Capítulo 14

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T A K E M E D O W N

Tómame ahora
Por favor, deshazte de mi cadena de dolor
Si puedo escapar
Como fuego creciente
Estoy bajo la lluvia de nuevo
Si puedo evitarlo
¿Me puedo volver aburrido?

—¿Cómo llegaste a la guarida de Christopher? —pregunta Jackson después de un rato viajando por la carretera. Caleb mira por la ventana intentando tranquilizarse. Está ahí porque quiere ayudar, necesita ser de ayuda para ellos. Pero su corazón sigue latiendo tan rápido como antes y Jackson lo escucha, así que ese es su intento de calmarlo.

—Me salvó —dice sin moverse—, de Joshua Layton.

—¿Joshua Layton? Diablos, estabas metido en un buen problema. —Caleb asiente—. Aún así, me parece extraño que te salvara. Christopher no es la clase de sujeto que va por ahí salvando gente.

—También salvó a Jasper —Caleb lo mira luciendo confundido. Jackson mueve la cabeza. Parece despreocupado aunque maneje a exceso de velocidad.

—Dos personas contra miles que ha asesinado. A eso me refiero. Christopher no deja sobrevivientes, no se tienta el corazón para matar. Jasper era un caso extraordinario, el único que había salvado desde que el Consejo lo adoptó. Si le preguntas la razón te mandará al diablo. Y ahora tú también. —Jackson sonríe, genuinamente divertido—. Incluso dice que eres suyo.

—Solo lo dijo para que Erick se alejara —explica sin mucha convicción. Su mirada ha vuelto a la ventana.

—¿Tú crees? Conozco a Christopher desde que llegó al Consejo. Siempre he sido un Caitiff, pero solía trabajar para ellos también. Vi todo lo que le hicieron —su tono de voz cambia y eso obliga a Caleb a mirarlo—, vi en lo que lo convirtieron. Le llenaron la cabeza de basura y él se lo creyó todo. Aprendió a matar, por las malas. Aprendió a luchar y a defenderse porque su vida dependía de ello. Esos bastardos del Consejo no son mejor a los demás vampiros, créeme. No puedo ni contar las veces que Christopher pasó la noche tirado en el patio, con más de un hueso roto. Así lo conocí. Me compadecí de él una ocasión y lo ayudé a volver a su habitación. Era un niño, ¿sabes? Lleno de golpes, heridas, agonizante. Nunca lloró, le doy crédito por eso. Quizá por eso es más vampiro que humano. Fue lo que lo mantuvo vivo.

—¿A donde quieres llegar con esto? —pregunta con voz temblorosa. Puede imaginar a Christopher siendo un niño con la espalda abierta llena de azotes y eso hace que se le cierre la garganta.

—¿Tú crees que Christopher va por ahí diciendo que 'alguien' es suyo? No, chico. Christopher es diferente. Si quería que Erick se alejara le habría disparado. Es un vampiro, no habría muerto, le habría causado un daño que sanaría con el tiempo. Ni siquiera tenía que defenderte. Yo sujetaba a Erick, lo conozco, sé como controlarlo. Christopher lo hizo porque quiso hacerlo.

Caleb se queda en silencio mirando hacia el frente. No sabe que significa todo eso. No sabe que quiere decir que Christopher lo haya reclamado como suyo y quizá no debería de sentirse tan emocionado como lo hace.

—Estamos por llegar. En cuanto entremos, quítate el abrigo y no te apartes de mí. Que la marca sea visible todo el tiempo. —Caleb asiente y se guarda el celular en la bota izquierda, la navaja está resguardada en la derecha. Jackson toca su brazo y Caleb se aleja en un movimiento involuntario—. Escucha, se supone que eres mi esclavo, tiene que gustarte que te toque. Incluso tienes que buscarlo. Si queremos engañarlos, tendrás que poner de tu parte.

—Lo siento. Lo haré. —No está convencido de poder hacerlo, pero va a intentarlo.

Lo primero que Caleb ve es una pared de concreto mucho más alta de lo normal. Es tan grande que no alcanza a ver dónde termina. La recorren por unos minutos hasta que llegan a la entrada principal, donde dos gigantescos portones plateados se abren permitiéndoles entrar. La mansión está justo en medio del pasto y los arboles que lo adornan. Es enorme, Caleb está seguro de que nunca ha visto una igual. Las luces la convierten un foco brillante en medio de la oscuridad. Hay una hilera de autos que se estacionan enfrente de la puerta para que sus ocupantes bajen. Caleb exhala, lento y silencioso. Tiene que calmarse, lo hace para ayudar a Christopher.

BáthoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora