72 -FINAL-

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-Narra Lisa-

Ver a través de una pantalla a mi precioso hijo, ha sido una de las cosas más alucinantes que me ha pasado en la vida. Sentí tanta felicidad. Era increíble como con tan solo verlo a través de una pantalla lo podía querer tanto.

-¿Queréis saber el sexo del bebé? -preguntó la doctora.

-Por supuesto -dijimos las dos a la vez.

-¿Alguna preferencia?

-Niño -dije completamente segura.

-Ni lo sueñes, será una niña -contestó mi mujer.

La doctora, al ver nuestra discusión, no pudo evitar sonreir.

-Creo que os vendría bien tener unas hormonas masculinas entre vosotras... -dijo sonriendo.

Jennie, sonrió al escuchar las palabras de la doctora, pero a mi no me hicieron ninguna gracia.

-¿Nos está llamando histéricas?

-No, para nada. Creo que no me ha entendido bien... -no la dejé seguir hablando.

-Pues yo creo que la he entendido perfectamente -dije con tono serio.

-Lo que quería decir era que... -la corté antes de que siguiera hablando.

-Lo que ha querido decir es que tanto mi mujer como yo, somos unas histéricas que tenemos las hormonas alteradas, y eso no se lo voy a permitir.

-¡Lisa! -dijo Jennie, gritándome.

-Pero, ¿no la has escuchado?

-¡Cállate ya! Tú si que no escuchas -dijo enfadada.

Ante las palabras de Jennie, no tuve más remedio que callarme. Igual si que tenía razón la doctora y eramos nosotras las que teníamos las hormonas alteradas.

-Lo siento, igual me he pasado. Pero estoy muy nerviosa -dije disculpándome con la doctora.

-No pasa nada. Es normal -dijo sonriendo la doctora.

Jennie se quedó mirándome a los ojos, cogió mi mano, y la apretó con fuerza.

-Mi amor, lo que estába intentando decir la doctora, es que vamos a tener un precioso niño, tal y como tú querías.

Me quedé sin habla. No lo podía creer. ¡Un niño!

A cada minuto que pasaba, mi felicidad aumentaba más y más. Sin poder, ni querer evitarlo, miles de lágrimas se deslizaron por mi cara. Tanto Jennie como yo, nos fundimos en un gran abrazo del que no nos podíamos separar.

-Esperaré en la consulta. Os dejo solas para que disfruteis este momento -dijo la doctora.

Cuando se fue la doctora, tanto Jennie como yo nos quedamos mirándonos la una a la otra. Las dos eramos completamente felices, se veía en nuestras caras.

-Gracias, mi amor. Gracias por tanta felicidad -dije acariciando su vientre.

-No me des las gracias. Las dos somos igual de felices. Creo, que ya nos lo merecíamos, ¿no? -dijo sonriendome.

-Os voy a cuidar con toda mi alma. No os va a faltar de nada nunca, mi amor. Te lo prometo.

-No hace falta que lo prometas. Lo sé perfectamente, mi vida. Tanto yo, como el pequeño Lucas, te cuidaremos a ti tambien.

¿El pequeño Lucas? Cada minuto que pasaba era más feliz. Había olvidado incluso el nombre de mi hijo. Se llamaría igual que mi padre, y eso me hacía muy feliz. Las lágrimas no dejaban de correr por mi cara.

El Amor No Tiene Escape[Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora