Ya era viernes y habían pasado varios días desde el incidente que Daniel había sufrido, me sentí aliviada cuando lo vi caminar con normalidad. Al parecer ya se había recuperado totalmente. No pude evitar sonreír al verlo tan saludable y lleno de energías. Incluso se puso a practicar de inmediato. Mi sonrisa se desdibujó cuando Jess se le acercó.
-¡Daniel! No sabes cuánto te he extrañado. – Expresó Jess con emoción cuando vio a Daniel- ¿Cómo te sientes?
-Ya estoy mucho mejor, gracias por preocuparte.- respondió él devolviéndole la sonrisa.
-Y que lo digas. Esto es un total aburrimiento si tú no estás.- hizo un puchero para atraer su atención. Deseaba no escucharlos pero por alguna razón no podía alejar mi mirada de ellos- Al menos para mí. ¿Te sientes bien para salir hoy?
-¿Salir?
-Sí. Los del club hemos estado planeando una salida para esta noche. Es bueno que ya estés mejor. Tienes que venir.- Quien planeó la salida fue Dylan. Todos se habían apuntado para asistir a un bar nocturno. En realidad no me habían dado ganas de ir, pero Dylan me había dejado claro que no podía faltar. Que sin duda tenía que ir. Y que si Daniel aparecía antes de la salida y se animaba a ir, era mucho mejor. Según él esa sería una oportunidad para que a Daniel le quedara claro que estábamos saliendo. No estaba muy segura sobre a qué se refería.
-Todos... ¿absolutamente todos los del club irán?- preguntó Daniel con interés.
-Sí.- asintió ella enérgicamente- El único que faltaba eras tú. Así que en definitiva no puedes faltar.
-Claro, iré.- aceptó.
-¡Genial! Esto será más divertido de lo que pensaba.- dijo guiñándole un ojo. Siguieron hablando pero yo ya no quise escuchar más. Me fui al centro de la cancha para empezar a calentar.
Al terminar las clases, me dirigí a mi apartamento y me arrojé sobre la cama. Cuando se hizo de noche me alisté para la salida con los chicos. Recibí un mensaje de Dylan diciéndome que pasaría por mí. Me coloqué un jean oscuro, una blusa de color azul con un estampado de flores. Me puse unos tacones no muy altos y con plataforma ya que así era más fácil caminar. Cepillé mi cabello y lo dejé suelto. Me puse aretes y me debatía entre ponerme el collar o no. No quería salir sin él, pero Daniel estaría allí y no era bueno que me lo viera puesto. Me debatí por unos minutos hasta que me decidí por ponérmelo. Después de todo ya le había aclarado a Daniel que solo me lo ponía porque era bonito. Me apliqué un maquillaje suave y luego me rocié perfume. Minutos después Dylan pasaba por mí en su moto de color negra.
-Oye Gleen, ¿qué no te cansas de tanto comer? – le preguntó Sabrina a Gleen esa noche cuando estábamos sentado todos en una mesa. Había mucha gente en ese bar. Muchos, al igual que nosotros estaban sentados hablando en una mesa mientras comían y bebían. Otros estaban de pie hablando con sus acompañantes y la gran mayoría estaban bailando al ritmo de la música.
-Oye a la otra- respondió Gleen rodando los ojos. Yo solo lo miraba divertida al observar su frente- Como si comiera corriendo.
-Pero comes demasiado- continuó Sabrina quien al parecer estaba aterrada al observar la cantidad de comida que Gleen podía digerir en tan poco tiempo. En realidad no era la única, creo que todos en la mesa nos hacíamos la misma pregunta. Ellos tenían que hablar un poco alto ya que debido a la música era difícil escuchar si hablaban más bajo.
-Hago mucho deporte- dijo mientras llevaba otro bocado de comida a su boca- debo comer para tener calorías que quemar.
-Sabes, es fácil adivinar lo que piensas- dijo Sabrina escondiendo una carcajada.
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Enamorada de cupido
Teen FictionLa vida pacífica de Emily Watson se verá alterada cuando "cupido" llegue a su vida... literalmente. Daniel, un chico aparentemente normal esconde un gran secreto y necesitará la ayuda de ella para poder cumplir con su misión. ¿Cómo hará Daniel para...