió Akane —Creo que más bien tú tienes algo importante que decir, de lo contrario no habrías hecho un viaje personal hasta aquí ¿Me equivoco?— Ella era perspicaz. Aunque, francamente eso no requería de ninguna intuición, era fácil recordar que Mousse no la buscaría simplemente para charlar del clima

—¿Puedo ser honesto?— Ahora era el turno de Akane para sentirse incómoda ¿Honesto con qué? Ranma ¿Le pidió venir a dar un mensaje en especial? Ahuyentando sus dudas, asintió lentamente —Me enteré de cierto alguien que buscas un profesor de Artes marciales— inició tentativo —Me encuentro en Japón pero estoy desempleado y pensé que quizá podría ayudarte con eso. Si no tienes inconveniente en que yo sea profesor en tu Dojo, yo tampoco tengo inconveniente con dar clases

La repentina revelación fué como una ventisca fresca para Akane. Ella y Kotaro se miraron asombrados, habían imaginado otros escenarios pero en realidad Mousse había venido a ofrecer sus servicios voluntariamente

¡Qué magnífica noticia!

—¿De verdad?— preguntó ella dubitativa

—Si, solamente, quería hablar sobre un punto importante. No tengo donde quedarme por el momento así que no podría empezar a dar clases inmediatamente y...

—No hay problema con eso, puedes quedarte aquí— se apresuró a ofrecer, no le interesaba en lo más mínimo sus intenciones. Solamente quería un profesor varón para dar más clases y poder generar más ingresos —Hay habitaciones vacías para que te puedas quedar, además ahorrará tiempo

Kotaro a su lado estaba asombrado, sin embargo rápidamente cambió su expresión a una sonrisa cariñosa. Hace unos momentos se lamentaba no poder ayudarla, ahora afortunadamente tenía un profesor, además era un conocido de antes, dejándolo más aliviado

—¿Quedarme aquí?— Mousse dudó. Ese no era exactamente el plan original

—Es una buena idea si no tiene donde quedarse— intervino el médico con una sonrisa. Fué entonces que el de anteojos recordó su existencia.

Continuará...

Papel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora