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-Narra Lisa-

Saber que Jennie le había preguntado por mi me daba un fuerzas para seguir luchando. Si tenía una mínima oportunidad de que me perdonara, la iba a aprovechar lo máximo posible. Tenía que salir de aquí cuanto antes y recuperar a mi familia.

—¿Ella está bien?

—Lisa, concéntrate. Estás aquí ahora y tienes que poner todo tu empeño para salir. Como tu abogado, tengo que aconsejarte que pongas como prioridad tu caso, lo demás está esperándote fuera de aquí.

Él tenía razón. Yo no podía perder la cabeza ahora. Tenía que centrarme en salir de todo esto.

—Yo me defendí —declaré.

—Muy bien. Ahora si estamos hablando. Cuéntame todo lo que pasó.

Comencé a narrarle todos los hechos. Que mi tío estaba esperándonos afuera de la cabaña, que estaba armado, que nos disparó un par de veces, que luchamos y que cuando no me quedó otra opción, saqué mi arma y le disparé en defensa propia.

—El tiro fue bastante certero, Lisa. Te digo esto porque ellos lo van a ver también.

—Cuando yo saqué mi arma, él se me vino encima. O al menos eso fue de lo que me pareció y disparé. Él gritó que me mataría y se movió hacia mí —agregué.

—Comprendo. Solo Jennie puede apoyar tu versión.

No estaba segura qué diría Jennie, peor si quería ayudarme, seguramente diría algo parecido.

—Solo ella estaba conmigo —afirmé.

—Muy bien. Ella no está obligada a testificar por ser tu esposa, así que tenemos a un hombre acusado por asesinato y otro crímenes, buscándote para matarte. Él les disparó un par de veces y luego tú disparas en defensa propia. Tienes que mantener la misma línea, Lisa. Si lo haces, estarás bien.

—De acuerdo —dije.

Era fácil decirlo, pero no hacerlo. Me interrogaron muchas veces. En todos dije lo mismo. Estaba realmente agotada y las preguntas no paraban. Después de largas horas de interrogatorio, finalmente me enviaron a una celda donde al acostarme, quedé rendida. Estaba agotada física y mentalmente.

Los días pasaron en lo mismo. Preguntas y más preguntas. Esos hombres querían matarme, pero yo mantenía la misma historia. Ya lo había iniciado y ahora no podía detenerme.

Lo único malo era que Jennie no ha ido a verme ni una vez, lo cual me hacía pensar que ella no me iba a perdonar por lo que había hecho, no podía aceptarlo. Si solo hubiera podido hablar con ella.

Yo quería decirle que lo hice por nosotras. Para que estuviéramos finalmente seguras. Tal vez si ella me escuchara podría perdonarme, pero no ha ido a verme, y no podía culparla por eso.

El abogado me decía que las cosas iban bien, que si todo salía como esperaba, estaría pronto libre. No me habían trasladado a otro lugar como anteriormente y eso era bueno, pero no me quedaba del todo tranquila.

El abogado me informó que Rose vendría a verme. Jisoo había dado a luz un hermoso niño y él estaba con ella. Ellos se merecían toda esa felicidad. Lamentaba no haber estado con ellos ese día, pero si todo salía bien, podría verlos muy pronto. Justo cuando pensaba en ello, me anunciaron la visita de Rose y me llevaron con ella.

—Rose, felicidades amiga —le dije apenas lo vi y lo abracé.

Rose estaba feliz.

—Es un niño hermoso, Lisa. Y es idéntico a mí.

El Amor No Tiene Escape[Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora