El Amor No Tiene Escape[Jenlisa]

57

-Narra Lisa-

En mi mente no paraba de repetirse la misma palabra,

<<asesinado>>

La palabra retumbó en mi interior como un eco siniestro y la imagen de mi tío acechando su coche lo llenó todo.

—¿Qué dices? —la interrumpió Rose.

—Rose, tranquila. Déjala hablar —le pidió Jisoo.

Rose y Jin estaban muy unidos, así que era normal que se alterara con la noticia, pero yo no. La verdad, no me sorprendía del todo.

—No existe duda con respecto al asesinato. El desperfecto del coche fue arreglado. Jin no había ingerido alcohol. Estaba limpio, pero no pudo hacer nada cuando se quedó sin frenos.

—Pero la policía no dijo nada. Lo declaró como un accidente —dijo Rose.

—Eso ha cambiado ahora, pero se mantiene oculto. Las pruebas que encontré se las entregué a un detective que era amigo de Jin, así que culminó la investigación. Solo necesitamos colocar al tío de Lisa en la escena.

—Claro que fue él, ¿a quién más le interesaría matar a Jin? —dije.

Rose se levantó molesto de su asiento; Jisoo también lo hizo para abrazarlo.

—Lisa tiene razón —masculló con furia Rose.

Jisoo lo apretó más contra ella.

—Hasta ahora, Jin, no tiene nada que aportar al caso. Les recuerdo que aún no hemos logrado encontrar la grabadora y sin ella, nada podemos hacer. Un caso enlaza el otro —reflexionó Lucia.

—Esto no puede estar pasando. Estoy segura que si Jin la guardó, fue para protegernos y contaba con que podríamos encontrarla —dije molesta conmigo misma por no tener idea de dónde buscar.

—Estoy de acuerdo contigo, Lisa. Jin era un tipo inteligente. Si tomó la precaución de esconderla, es porque esperaba algún ataque, así que debió elegir un lugar en el que solo podríamos pensar nosotros —esta vez fue Jisoo la que habló.

—Tienes razón, mi amor, pero no se me ocurre dónde buscar —dijo un frustrado Rose.

Lucia, que hasta ese momento se había mantenido callada, dejándonos absorber el golpe, se animó a continuar.

—Lo bueno es que ahora tenemos ayuda dentro de la policía. Ellos quieren justicia con este caso. Jin era uno de los suyos y no van a quedarse tranquilos, es por ello que van a darme todo lo que tenga sobre los movimientos de Jin fuera de la ciudad para ver si logramos ubicar algún punto del cruce. Es lo que ustedes me van a dar hoy.

—¿Qué quieres decir, Lucia? No te comprendo —dije.

—El detective del que les hablé, va a tratar de armar una lista de los lugares donde pudo estar Jin en ese tiempo. Con información de conocidos. Con eso, trataré de armar un mapa de desplazamiento. Así solo focalizaremos la búsqueda en su casa y lugares que se podrían considerar obvios.

—¿Podemos confiar en ese detective? —pregunté.

—Si —respondió con seguridad—. Ahora necesito ayuda de parte de ustedes.

—Claro, lo que quieras —dijo Rose.

—Quiero una lista de lugares que puedan ser importantes para ustedes. Bares, fiestas especiales; lo que sea —aclaró Lucia.

—Solíamos ir a un bar cuando nos reuníamos. Rose, que era su amigo más cercano, debe tener una lista más grande. Incluso de cuando estudiaron juntos.