G O O D B Y E
No te vayas
No digas que me vas a dejar
No me dejes atrás, en los recuerdos
No te fijes en mis lágrimas que no pueden retenerte
Simplemente no te vayas
Cuando el hoy termine, siento que el mañana será diferente
Hasta el día en el que nos encontremos de nuevo
AdiósHay nieve cayendo alrededor de la casa y las maderas improvisadas poco pueden hacer para salvarlos del terrible frío que parece aumentar cada día. La navidad se acerca, pero ninguno tiene tiempo de pensar en ella. Caleb considera, por un momento, que la última que pudo celebrar con Christopher fue una buena manera de decirle adiós a todo.
—Estamos perdiendo la guerra.
Lo saben. Todos lo saben y nadie puede negarlo. Un silencio precede a la voz se Sy y los pocos valientes que se atreven, miran alrededor. Caleb es uno de ellos y es inevitable sentir una decepción creciente en los rostros que observa. El número ha reducido considerablemente, incluso los pocos que quedan están heridos y cansados. Era momento de aceptarlo, de cualquier modo. Los aliados están demorando mucho en llegar. El grupo de cazadores liderado por Mateo debía de haber llegado dos semanas atrás, pero, según el último mensaje que recibieron, estaba lidiando con un 'asunto de suma importancia' y no sabían cuándo llegarían. Las manadas que Cole había llamado llegarían, en algún momento. No fueron muchas las que respondieron, pero cualquiera era mejor que nada. Los vampiros eran más difíciles de conseguir porque no muchos se atrevían a rebelarse contra el Consejo. En otras palabras, están solos. Están solos y son vulnerables. Son pocos y no resistirán otra batalla.
—A este paso moriremos todos antes de siquiera poder terminar con el Consejo. Ni hablar de los Ribellu —dice Christopher de pie al lado de Sy, con los brazos cruzados. A su lado está Jackson, sin una sonrisa en el rostro, pero con una actitud más relajada que los demás.
—¿Qué sugieren entonces? —pregunta Gaye de pie detrás de uno de los sillones que aún sirven. La escena resulta un poco graciosa. Tanto lobos como vampiros, cazadores e híbridos están acomodados en un diminuto espacio que los obliga a estar hombro contra hombro.
Chris mira a Caleb por un momento antes de responder. El chico ya lo sabe, lo hablaron antes, mucho antes de que se hiciera esa reunión. Christopher se lo dijo a él lejos de la casa, en un sitio donde nadie los escuchara. Caleb no lo entendió al principio. Se molestó, gritó, protestó. Chris esperó con paciencia hasta que se calmó. Lo abrazó entonces, con toda la fuerza que pudo y volvió a explicárselo.
Caleb no lo comprende del todo, pero va a permitirlo, tan solo porque confía en Christopher.
—Los vampiros y yo nos iremos. Vamos a desviar la atención del Consejo lejos de ustedes.
—¿Y nosotros? —cuestiona Cole—. El Consejo sabrá que no estamos contigo.
—No les importará. Todos escucharon a Joshua. El Consejo quiere mi cabeza. Nos seguirán a nosotros y ustedes van a ocultarse hasta que los aliados lleguen. Hasta que podamos volver a luchar.
—Separarnos nunca ha sido la mejor opción —protesta Jasper. Es evidente que se opone a eso.
—Los vampiros son más rápidos y silenciosos. Podremos recorrer una distancia mayor sin ser atrapados.
—Supongo que no van a mandarnos una postal —dice Gaye—. ¿Cómo sabremos cuándo reagruparnos?
—Vamos a cortar todo el contacto con ustedes —responde Jackson—, si el Consejo rastrea al menos una llamada o un mensaje, sabrán dónde están.

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Báthory
VampirosCaleb vive una vida normal. Tiene un buen trabajo, amigos, un perro y un maravilloso novio. Pero, una noche Caleb descubre que su novio no es nada de lo que él imaginó y pronto su vida se ve envuelta en un torbellino de vampiros, licántropos y cosa...