-Narra Lisa-
Ver a través de una pantalla a mi precioso hijo, ha sido una de las cosas más alucinantes que me ha pasado en la vida. Sentí tanta felicidad. Era increíble como con tan solo verlo a través de una pantalla lo podía querer tanto.
-¿Queréis saber el sexo del bebé? -preguntó la doctora.
-Por supuesto -dijimos las dos a la vez.
-¿Alguna preferencia?
-Niño -dije completamente segura.
-Ni lo sueñes, será una niña -contestó mi mujer.
La doctora, al ver nuestra discusión, no pudo evitar sonreir.
-Creo que os vendría bien tener unas hormonas masculinas entre vosotras... -dijo sonriendo.
Jennie, sonrió al escuchar las palabras de la doctora, pero a mi no me hicieron ninguna gracia.
-¿Nos está llamando histéricas?
-No, para nada. Creo que no me ha entendido bien... -no la dejé seguir hablando.
-Pues yo creo que la he entendido perfectamente -dije con tono serio.
-Lo que quería decir era que... -la corté antes de que siguiera hablando.
-Lo que ha querido decir es que tanto mi mujer como yo, somos unas histéricas que tenemos las hormonas alteradas, y eso no se lo voy a permitir.
-¡Lisa! -dijo Jennie, gritándome.
-Pero, ¿no la has escuchado?
-¡Cállate ya! Tú si que no escuchas -dijo enfadada.
Ante las palabras de Jennie, no tuve más remedio que callarme. Igual si que tenía razón la doctora y eramos nosotras las que teníamos las hormonas alteradas.
-Lo siento, igual me he pasado. Pero estoy muy nerviosa -dije disculpándome con la doctora.
-No pasa nada. Es normal -dijo sonriendo la doctora.
Jennie se quedó mirándome a los ojos, cogió mi mano, y la apretó con fuerza.
-Mi amor, lo que estába intentando decir la doctora, es que vamos a tener un precioso niño, tal y como tú querías.
Me quedé sin habla. No lo podía creer. ¡Un niño!
A cada minuto que pasaba, mi felicidad aumentaba más y más. Sin poder, ni querer evitarlo, miles de lágrimas se deslizaron por mi cara. Tanto Jennie como yo, nos fundimos en un gran abrazo del que no nos podíamos separar.
-Esperaré en la consulta. Os dejo solas para que disfruteis este momento -dijo la doctora.
Cuando se fue la doctora, tanto Jennie como yo nos quedamos mirándonos la una a la otra. Las dos eramos completamente felices, se veía en nuestras caras.
-Gracias, mi amor. Gracias por tanta felicidad -dije acariciando su vientre.
-No me des las gracias. Las dos somos igual de felices. Creo, que ya nos lo merecíamos, ¿no? -dijo sonriendome.
-Os voy a cuidar con toda mi alma. No os va a faltar de nada nunca, mi amor. Te lo prometo.
-No hace falta que lo prometas. Lo sé perfectamente, mi vida. Tanto yo, como el pequeño Lucas, te cuidaremos a ti tambien.
¿El pequeño Lucas? Cada minuto que pasaba era más feliz. Había olvidado incluso el nombre de mi hijo. Se llamaría igual que mi padre, y eso me hacía muy feliz. Las lágrimas no dejaban de correr por mi cara.
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El Amor No Tiene Escape[Jenlisa]
FanfictionSoy estudiante de Publicidad y hoy es mi primer día de prácticas. Bueno, las prácticas cortas, que duran aproximadamente unas seis semanas. Y espero también poder hacer en esta misma empresa las largas, que duran el doble de tiempo, doce semanas. Mi...