Me desperté con un dolor de cabeza terrible. Mirando a mi alrededor sin comprender donde me encontraba. Pude darme cuenta entonces de que esa no era mi habitación, pero... ¿dónde estaba, entonces?
Mis ojos casi salen de sus órbitas cuando me di cuenta de que era la habitación de Daniel. ¿Pero qué estaba haciendo yo en ese lugar? El pensar no me favorecía mucho. Solo hacía que mi dolor de cabeza empeorara. Busqué para ver si Daniel se encontraba allí, pero no. En esos momentos solo estaba yo. Y en su cama.
Me levanté algo desorientada pensando en lo que había ocurrido. Algunas imágenes venían a mi mente... pero eran bastante borrosas.
Caminé hacia la salida, pero antes pude vislumbrar una nota que se encontraba en una mesa cerca a la cama.
"Tuve que salir a resolver un problema. Luego regreso y te explico lo que sucedió ya que supongo que no has de recordar mucho. Ve a casa. Anoche le envié a tu mamá un mensaje diciéndole que te habías quedado a Dormir en casa de Gabriela, por si te dice algo. No pienses nada malo, con esa mente pervertida tuya. Solo te llevé a mi casa y te dejé dormir para que tu madre no te regañara al verte así. Daniel"
-¿Pervertida? ¿Quién es pervertida? - pensé. Claro que no me había imaginado nada extraño. ¿Quién se cree que soy?
Tenía razón al pensar en que no recordaba mucho ya que hasta donde podía llegar mi mente, me acordaba de haberme divertido mucho en el karaoke con los amigos de Licy. Luego tuve una conversación con Tom... pero de ahí en adelante mi mente se nublaba un poco.
Hice caso a lo que Daniel dijo en la nota y me dirigí a casa. Al parecer mi madre había salido ya que fui a su habitación pero no se encontraba allí. Bueno, realmente eso me convenía un poco.
Tomé un largo baño en el que intenté recordar algunas cosas sin tener mucho éxito. Desayuné y luego me volví a acostar para que el dolor de cabeza se me pasara.
Después de un tiempo en el que pude descansar, me levanté y me dirigí hasta la sala. Me puse a ver televisión y me entretuve allí un buen rato. Minutos después tocaron a la puerta. En ese momento podría ser cualquiera... mi mamá o Daniel.
Sin embargo, cuando abrí la puerta. Pude darme cuenta de que no se trataba de ninguno de ellos. Me sorprendí enormemente ya que la verdad no esperaba ver a esa persona. Generalmente venía para mi cumpleaños pero... Oh por Dios... ¡Era mi cumpleaños!
-¡Tobby!- grité de emoción y me abalancé fuertemente en sus brazos.
-Feliz cumpleaños, Emy- me abrazó fuertemente- No sabes cuánto te extrañaba.
-Y yo a ti- me alejé para observar lo cambiado que estaba. ¿Cómo es posible que cambiara tanto en un año?
-Pero mírate... cada vez estás más linda- sonrió.
-Y tú- dije- cada vez más alto.
-Eso parece... ¿y no me vas a dejar pasar?- frunció el ceño.
-Claro que sí- respondí- adelante- lo hice pasar. Se dirigió hasta el sillón en frente de la televisión y se sentó allí.
-Y mamá... ¿no está?- preguntó.
-No. últimamente ha estado muy ocupada en la compañía- respondí y me fui a sentar junto con él.
-Sí... me ha dicho que ha estado difícil- dijo algo decaído.
-¿Aún estás triste por eso?- pregunté recordando que mi hermano era quien debería estar haciéndose cargo de la empresa. Después de que mi padre murió, se acordó que él la dirigiría, pero a él realmente no le interesaba el negocio familiar. Sin embargo por acatar la voluntad de mi papá él iba a hacerlo pero mi mamá no se lo permitió. Le dijo que se dedicara a lo que él realmente le gustaba y eso era la computación y tecnología. Y a eso se dedicaba ahora.
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Enamorada de cupido
Teen FictionLa vida pacífica de Emily Watson se verá alterada cuando "cupido" llegue a su vida... literalmente. Daniel, un chico aparentemente normal esconde un gran secreto y necesitará la ayuda de ella para poder cumplir con su misión. ¿Cómo hará Daniel para...