Capítulo 16: ¿Quiero acercarme más a ti?

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Daniel me llevó hasta la puerta de mi casa. Le dije que no era necesario pero él insistió. Supuse que aún quería aparentar ser un buen "novio" delante de mi mamá.

Toqué varias veces a la puerta pero nadie abrió. Eso era bastante raro. Generalmente a esa hora mi mamá aún estaría despierta. Dejé de tocar y saqué la llave de mi bolso. Abrí y las luces estaban apagadas. Al parecer mi madre no se encontraba en casa.

Prendí las luces e hice pasar a Daniel. Vislumbré una nota en la mesa.

"Algo surgió de improvisto en la empresa. Volveré pronto. Espero no demorarme. Creo que volveré antes del anochecer. Sin embargo si no lo hago, no es la primera vez que te quedas sola en casa. En el refrigerador te dejé la cena. Mamá."

Era cierto eso de que no era la primera vez que me quedaba a dormir sola en casa. Ya había pasado antes y estaba acostumbrada. Aunque la última vez que pasó fue hace tiempo ya. Algo muy importante o muy grave debía estar pasando en la empresa, ya que nunca antes se había requerido la presencia de mi mamá con tanta insistencia.

-¿Qué sucede?- preguntó Daniel, cuando yo terminé de leer la nota y posteriormente la volví a dejar en su lugar.

-Que mi mamá probablemente llegue más tarde- dije despreocupada- es lo que dice la nota.

-¿Entonces te quedarás tu sola?- preguntó posiblemente preocupado por ello. Obviamente una chica sola en una casa, cuando ya es de noche era algo de lo que preocuparse pero yo ya estaba acostumbrada- ya es de noche.

-Lo sé- dije tranquilamente- pero no te preocupes, no es la primera vez que sucede ni será la última. Ya estoy acostumbrada.

-¿Estás segura?- volvió a preguntar colocando un tono un poco escéptico. Tal vez pensaba que yo le estaba mintiendo solo para hacerme la valiente, pero obviamente ese no era el caso- si quieres puedo quedarme hasta que ella llegue.

-¡Ni loca!- negué rotundamente. Él y yo en casa solos, eso estaba en definitiva prohibido, no había una ley que lo dijera, pero sí lo decía la ley de mis propios pensamientos y principios- además no sé a qué horas llegue. Podría ser por la mañana.

-Con más razón- dijo firmemente. Al parecer estaba decidido a hacerlo. En esos momentos me preguntaba si estaba realmente preocupado o si solo lo hacía para burlarse de mí y hacerme algo cuando tuviera la oportunidad. En cualquier caso, algo como eso no quería averiguarlo por ningún motivo- no deberías quedarte sola toda la noche.

-Ya te dije que no importa...- negué de nuevo, frunciendo el entrecejo- ¡vete!

-Como quieras- dijo al fin.- Entonces nos vemos mañana, Emily. Y ya te dije... deja de sentirte culpable por lo que pasó con McLaren que tú no tienes la culpa de nada.

-Sí. Ahora sé que en ese tienes razón. - Dije dejando a un lado mi expresión de enojo para pasar a una de más tristeza. El tema con Melissa realmente me desanimaba por completo- Pero aun así me preocupa lo que Melissa pueda pensar.

-Debes dejar de preocuparte por ello y dejar que ella decida. Si pensar que tú tienes la culpa y dejarte de hablar o darse cuenta de la verdad y decirte, como yo, que no es tu culpa.- Al decir todas y cada una de estas palabras, su voz sonaba tan cálida y consoladora que era casi imposible creer que fuera el mismo Daniel que hacía unos minutos solo se burlaba de mí por ese estúpido juego.

-Gracias, Daniel... - dije con voz tímida. En principio no iba a agradecerle, pero él realmente podía ser de mucha ayuda cuando se lo proponía- por todo lo que hiciste por mí hoy.

-No hay de que, Niñita. - Dijo sonriendo- me divertí mucho.

-También yo.- sonreí. Parecerá extraño que no replicara al ser llamada niñita, pero que él me dijera que se había divertido, era algo que me hacía hasta tal punto feliz que dejaba pasar cosas como esas.

Enamorada de cupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora