Lyan me tenía abrazada fuertemente. De verdad no podía creer que estaba frente a mí.
Lyan era una persona muy importante en mi vida. Fue mi mejor amigo desde la infancia. Solíamos ser vecinos cuando niños y cuando fuimos creciendo yo inevitablemente me enamoré de él. Pensé que él sentía lo mismo pero me equivoqué. Cuando tomé el valor de contarle decidí enviarle una carta que resumía todos mis sentimientos por él y donde decía que si él sentía lo mismo yo iba a estar esperándolo en la rueda de la fortuna del parque de diversiones central. Supe que recibió la carta pero a pesar de que lo esperé no apareció. Comprendí entonces que él no sentía lo mismo que yo y lo único que hice fue llorar los días siguientes a eso. Cuando supe que su familia se mudaría a otro país fingí que no me importaba y no salí para despedirme de él y en lugar de ir al aeropuerto a despedirlo me quedé en mi habitación llorando. Durante los días siguientes a eso me arrepentí por no haber ido pero decidí que para olvidarlo tenía que cortar todo tipo de comunicación con él y así lo hice. Por esa razón nunca más había dejado que otra persona entrara a mi corazón. Hasta que Daniel apareció.
-Siento que ha pasado una eternidad...- dijo Lyan después de abrazarme.
-Lo sé. También yo. Pensé que no regresarías nunca.- sonreí pero a pesar de ello no podía dejar de impresionarme el que lo tuviera frente a mí. De verdad pensé que se quedaría a vivir allá por siempre.
-Exagerada y fría como siempre.- me miró como antes solía hacerlo. Cuando me criticaba por mi manera de hablar. Luego posó sus ojos en Daniel- ¿Y él es...?
-Daniel Robbs. - respondió de inmediato ofreciéndole su mano- Su compañero de clases, mucho gusto.- eso me sorprendió un poco ya que Daniel no era solo un compañero de clases pero decidí dejarlo de esa manera.
-Yo soy Lyan Redwood. - dijo saludándolo con su mano. Luego me miró de nuevo- Solía ser amigo de Emily.- yo sonreí.
-Ya veo... - respondió Daniel pero de alguna manera se veía un poco alterado- Entonces los dejaré. Deben tener muchas cosas de las que hablar.- en eso podría tener razón pero él me había dicho que tenía algo importante que decirme.
-Sí... Daniel, pero...
-Te llamo luego, Emily. También tengo algunos asuntos que atender.- dijo y se alejó- Nos vemos.
-Bueno...- Me quedé un poco confundida pero aquello ya era normal en él. Daniel generalmente se comportaba de manera extraña y era difícil para mí entenderlo por completo.
-De verdad estás muy linda, Emily- dijo Lyan después de que Daniel se perdió de nuestra vista. Yo no sabía cómo mirarlo o qué decir. No estaba preparada para su regreso, de hecho no esperaba su regreso- Bueno, siempre lo has estado pero ha pasado tanto tiempo.
-Es verdad... pero esto... ¿no deja de ser incómodo, verdad?- Dije refiriéndome a lo que había pasado antes de que él se marchara. No habíamos quedado en buenos términos y ahora estaba aquí hablándome de lo más normal.
-Dímelo a mí.- dijo y después dejó escapar un suspiro- Pero no importa... tienes que contarme que has hecho durante estos años... ¿quieres tomar un café? Espera, es de ti de quien estamos hablando. ¿Chocolate caliente, verdad?- me sorprendió mucho que aún recordara mis gustos pero por otro lado me hacía muy feliz.
-Valla... aun recuerdas eso. - Dije sonriendo- Pues vamos, no rechazaría un chocolate caliente jamás.
-Lo sé.
Fuimos a una cafetería que estaba por allí cerca y yo seguía sin poder creer que Lyan estaba frente a mí.
-Tu sí que has cambiado mucho- dije observándolo. Ahora se veía mucho más alto, siempre lo fue pero ahora lo era más. Por otro lado su cabello se veía mucho más abundante y su piel parecía mucho más clara- te ves...
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Enamorada de cupido
Teen FictionLa vida pacífica de Emily Watson se verá alterada cuando "cupido" llegue a su vida... literalmente. Daniel, un chico aparentemente normal esconde un gran secreto y necesitará la ayuda de ella para poder cumplir con su misión. ¿Cómo hará Daniel para...