Capítulo 57: En casa

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Era sábado, yo me encontraba en mi apartamento viendo televisión ya que ese día no tenía clases en la universidad por lo que en las mañanas solía quedarme viendo series de televisión y por la tarde tomaba un taxi para dirigirme a casa de mi madre, donde me quedaba hasta el día siguiente. Estaba mirando la película "Piratas del caribe, la maldición del perla negra", me encantaba el capitán Jack Sparrow y la actuación de Johnny Depp en esas películas. Ya estaba a punto de terminar y esperé a ver qué película seguía. Cuando "Destino final" apareció de título, lo pasé. Aun recordaba cuando de niña la había visto y no paraba de pensar que cualquier cosa a mi alrededor era un factor que podría contribuir a mi letal muerte. Alguien a quien incluso algunos capítulos de "Gravitty Falls" le dieron miedo, no es apta para ver esa película aunque dijeran que no daba absolutamente ni pizca de miedo. Llegué a la conclusión de que no era que yo fuera muy miedosa, todos los demás tenían voluntad de hierro.

Miré en mi celular y me di cuenta de que era la hora en que normalmente tomaba el taxi para ir a casa de mi mamá. Al ver el celular, recordé que Daniel había quedado de llamarme, pero aún no lo había hecho.

Entonces dejé mi celular en el sofá, apagué el televisor y me dispuse a tomar un baño. Después de aproximadamente media hora, salí y entonces me dirigí a mi cuarto en donde me cambié poniéndome un pantalón jean, con unos zapatos tenis, una camisilla color negro con un estampado de gato, mi animal favorito. Me coloqué también el collar que Daniel me había regalado y me dejé el cabello suelto. Salí de mi cuarto tomando las llaves, cartera, celular y demás, metiéndolo todo en mi bolso.

Ya iba justo a salir del apartamento cuando recibí una llamada de Daniel.

-Hola... ¿cómo amaneciste?- preguntó. Al escuchar su voz me llenaba de entera felicidad.

-Muy bien- contesté - ¿y tú?

-Bien... pero ahora que escucho tu voz mucho mejor.- me quedé en silencio al escuchar eso, aun resultaba extraño oírlo hablar así- Por cierto... ¿estás en tu apartamento?

-No... Sí... bueno, en realidad voy de salida.- respondí ya que justo estaba en la puerta pero aún no la había cerrado.

-¿Y eso?- preguntó y en ese momento se podía escuchar el ajetreo y los murmullos de algunas personas. Probablemente estaría en su trabajo- ¿A dónde vas?

-A casa de mi mamá. - Respondí- Siempre voy a verla los fines de semana.

-Mmm... "Deja de molestar, Zac"- escuché decir a Daniel, quizás se estaba dirigiendo a algún compañero de trabajo- ¿quieres que te lleve?

-¿Eh? No... No es necesario- dije, aunque a decir verdad quería que lo hiciera. Quería verlo en ese mismo momento- yo voy a tomar un taxi.

-Pero no es ningún problema, yo- "Daniel, necesito que revises esto un momento"- escuché una voz grave, confirmé entonces que estaba en su lugar de trabajo y que al parecer estaba ocupado.

-No te preocupes- dije intentando sonar animada, para que no notara que me entristecía no verlo ese día- Al parecer aun estás ocupado... puedes llamarme luego. Estaré de vuelta mañana por la tarde.

-Está bien.- dijo luego de que todo quedara en silencio- Entonces... creo que nos veremos mañana.

-Sí. Esfuérzate mucho.

-Gracias... "Daniel... ¡apresúrate!" lo siento debo irme. "¡Daniel!" te llamo luego.- dijo entre interrupciones por parte de quien supuse era su jefe.

-Bueno. Nos vemos.- me despedí y colgué. La verdad era que quería verlo de inmediato, pero escuchar su voz ya me hacía muy feliz, además solo sería un día. Si todo salía bien, lo vería al día siguiente. Cerré la puerta y caminé hasta la carretera donde después de un rato tomé el taxi que me llevaría a casa de mi madre.

Enamorada de cupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora