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-Narra Jennie-

Cuando llegaron Rose y Lisa dónde nosotras, mi adorable esposa se sentó a mi lado y me metió en sus brazos después de darme la bebida. Sentí sus labios en mi cuello y me hizo estremecer. Podía desearla tan solo viéndola respirar.

—Lisa, los inversionistas están alterados con todo lo que está pasando —dijo Rose.

Enseguida sentí a Lisa tensarse y ponerse alerta. Quería golpear a Rose en ese instante; es que no podía dejarla descansar ni un momento.

—Las cosas van bien. La empresa está caminando, no entiendo por qué pueden estar alterados —respondió Lisa.

—Tu tío contrató a los mejores abogados del país.

—¿Qué quieres decir, Rose? Suéltalo —le pidió Lisa, tensa.

—Ellos piensan que tu tío puede regresar y con más fuerza si el caso que tienes contra él no es sólido. Les preocupa que por estar en su contra, él termine complicando sus vidas en el futuro.

—Eso es una estupidez.

Lisa ya estaba molesta, lo podía sentir en sus músculos, que estaban rígidos. De verdad no le daban tregua con todo estos problemas.

Jisoo debió notar mi molestia y trató de calmar las cosas.

—Rose, ¿por qué no hablan de esto mañana? Ahora estamos compartiendo un momento agradable.

—Déjalo que continúe, Jisu No importa, podemos hablar ahora —la interrumpió Lisa.

—Como te decía, los inversionistas están inquietos y debemos estar preparados para lo que sea. Tu tío es un sucio y seguramente debe estar tramando algo.

—Tienes razón, pero no sé qué más puedo hacer.

—Nada. Solo estar preparada para cualquier cosa. Y con los inversionistas lo ideal sería conseguir un nuevo cliente. Uno grande. Eso los calmaría, mientras vean el dinero fluir, estarán tranquilos.

—Me parece una buena idea, Rose. Tal vez podamos hacer una campaña para atraer clientes —dijo Lisa.

—Yo me puedo encargar de eso —les ofrecí.

—Yo te ayudo —intervino también Jisoo—. Claro, solo un poco, para poder descansar.

—Eso sería genial —le dije a mi cuñada tomando su mano.

—Entonces creo que ya sabemos cómo avanzar con todo esto —dijo con entusiasmo Lisa dándome un beso en el cuello de nuevo. Sentí su perfume cuando se acercó y me hizo desear estar en casa con ella en ese instante.

Las risas comenzaron a surgir por las historias de Jisoo con el embarazo, los antojos y como tenía a Rose agotado de complacerla. Afortunadamente, el ambiente comenzó a relajarse de nuevo y con él, también Lisa.

—Estas un poco loca, Jisoo —le dijo Lisa.

—No lo estoy, solo quiero la seguridad de mi bebé.

—Es muy pronto para poner seguros en los enchufes.

—¿Pero, y si luego lo olvido?

—Eso no va a pasar, querida. Tú nunca olvidas nada y aún faltan meses para que eso ocurra —la calmó Rose.

En ese momento sonó el teléfono de Jisoo.

—Hola...¿Quién? —pausa—. ¡ Taeyang! Que sorpresa, ¿cómo has estado?

La llamada no pareció gustarle a Rose, que rápidamente se levantó y ofreció llenar nuestros vasos de nuevo, pero se veía visiblemente enfadado. En voz baja le pregunté a Lisa qué pasaba y quién era Taeyang.

El Amor No Tiene Escape[Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora