Báthory

Capítulo 23

F O R M I D A B L E

Deberías saber
Que puedo parecer desinteresado
¿Puedes notarlo?
No romperé tu corazón
Si puedes romper mi hechizo
Sí, sí, sí
Puedo morir junto a ti
Solo házmelo saber

—¿Que ustedes qué? —Christopher luce mucho más molesto de lo que Caleb lo ha visto antes y eso es aterrador.

—Nos besamos, una vez —responde Jackson con tranquilidad y hojea una revista gastada. Los ojos del Celat se colocan sobre Caleb y el chico solo atina a negar.

—No, no fue así. Bueno, quiero decir sí, pero no de la forma en que tú crees. Christopher... —El Celat se da la media vuelta y desaparece ante ellos. Caleb coloca ambas manos en su rostro y murmura—. No, no. Dios, no.

—No sabía que era un secreto —habla Jackson aún sin interesarse en el tema.

—¡No tenias por qué decírselo a Chris!

—Hacía falta algo diferente en este lugar —comenta Jasper, divertido—, todo estaba siendo tan monótono.

—Jas...

—Ah, no. Tú te metiste en esto. Tendrás que ver la manera de resolverlo.

—Los odio. A ambos.

Ninguno responde porque parece ser que sus problemas amorosos no le interesan a ninguno de los dos. Caleb sale hacia el patio y mira a su alrededor. Encontrar a Christopher no será algo fácil, en especial porque el Celat se esfumará tan pronto escuche sus latidos. Así que Caleb tiene solo una opción, no es una muy brillante, pero si no puede llegar al Celat, tendrá que atraerlo hacia él. Por esa razón se encamina hacia el bosque y sube el conjunto rocoso donde le gusta sentarse a menudo. Desde ahí puede ver casi todo el bosque y, aunque duda sobre lo que está a punto de hacer, se dice que funcionará.

—Chris, sé que puedes escucharme. Sé que estás cerca y sé... —Caleb se coloca justo en el filo de la roca mirando hacia la gran caída que lo espera abajo si es que su intuición se equivoca— ...que no dejarás que nada me pase. —El aire mueve su cabello y le provoca un escalofrío. Inhala—. Bien, entonces...

Y da un paso.

O lo intenta, porque Christopher lo sujeta del brazo y lo jala hacia atrás, lejos de la orilla y del peligro.

—¿Es que tú estás loco? ¡Pudiste haber muerto, ¿lo sabes?!

—Tú no ibas a permitir que pasara eso.

—Tú eres la criatura más extraña que he conocido. —Christopher se da la media vuelta, pero no escapa. En cambio camina hacia el bosque y Caleb lo sigue tan cerca como le es posible.

—Chris, sobre lo que dijo Jackson...

—Me importa un carajo si quieres irte con él.

—¿De qué estás hablando? —Caleb tiene que correr un poco para poder cerrar el paso de Chris. El Celat se detiene, pero no lo mira—. Christopher, no quiero irme con Jackson. Lo que sucedió... fue hace mucho. Y fue... un error, ¿de acuerdo?

—¿Y yo no lo soy? —No hay enojo en su voz, solo tristeza. Una profunda y reciente tristeza que Caleb nunca había escuchado en la voz de Chris. Una que el Celat nunca había sentido antes. Es nuevo y abrumador.

—Chris. —Caleb sujeta el rostro del Celat entre sus manos, pero cuando el chico lo mira se pierde en sus ojos, en la profundidad de lo qué hay más allá del Celat. Hay tanto que Caleb no sabe si toda una vida le será suficiente para descubrirlo todo.