Luego de quedarnos debajo de la sombrilla por un rato, Daniel se puso de pie y me tendió la mano para que yo me levantara.
-Vamos- dijo al darme la mano.
-Ok- dije con algo de timidez en mí, levantándome ya que me encontraba en traje de baño y Daniel iba a verme.
-Sabes... creo que cuando estás celosa también te ves muy linda- dijo para molestarme como solo él sabía hacerlo. Siempre encontrándole lo positivo a todo. Luego, inconscientemente se mordió el labio.
-No hagas eso- dije refiriéndome a lo último.
-¿Qué cosa? - Preguntó confundido- decir que te ves linda...
-No, me refiero a... ¡olvídalo!
-Tú definitivamente estás loca, niñita. Pero no te preocupes- dijo palmando mi cabeza- ... aun así me gustas.
-Si tú lo dices- dije tratando de sonar indiferente cuando en realidad sus palabras me hacían cada vez más feliz. Además de que estaba nerviosa ya que íbamos tomados de la mano. Pensé que después de habernos besado algo como tomarse de las manos no significaría mucho pero me había equivocado. Tener su mano unida con la mía, me hacía sentir la calidez que él emanaba.
-Por cierto- dijo deteniéndose para mirarme de arriba abajo, de alguna manera me hacía sentir incómoda. Me pareció ver que se sonrojaba bastante y apartó su rostro hacia otro lado.
-¿Qué sucede?- pregunté con curiosidad.
-Es solo que... luces muy bien en ese traje de baño- volvió a mirarme y definitivamente estaba sonrojado pero trataba de disimularlo sonriendo. Yo no pude hacerlo ya que me avergoncé terriblemente. Él agarró aún más fuerte mi mano.
-Mmm... ¿Gracias?- dije totalmente avergonzada. Él simplemente sonrió y continuamos caminando.
En la orilla de la playa pude vislumbrar a Licy que se bañaba con sus amigos y parecían divertirse mucho.
-Hola Emy, hola Daniel- saludó Licy cuando se acercó a nosotros.- ¿no piensan bañarse?
-No, realmente yo creo...
-Por supuesto que sí- dijo Daniel cargándome sin dejar que terminara mi oración. Siempre hacía ese tipo de cosas. Corrió directo al mar conmigo en sus brazos y solo me bajó cuando estábamos a una ligera profundidad. Al bajarme, el agua me cubría hasta mi pecho. Prácticamente asesiné a Daniel con la mirada.
-¿Qué?- Preguntó y parecía bastante divertido.- no me digas que también le temes al agua.
-No... ¿Acaso crees que le temo a todo?
-Viniendo de ti podría creer que sí.- aseguró.
-Pues no...- negué de inmediato- pero aún no quería meterme al agua y...
-A ti te gusta discutir conmigo ¿no?- Dijo entrecerrando sus ojos.
-¿Qué? No, yo...
-Sí... realmente eres una gruñona- dijo tomando mis mejillas y pellizcándolas.
-¿Cuándo dejarás de hacer eso?- pregunté recordando que veces antes lo había hecho. Al parecer se le estaba volviendo un hábito.
-Cuando me canse- dijo sin dejar de pellizcar mis mejillas. Nunca he entendido por qué hace algo como eso pero no se lo preguntaré. Nunca se sabe con qué tipo de respuestas saldrá.
-¿Y eso es...?- pregunté fingiendo interés en la pregunta cuando sabía que iba a salir con alguna de sus extrañas respuestas que no son ni siquiera respuestas concretas.
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Enamorada de cupido
Teen FictionLa vida pacífica de Emily Watson se verá alterada cuando "cupido" llegue a su vida... literalmente. Daniel, un chico aparentemente normal esconde un gran secreto y necesitará la ayuda de ella para poder cumplir con su misión. ¿Cómo hará Daniel para...