Llegamos a casa y él suavemente me bajó de su espalda. Mi mamá esta vez sí se encontraba en casa y cuando abrió la puerta y vio el estado de mi pié se preocupó y nos hizo pasar a Daniel y a mí rápidamente.
-¿Qué sucedió?- le preguntó mi mamá a Daniel. Ambos se encontraban de pie y yo estaba sentada en el sofá.
-Fue un accidente, Sofía- dijo Daniel dirigiéndose a mi mamá... a mí aún me causaba un poco de gracia y me resultara extraño que la llamara por su nombre- sucedió mientras jugaba un partido de Voleibol en la escuela.
-Ya veo- dijo mi mamá con un tono preocupado, luego se giró y se dirigió a mí- y ¿cómo te sientes? ¿Quieres que te lleve al hospital?
-No mamá, no te preocupes... la enfermera de la escuela me dijo que no era grave- dije sonriendo para mostrarle que me encontraba bien y que no debía a preocuparse.
-Bueno... pero supongo que te duele- dijo mirando mi pie- así que iré a la farmacia por unos analgésicos... ahora regreso.
-No, mamá. No es...- dije para ser interrumpida por ella. Cuando se le metía una idea en la cabeza, no había quien se la sacara.
-Claro que sí- dijo seriamente- tú puedes quedarte a cuidar de ella mientras regreso- miró a Daniel- ¿cierto, Daniel?
-Por supuesto- respondió él.
-Bien... ya vuelvo.- dijo alejándose para salir de la casa.
-Está bien- dije dándome cuenta de que ya no tenía otra opción. De que dijera lo que dijera ella iría... y en realidad era mejor, ya que el dolor estaba volviendo a pronunciarse y los analgésicos realmente podían ser de ayuda.
-Creo que yo necesito esos analgésicos más que tú- dijo Daniel sentándose en el sillón también.
-¿Tú? ¿Por qué?- pregunté confundida. Él obviamente no tenía nada. ¿Por qué necesitaría analgésicos?
-Cargarte todo el camino hasta acá- dijo fingiendo sobar su espalda- fue realmente agotador... pesas un montón.- De muevo caía en sus juegos. Tenía que acostumbrarme más a esperar cosas así de él. Resultaba tan impredecible que me enfurecía.
-Sí, sí. Como digas... Daniel...- dije recordando algo muy importante que tenía que preguntarle y que con todo lo del accidente se me había olvidado.
-¿Si?- dijo el volviéndose para mirarme.
-¿Qué quieres?- pregunté recordando que con lo que había pasado, no habíamos hablado bien acerca de la apuesta, que desafortunadamente yo había perdido.
-¿A qué te refieres?- preguntó él algo confundido.
-Ganaste ¿no?- dije sacando a la fuerza la palabra "ganaste" realmente había preparado muchas veces la palabra "gané"- así que ahora me pedirás algo a cambio... bien. ¿Qué es?
-Oh... lo había olvidado, claro...- Se formó una enorme sonrisa de satisfacción que yo quería borrar de inmediato- que yo gané... gracias por recordármelo, señorita perdedora.
-Habla de una buena vez... ¿qué es lo que quieres?- volví a preguntar enfadada.
-Bueno... yo... mmmm... no, te diré después... ahora realmente debes preocuparte por recuperarte... no quiero darte más problemas- él sonrió ante la impresión que me dio al escuchar la palabra "problemas" ¿qué tipos de problemas iba a causarme? Siempre le había gustado molestarme así que quizás algo así pueda ocurrírsele... no tenía ni idea pero supuse que tenía un poco de razón... en ese momento, yo tenía que preocuparme por cuidarme para que mi pie sanara rápidamente.
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Enamorada de cupido
Teen FictionLa vida pacífica de Emily Watson se verá alterada cuando "cupido" llegue a su vida... literalmente. Daniel, un chico aparentemente normal esconde un gran secreto y necesitará la ayuda de ella para poder cumplir con su misión. ¿Cómo hará Daniel para...