El tan anhelado día había llegado. Había comprado el lindo vestido que me había gustado, además había comprado unas zapatillas que aunque eran un poco altas, combinaban bien con el vestido. Había decidido dejarme el cabello suelto porque posiblemente así luciría mejor que recogido, además eso haría que Daniel notara mi cambio de corte. No estaba segura de que lo notara, después de todo solo eran detalles, pero anhelaba que lo hiciera.
Daniel me había llamado para avisarme que pasaría por mí a las seis de la tarde, por lo que me daba tiempo para alistarme y no hacerlo esperar como me era costumbre. Entonces hice lo que tenía pensado, me di un largo baño, luego salí y me cambié colocándome el vestido celeste, las zapatillas de color plateado y el collar que Daniel me había regalado. Posteriormente me puse solo un poco de maquillaje. En realidad no estaba acostumbrada a ponerme mucho así que con un maquillaje sencillo era suficiente. Me puse el perfume que mi hermano me había adelantado como obsequio de navidad enviándomelo por la mañana, supuse que como disculpa por no poder pasar la navidad conmigo como era costumbre.
Verme usando un vestido, tan sofisticada e incluso usando zapatillas era absolutamente extraño. Por otro lado no estaba segura de poder caminar con normalidad. Las zapatillas resultaban un poco incómodas. Las puntas de mis dedos comenzaban a doler un poco. Bueno, era solo un pequeño dolor, no era la gran cosa. Podía resistir eso. Después de todo quería que Daniel me viera de esa manera.
Cuando estuve completamente lista, tocaron el timbre. Daniel había llegado. Él iba vestido de la forma en que suele hacerlo. Tenía puesto un jean de color negro, una camisa de color blanca y un abrigo de color negro también. Llevaba puesto unos zapatos tenis.
-Hola, Em...- dijo él cuando abrí la puerta. Me observaba de una manera tan profunda que yo sentía que sus ojos me atravesaban. Su expresión era de estupefacción. Estaba totalmente sorprendido.
-Hola, Daniel- lo saludé con una sonrisa. En realidad estaba nerviosa por la manera en que me miraba. - ¿sucede algo?- pregunté comenzándome a sentir incómoda. ¿Y si no le gustaba cómo estaba vestida? ¿Y si lo había decepcionado?
-No... bueno... ¿irás así?- preguntó. Eso confirmaba mi teoría. En definitiva no le gustaba cómo estaba vestida. Y tanto esfuerzo que yo había puesto en ello.
-Sí. Eso creo...- Dije sintiéndome algo decaída. No era esa la pregunta que yo esperaba.
-Ya veo... pero esa ropa...
-Ya sé. Pero no importa, deberíamos irnos ya.- Interrumpí. No quería escuchar de él que no lucía bien. Me habría cambiado de ropa de no ser porque no quería que llegáramos tarde a donde sea que él quería llevarme. Empecé a sentirme algo incómoda con la atmósfera que se había formado.
-Está bien.
Salí del apartamento cerrando la puerta al hacerlo. No podía ver a Daniel a los ojos. No es que estuviera enojada con él, pero no podía evitar sentirme mal por eso. Yo había dejado atrás mi estilo y me había puesto esa ropa que no iba muy bien conmigo solo para impresionarlo aunque fuera un poco. Pero todo resultó siendo un fracaso. No dije una sola palabra pero mientras íbamos en el auto pensé que no era culpa de él. Había sido yo quien había pensado en cambiar de estilo. Todo era absolutamente culpa mía.
-¿Y... a dónde vamos?- pregunté para romper el hielo y la tensión que se había formado entre nosotros. Por alguna razón Daniel tampoco me miraba, eso realmente me preocupaba.
-Hice una reservación en un restaurante. Ya estamos por llegar- respondió él mientras seguía conduciendo. Eso me sorprendió también. No imaginaba que él hubiera pensado en que tuviéramos una cena, juntos. Hasta había pensado que no tenía nada planeado y todo sería improvisado.
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Enamorada de cupido
Teen FictionLa vida pacífica de Emily Watson se verá alterada cuando "cupido" llegue a su vida... literalmente. Daniel, un chico aparentemente normal esconde un gran secreto y necesitará la ayuda de ella para poder cumplir con su misión. ¿Cómo hará Daniel para...