Seguía llorando hasta que escuché aquella voz que me llamaba. Al girar y observar bien, pude darme cuenta de que se trataba de Licy. Ella se acercaba rápidamente con un rostro de preocupación.
-¿Por qué estás llorando, Emily?- preguntó cuándo se hubo acercado lo suficiente- ¿Qué sucedió?
No pude articular una sola frase. Me abalancé sobre ella llorando sin encontrar consuelo. Ella pareció entender que no era momento de preguntar más porque simplemente se quedó callada y me daba palmadas en la espalda.
Ella me llevó a casa y me acompañó hasta mi habitación. Allí empezó a preguntarme qué me pasaba pero yo simplemente le agradecí y le dije que en esos momentos quería estar sola. Ella amablemente me dio otro abrazo y luego se marchó.
Tomé la cámara y empecé a observar las fotografías. Entre risas y llanto recordaba cada uno de esos momentos y muchos otros que no quedaron plasmados en fotografías pero sí en mi corazón. En ese momento comprendí que nadie puede sentir amor sin probar sus lágrimas.
Me acosté observando el techo de mi habitación. A pesar de haber pasado solo unas horas, ya lo extrañaba demasiado. Me acerqué a la mesa de estudios y tomé la fotografía que había impreso. Me acosté abrazando aquella fotografía en la que Daniel y yo sonreíamos llenos de felicidad. Después de un rato, entre lágrimas me quedé dormida.
.........-Ya se te hizo tarde- medio escuché que mi mamá me levantaba- llegarás retrasada a la escuela.
-¡Es verdad! Y hoy hay un examen final- me levanté bastante preocupada. Ese examen era muy importante y no podía darme el lujo de perderlo.
Me levanté de la cama y una fotografía cayó al suelo. La recogí y la observé. Era la foto que me había tomado Licy en el viaje escolar.
-No me habías mostrado esta foto. Sales sonriendo muy linda aquí- dijo mi mamá después de quitarme la foto de las manos.
-Es que creo que me veo rara- le dije y luego me apresuré a entrar al baño.
-Siempre dices lo mismo- alcancé a oír antes de abrir la regadera. Tomé un rápido baño y luego me coloqué el uniforme. Bajé y sólo tomé una tostada y algo de chocolate caliente.
-¿No vas a comer algo más?- preguntó mi mamá un poco enfadada.
-Lo siento, pero voy tarde. Tengo dinero. En la escuela me compro algo- me despedí dándole un beso en la mejilla y salí de casa.
-Aún no se muda nadie- murmuré al pasar por la casa vecina. Después de que los Williams se cambiaron a otra ciudad nadie más había ocupado esa casa. Eso me parecía bastante extraño ya que era una casa muy bonita, bueno... al menos lo era por fuera.
Espabilé y corrí hasta la escuela. Al llegar al salón la maestra ya se encontraba allí.
-Buenas- la saludé cortésmente entrando con temor.
-Como siempre tarde. Cuando aprenderá, señorita Watson- me sermoneó.
-Cuando yo saque un 10 en su materia- respondió Jordan, y para aclarar era el chico menos aplicado de toda la escuela. Siempre sacaba cero en matemáticas. Toda la clase rió.
Cuando las primeras clases terminaron me dirigía al baño pero antes de llegar me encontré con Licy.
-¿Ya estás mejor?- preguntó con preocupación.
-¿Mejor?- inquirí ya que no entendía a qué se refería.
-Sí... me refiero a lo que pasó ayer- dijo segura, en ese momento pequeñas lagunas de recuerdos vinieron a mí- que me llamaste para que fuera a buscarte y te encontré llorando...
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Enamorada de cupido
Teen FictionLa vida pacífica de Emily Watson se verá alterada cuando "cupido" llegue a su vida... literalmente. Daniel, un chico aparentemente normal esconde un gran secreto y necesitará la ayuda de ella para poder cumplir con su misión. ¿Cómo hará Daniel para...