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Jennie bajó del coche y entró a su casa pensando que su novia estaba muy loca, pero que también era terriblemente dulce y, definitivamente, un volcán en la cama. Su alegría duró poco cuando se encontró a sus padres con Kai en la sala.

—Te estábamos esperando —dijo su padre.

—Papá, mamá, ¿cómo están? —hizo una breve pausa—. Primero que nada, sí, terminé con Kai. Y segundo, no creo que deba anunciarlo —dijo con determinación.

No iba a quedarse callada, estaba dispuesta a luchar por su libertad y por su amor por Lisa.

—No me hables así, muchachita —exigió su padre levantándose de la silla donde estaba sentado.

Automáticamente, Jennie se preparó para lo que pudiera venir. Su padre era un hombre bueno, pero perdía los estribos con facilidad.

kai, que contempló la escena impasible, intervino.

—Seguramente es alguien que le está lavando el cerebro. Yo tengo intenciones serias con su hija —dijo.

Jennie iba a replicar cuando entró su hermano a la sala interrumpiéndola.

—Hola, hermanita —la saludó con un beso y un abrazo—. Que bueno que esta vez no soy el culpable de las molestias de mis padres —dijo Alex en tono de broma.

Alex era el hermano de Jennie. Siempre la había protegido y cuidado, era buena persona, pero muy malo para los estudios y eso sus padres no se lo perdonaron. Siempre le reclamaron y maltrataron por eso. Era un joven alto y apuesto. Castaño como ella, pero sus ojos eran de color café. Se había convertido en un hombre honesto, siempre cariñoso y protector de ella.

—No te metas en esto —le exigió Kai que nunca lo soportó

—Hermanita, ¿estás saliendo con alguien más? —pregunto mirando a Kai.

—Si —respondió ella.

Tanto sus padres como Kai se sorprendieron. La miraron como si fuera un ser de otro planeta. Alex siguió como si su respuesta no significara nada.

—Ya veo —sonrió con malicia—. ¿Y es el dueño del BMW que he visto estas últimas noches?

Alex sabía bien lo que hacía. Jennie quiso decir <<dueña>>, pero se limitó a contestar su pregunta.

—Si.

Automáticamente, sus padres cambiaron su actitud al escuchar mencionar un BMW, sinónimo de una buena cuenta bancaria.

El padre de Jennie intercambió miradas con su esposa, se movió por la sala y luego carraspeó un poco. La madre finalmente habló.

—Kai, si nuestra hija se enamoró de alguien más no podemos hacer nada —dijo sin reparos a un sorprendido Kai.

—Vamos, muchacho —su esposo se acercó a Kai y le pasó un brazo por los hombros—. Hablemos afuera.

A Jennie no le sorprendió el cambio de sus padres, así que dio por terminada la conversación y siguió a su habitación. Alex fue tras ella, cerrando la puerta cuando ambos entraron. Quería hablar tranquilamente con su hermana.

—Hermanita, ¿es cierto lo que dijiste? —preguntó sin rodeos.

—¿De que salgo con el del BMW? —Alex asintió—. Pues si.

Alex torció un poco el gesto.

—Los viejos no son malos, pero estarían más tranquilos si tuvieras un buen esposo.

—Puedo cuidarme sola.

—Claro que puedes, pero ellos viven en los años cincuenta —alegó—. Mira, dile a tu BMW que deje de besuquearte en el coche, que se baje y dé la cara porque nadie se va a burlar de mi hermana.

El Amor No Tiene Escape[Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora