Esa mañana me desperté bien temprano con el propósito de pasar por casa de Daniel antes de que se fuera a la escuela.
Eso hice, sin embargo aunque esperé varios minutos, este no salía de su casa... pensé que de seguro por alguna razón ya se había ido, así que me apresuré a llegar entonces allá.
Al llegar a la escuela, los chicos estaban murmurando y hablando más de lo normal, pero recordé que faltaban unas semanas para el festival deportivo, y eso los emocionaba a todos.
Busqué a Daniel mientras me dirigía al salón pero no lo encontré. No había venido a la escuela.
Esto modificaba un poco mis planes iniciales, pero definitivamente hablaría con él ese mismo día aunque me tocara ir a su casa.
Al terminar las clases, me dirigí a casa de Daniel.
Toqué varias veces la puerta, pero solo unos minutos después la abrieron. Me estaba preguntando antes, si abriría su mamá o alguien de su familia pero lo hizo él mismo. Al ver a Daniel, la vitalidad y energía que había demostrado tener los anteriores días parecían haber desaparecido, lucia bastante pálido, tenía los labios prácticamente morados y su respiración sonaba entrecortada.
- ¿Qué tienes?- pregunté preocupada al verlo de esa manera, sin embargo no respondió; apenas pasé de la puerta, este se desplomó y yo lo detuve poniendo mis manos en su pecho.
Aún estaba consciente, pero parecía no poder mantenerse en pie. Tomé su brazo izquierdo y rodeé mi cuello para que se apoyara en mí y con sus indicaciones acerca de dónde quedaba su cuarto nos dirigimos ahí y lo acosté en su cama.
Se veía bastante mal y yo estaba muy asustada... Pensé en llamar a una ambulancia para llevarlo a un hospital, no sabía si lo que tenía era lo suficientemente grave para eso pero definitivamente era mejor prevenir que lamentar.
Tomé mi mochila y saqué mi celular, me dispuse a marcar el número de emergencias pero antes de hacerlo Daniel puso sus manos en el teléfono y negaba con la cabeza. De seguro sabía que me disponía a llamar a una ambulancia pero no quería que lo hiciera.
-Pero... ¿entonces qué quieres que haga?- pregunté nerviosa. Al poner sus manos en mi celular había tocado mis dedos y había sentido que su temperatura era altísima.
-Necesito... que... me... des... mi... cuader...no, por... favor....- dijo con una voz entrecortada, era obvio que hasta hablar le costaba mucho... pero entonces, ¿por qué me pedía algo así? ¿Por qué estando en ese estado sólo me pedía su cuaderno en lugar de una pastilla, un vaso de agua o algo por el estilo?
- ¿Tu cuaderno? ¿Pero por qué...? - comencé a decir, pero al ver que parecía serio al pedírmelo decidí hacerle caso. Saqué de mi mochila su cuaderno y se lo puse en sus manos.
Lo que pasó a continuación era algo que no podía creer... pensé que mis ojos estaban engañándome.
Apenas Daniel tocó su cuaderno, su vitalidad pareció volver, sus labios habían tomado el color habitual, su piel ya no se veía pálida y su respiración volvió a la normalidad.
No pude contenerme más... lo que había pasado era la gota que había rebosado la copa. Ese montón de cosas extrañas deberían tener algún tipo de explicación y no había nadie más adecuado que Daniel para decírmelo.
-¡¿QUÉ RAYOS FUE ESO?! - dije estallando en un grito -Y... ESE... CUADERNO... ¿CÓMO ES QUE TÚ...? ¿QUIEN O QUÉ ERES?
-Yo... soy Daniel Robbs, encantado de conocerte- dijo tendiéndome una mano y esbozando una sonrisa.
- No es momento para tus bromitas, Daniel- dije enfadada, no me di cuenta hasta entonces que lo había llamado por su nombre, producto del enojo- puedes pensar que estoy loca, pero vi que usabas esa cosa- señalé el cuaderno- con Peter y Rose, y de inmediato ellos... y ayer que lo olvidaste en mi casa vi varias fotos de parejas ahí y cosas escritas en un idioma muy extraño. ¿Puedes explicarme por favor? - dije todo eso a una gran velocidad, pero esperaba que él me dijera que estaba loca o que solo era una broma, o algo que sonara lógico. Lo que fuera, solo quería aclarar todo eso de inmediato.
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Enamorada de cupido
Teen FictionLa vida pacífica de Emily Watson se verá alterada cuando "cupido" llegue a su vida... literalmente. Daniel, un chico aparentemente normal esconde un gran secreto y necesitará la ayuda de ella para poder cumplir con su misión. ¿Cómo hará Daniel para...