El Amor No Tiene Escape[Jenlisa]

7

Mientras tanto, en la casa de Jisoo, las esposas hablaban.

-Rose, estoy preocupada. Lisa no atiende el teléfono -dijo Jiso a su esposa ya impaciente porque había estado llamando a Lisa durante la noche y esta no había contestado nunca.

-Debe estar en el bar tomando unos tragos.

-Eso es lo que me preocupa, Rose. Últimamente está tomando mucho.

-Yo no me he fijado, pero hoy tiene una razón para hacerlo.

-Las cosas no se arreglan así. Eres un inmaduro igual que ella -dijo frustrada por las palabras de su esposa.

-Soy práctica, nada más. Y tú no te cansas de hacer de cupido. Además, no es por nada, pero tus flechas no le dan a nada.

-No sé qué hacer. Estoy preocupada por Lisa.

-¿Si te doy una idea te vienes a acostar conmigo y me consientes? -preguntó Rose con tono seductor.

-Si la idea es buena, recibirás tu premio -dijo abriendo un poco su bata para dejar entrever algo de su cuerpo.

Rose se levantó de inmediato y le dijo a Jisoo que llamara a Jennie y repitiera lo que ella le dijera. Así ella lo hizo.

-Hola, Jennie, ¿cómo estás? -preguntó Jisoo al escuchar que la becaria contestó.

-Hola, Jisoo. Bien, ¿y tú? -respondió un poco sorprendida por la llamada.

-Bien. Me pasas a Lisa.
Jennie se sorprendió aún más.

-Lisa no está conmigo -respondió.

-Qué raro. Me dijo que te pasaría a buscarte a la salida y no logro contactar con ella.

La cabeza de Jennie hizo click y comprendió todo. Lisa tuvo que haberla visto con su novio. Aunque sabía que no existía razón, sintió que debía darle una explicación.

-No me fui con Lisa. Salí con mi novio -explicó.

-¡Oh! Esto puede ser un problema. Ella siempre atiende el teléfono. Rose no está en casa, mejor voy a buscarla. Debe estar en el restaurante de siempre tomando y si sin unos tragos de más ya conduce como una loca, imagínate bajo los efectos del alcohol. Te dejo, tengo que salir ya.

-Jisu, por favor. Avísame cuando la encuentres -pidió Jennie a Jisoo, luego se despidieron.

Jisoo colgó el teléfono.
-¿Realmente crees que esto funcione? -preguntó a su esposa.

-Si tienes razón y le gusta Lisa, funcionará -respondió con seguridad.

Jennie no paraba de dar vueltas en su habitación.
<<¿Estará bien Lisa?>> Es que de verdad maneja como una loca. Seguramente está bebiendo. Está acostumbrada a hacerlo. El camarero la saludó con mucha confianza y todo esto es por mi culpa. No, por mi culpa no. O tal vez si, nunca le dije que tenía novio. La abracé, salí con ella. Tamporo me preguntó si tenía novio>>.

Jennie reflexionó sobre su relación con Lisa.

De nuevo sonó su teléfono. Era Jisoo.

-Hola.

-Soy yo, Jisoo.

Jennie sintió una opresión en su pecho.

-¿Qué pasó? ¿La encontraste?

-No puedo salir. El coche tiene una rueda pinchada y se rompió un grifo en el baño. Está todo lleno de agua, estoy esperando a que venga un fontanero -mintió descaradamente Jisoo-. Quería pedirte un favor y puedes decir que no, porque sé que es demasiado, pero, ¿podrías buscar a Lisa por mí? Sólo para saber que está bien -pidió con sutileza y esperando que aceptara.