H O L D O N
¿Puedes escucharme gritando "¡por favor no me dejes!"?
Espera, yo aún te quiero
Vuelve, yo aún te necesito
Déjame tomar tu mano, haré que estés bien
Juro que te amaré toda mi vida
No quiero dejarte ir
Sé que no soy tan fuerte
Solo quiero escucharte diciendo "cariño, vamos a casa"Caleb sube las escaleras tan rápido como puede. Sus piernas no responden de la misma forma, está herido y sus músculos entumidos no parecen ceder. No le importa. No está dispuesto a rendirse. Se lo llevaron, pero él no puede aceptarlo. No lo hará. No sabe qué debe hacer ni por dónde comenzar y eso le da igual. Se ocupa de revisar la maleta de Christopher buscando lo que pueda serle útil. No sabe qué es en realidad. No encuentra armas, sabe que esas se fueron con el Celat, pero hay muchas municiones. No se detiene, solo toma la maleta y se gira hacia la puerta. Ahí está Jasper con sus ojos vidriosos, mirándolo.
—¿Qué haces?
—Voy a ir por él.
—Caleb, no puedes ir solo. No tienes la menor idea de dónde buscarlo. Mírate, estás herido y tú no sanas como nosotros y-
—¡No me interesa! No puedes pedirme que me quede aquí a descansar sin él.
—Caleb...
—¡No! Se llevó a mi novio creyendo que tiene el derecho de hacerlo y yo voy a demostrarle que no es así. Christopher me pertenece tanto como yo a él. ¿Cree que no haré nada porque soy un humano? Pues está equivocado. Y si tú piensas que me quedaré de brazos cruzados sabiendo que lo está torturando, estás demente.
—Caleb. —Jasper lo sujeta del brazo cuando intenta pasar a su lado—. También quiero recuperarlo, también lo necesito aquí, pero lo único que vas a lograr es que te maten.
—Si él no vuelve, ya lo lograron.
Caleb se libera de su agarre y baja las escaleras. Ni siquiera presta atención a la manada que mira su caminar hasta que toma su bate y se dirige por la misma dirección donde ellos se desaparecieron. No llega muy lejos cuando los lobos lo alcanzan trotando y se detienen a su lado.
—No vas a llegar a ningún lugar caminando —dice Erin montada en un caballo traslucido. Le hace una señal hacia el segundo caballo que se detiene junto a Caleb—. Vamos por él.
🥀
No tienen que buscar demasiado. El rastro que dejaron los neonatos los guía directamente hacia la ciudad. Los escucharían entrar si no es que ya escuchan sus latidos. Es una trampa y todos lo saben. Están entrando directamente a una batalla para la que ninguno está preparado. No están demasiado lejos de los límites de la ciudad cuando Jane y Vico cierran el paso. Solo ella se transforma para poder hablar.
—No podemos luchar ahora. Está anocheciendo y los neonatos serán más fuertes de noche. Esperemos a mañana.
—No podemos esperar —replica Caleb entre dientes.
—Si atacamos ahora ninguno va a salir vivo de ahí. ¿Quieres salvarlo? Tienes que atacar de día. Quizá los vampiros se adaptaron para salir en la luz del sol, pero eso no los hace menos débiles. Míranos. Mira lo que nos hizo un grupo de neonatos durante el atardecer. Si entramos de noche, será una masacre. No voy a exponer a mi manda a eso.
—Caleb —dice Jasper a su lado en su forma humana mientras toma su mano—, lo rescataremos. Te lo prometo.
Caleb no tiene más opción que aceptar. Todos se acomodan ahí en medio del bosque. Algunos se recargan contra los árboles, otros se recuestan contra ellos y todos se disponen a descansar un poco. Caleb no, por supuesto. Ni siquiera aunque lo intente porque con el simple hecho de cerrar los ojos, lo único que ve es esa última mirada de Christopher. Solo escucha su voz diciéndole que es su culpa, que él lo volvió humano y por eso se lo llevaron. Si hubiera sido el maldito Celat de siempre, eso no habría sucedido.

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Báthory
مصاص دماءCaleb vive una vida normal. Tiene un buen trabajo, amigos, un perro y un maravilloso novio. Pero, una noche Caleb descubre que su novio no es nada de lo que él imaginó y pronto su vida se ve envuelta en un torbellino de vampiros, licántropos y cosa...