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Jennie estaba entrando a la oficina cuando se encontró una agradable sorpresa. En su escritorio había un enorme ramo de rosas rojas. Era realmente deslumbrante. Se llenó de sensaciones y emociones que jamás había sentido. Estaba feliz.

Los becarios se juntaron en torno a ella para que viera la tarjeta. Sintió algo de pánico cuando comenzó a abrirla, no sabía qué podía decir. Aquello era nuevo para ella, tenía que acostumbrarse poco a poco. Al abrir la tarjeta, leyó: <<Estoy en el cielo por ti. Dame la oportunidad de llevarte conmigo>>.

Ella también se sentía en el cielo.

En seguida le quitaron la tarjeta de las manos y comenzaron a leerla. Quería sentirse molesta, pero la alegría de recibir el ramo de flores y leer lo que decía la tarjeta, era indescriptible. Apenas pudiera, tenía que decirle a Lisa que no necesitaba que la llevara, porque ella también estaba en el cielo.

Jennie fue hasta la oficina de Lisa tras evadir a los demás becarios.

-Buenos días -se dirigió a la secretaria-. ¿Podría avisar a Lisa que estoy aquí, por favor?

-Lo siento, está muy ocupada. No puede atenderla -le respondió sin mirarla.

Jennie comenzó a impacientarse con el trato de la mujer.

-¿Podría darle una nota de mi parte?

-Está bien. Cuando se desocupe, se lo daré. Ella escribió la nota, dobló el papel y se lo entregó. Definitivamente tenía que poner crédito a su teléfono. Esa mujer era insoportable.

***

Las horas pasaron lentamente para Lisa. Seguía trabajando en los documentos del nuevo contrato. El cliente iría al día siguiente a la empresa, pero no logró concentrarse. Jennie no había llamado. Su ramo seguramente debía estar en la basura. Había sido solo un experimento y ahora estaría con su novio. ¿Cómo soportar pasar por eso de nuevo? Que fácil era pasar del cielo al infierno.

-Señorita Lisa, me pidió Jisoo que le recordara comer -le dijo la secretaria que se asomó a su puerta.

-¿Qué horas es? -preguntó sin levantar la vista de los documentos.

-Son las dos de la tarde.

Lisa apartó los papeles y levantó la mirada hacia la mujer en la puerta.

-Últimamente esta es mi hora de almuerzo. ¿Puedes encargar que me traigan algo ligero, por favor?

-Si, claro. Ya lo hago.

Lisa volvió a sus papeles, pero luego se detuvo.

-Espera un momento -pidió. ¿Tienes algún mensaje para mi? -preguntó con duda.

-Nada importante. Puede esperar -respondió la secretaria.

-No importa, dígamelo. Realmente necesito pensar en otra cosa antes de volver a la propuesta -mintió, sólo necesitaba algo que fuera capaz de alejar sus pensamientos de Jennie.

La mujer salió unos segundos y luego regresó.

-Tiene confirmación para su cena de caridad de mañana. Algunas llamadas de los proveedores por aclaración de unas cláusulas que se las tengo detalladas y una nota de una becaria. Una tontería, la despaché rápidamente -dijo con suficiencia.

Lisa levantó la mirada rápidamente.

<<¿Jennie?>>, se preguntó para sí.

-¿Que becaria? ¿Qué nota? -sintió que le faltaba la respiración de pronto-. Démela -exigió.

El Amor No Tiene Escape[Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora