Enfrentar al pasado.
Esa era una acción que no todo el mundo se atrevía a hacer, menos cuando la vida parecía estable, cuando los proyectos, las metas y los sueños se habían vuelto más alcanzables
Enfrentar al pasado fué una tarea monumental que requería coraje. Un coraje que Ranma no tenía. Porque su pasado más allá de ser doloroso, era simplemente un desastre difícil de ordenar todavía. No es que le faltara madurar, tenía bastante claro todo lo que implicó su partida a estas alturas
Sin embargo encontró todo el asunto igual que una esfera de fino cristal, que podía romperse lastimando a los involucrados otra vez —Akane, creo que, que es mejor no...
—Dejemos de evitarlo— Akane también estaba asustada, porque repentinamente sentía el estómago revuelto ante su propia idea, pero ella no quería mantener este dilema por el resto de su vida. Podían seguir viviendo como hasta ahora, en la misma casa, teniendo sus tres comidas con los demás, haciendo la lavandería juntos y eso no significaba que fueran precisamente honestos
Hasta ahora no tocaron el tema del pasado porque cada uno tenía su vida establecida ¿Para qué recordar algo tan amargo como eso? Por supuesto ese pensamiento se limitaba a los momentos felices, no obstante, a menos que liberaran la carga jamás podrían vivir plenamente —Akane...— musitó el muchacho, sus ojos temblaban temerosos. Luego aspiró antes de abrazarla con fuerza mientras liberaba entrecortado —Perdoname, perdón por haberte lastimado
—No, no te disculpes todavía. Primero tenemos que saber porqué nos disculpamos ¿No te parece?— le palmeó la espalda antes de separarse —¿Tomamos una taza de café?— le ofreció con una sonrisa melancólica.
Ranma se limitó a asentir retirando sus brazos hasta sus costados. Ambos regresaron a la sala acomodando los muebles desorganizados debido al altercado, en silencio, algunas piezas de un florero roto antes de que ella desapareciera hasta la cocina para preparar el café. Aún podría considerarse temprano en la mañana por lo que tenían todo el día para hablar
Una vez Akane regresó, ambos se sentaron a los respectivos extremos de la mesa sin atreverse a levantar la vista —Te ayudo— se ofreció él tomando la tetera de la bandeja para servir el café en una taza —¿Azucar?
—No, lo tomaré solo— respondió nerviosa. Ranma le pasó la taza con cuidado de no derramar el líquido para después servir su porción a sí mismo. Repentinamente ambos cayeron en un silencio incómodo interrumpido únicamente por el sonido de la cuchara chocando contra la cerámica
Ninguno habló realmente, se dedicaron a dar sorbos a su bebida enfrascados en sus pensamientos. Después de un par de tazas ella se aventuró a levantar la vista. Entonces lo vió gesticulando al tiempo que se tocaba la boca donde una cortada sobresalía de su labio inferior —Espera— dijo repentinamente deteniendo las acciones del muchacho. Se levantó yéndose por un momento para traer a cuestas el botiquín médico, sentándose a su lado le examinó de pies a cabeza buscando heridas. Luego extrajo el antiséptico, goteando ligeramente a una pelotita de algodón advirtió —Va a doler un poco— sin esperar respuesta presionó el objeto contra su labio enviando una ola de dolor punzante a todo su cuerpo
Ranma quería interrumpirla, sin embargo verla concentrada limpiando su labio lo dejó indefenso ¿Qué debía hacer? Ella tenía novio y probablemente no le gustaría enterarse de cosas como ésta ¿Verdad? A él le molestaría saber que su novia atendió a alguien más
Estaba cavilando cuando escuchó —Mano— observando la mano blanquecina de ella dudó en acercar la suya —Mano— volvió a repetir, esta vez añadiendo la acción de sujetarlo por los dedos atrayendo su extremidad en su dirección —Si así se ven tus nudillos, no sé cómo está Mousse— intentó aligerar el ambiente pero fracasó, en su lugar obtuvo una atmósfera mucho más sombría. Carraspeó un par de veces decidiendo no mencionar al joven chino. Por ahora

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Papel
FanfictionRanma y Akane se han distanciado después de terminar el instituto, sorpresivamente Ranma había logrado obtener un boleto a China y sin mirar atrás el muchacho se fue en busca de su cura Akane... Akane aprendió a superarlo, con el paso del tiempo Ra...