Enamorada de cupido

Capítulo 37: Regalo de cumpleaños

Me quedé unos minutos observando el panorama, todo lucía verdaderamente hermoso. La luna iluminaba divinamente la playa y las olas hacían un sonido que ayudaba a relajar. Me puse a pensar en lo que acababa de suceder que aún era algo difícil de creer para mí.
...

Luego de un rato me regresé a mi habitación y me aventé sobre mi cama. Suspiré profundamente y luego me levanté para ponerme la ropa de dormir. Cuando terminé de vestirme mi celular timbró como advertencia de que había llegado un nuevo mensaje. Tomé mi celular y vi que era de parte de "Cupido idiota", mi corazón dio un vuelco de nuevo. Me pregunté si debería cambiar ese nombre de contacto, pero ya que resultaba divertido decidí dejarlo así.

Cupido idiota: "En estos momentos estás odiándome ¿verdad? Por desaparecer en un momento así."

Yo: "Sí. Tienes razón. De verdad te odio en estos momento (7n7)"

Cupido idiota: "Lo imaginaba. De verdad lo siento, en realidad traté de que no ocurriera pero no pude. Tal vez fue una emoción muy fuerte. Creo que tendrás que besarme muchas veces para que me acostumbre a ello y ya no lo haga. ¿Qué dices?"

De verdad en un momento así... ese tipo no cambiaría nunca. Bueno, realmente me gustaba de esa manera.

Yo: "Ni en tus sueños (u.u)"

Cupido Idiota: "Eso crees tú. No imaginas las cosas que haces en mis sueños."

Cuando creo que estoy acostumbrada a sus juegos, sale con algo como eso.

Yo: "Adiós. Zzzz"

Cupido Idiota: "Lo siento, lo siento. Era broma...mmm no, no lo era. Por cierto, tengo algo que decirte pero no puede ser por mensajes. Mañana te lo digo en persona. "

Yo: "Está bien. Nos vemos mañana entonces."

Cupido Idiota: "Bien. Descansa"

Yo: "Que duermas bien"

Cupido Idiota: "Dudo que sea capaz de dormir, pero trataré. Hasta mañana"

En eso no podía estar más de acuerdo, tampoco estaba segura si podría dormir después de todo lo que había ocurrido. No estaba segura de cómo sería nuestra relación en adelante, y eso me hacía sentir feliz pero al mismo tiempo me ponía algo nerviosa.

Al siguiente día de excursión, nos correspondía visitar la casa más antigua de aquel pueblo. El profesor dijo que muchas leyendas estaban inspiradas en aquella casa. Era realmente acogedora pero se notaba lo vieja y abandonada que estaba. Tomé muchas fotografías porque de seguro servirían para algún proyecto que mandarían a hacer después.

Yo estaba agrupada con Licy, ella tomaba nota de todo. A pesar de no estar en la misma clase habíamos planeado que ella haría las anotaciones y yo tomaría las fotografías ya que ella no tenía cámara. Realmente me gustaba tomar fotografías, pero no de mí... sin embargo debido a que Licy quería tener recuerdos de que estuvimos juntas en un lugar tan bonito me tomé muchas fotos con ella en los diferentes lugares a los que habíamos ido.

Había también allí, cuadros, pinturas y artefactos muy antiguos pero interesantes. Por un momento busqué a Daniel entre la multitud pero no pude verlo. Me preguntaba qué era aquello que tenía que decirme en persona.

-Esa de ahí- dijo el profesor señalando una silla bastante vieja con unas cintas en los reposabrazos, que daba la impresión de que ataban a las personas a ella- es donde se dice, torturaban a las personas que se acercaban a robar. Hace muchos años un ladrón fue torturado allí hasta morir y se dice que actualmente su espíritu aún sigue vagando en este lugar. Una de las tantas leyendas creadas alrededor de este sitio.