- ¿no puedes hacer nada que no llame la atención? - gruñó Franco a su hermano pequeño.
- venga... no seas así, a que te gusta...
- no, no me gusta
- qué pasa - apareció María por el umbral de la puerta curiosa por los tonos de la conversación.
- mira lo que se ha hecho en el brazo - le dijo Franco con tono molesto.
- ¡mira María! ¡mira! - decía ilusionado mientras le enseñaba su brazo.
El brazo de César estaba prácticamente cubierto entero por tatuajes y parte del pecho también.
Los ojos de María se abrieron de par en par.
- ¡oh, Dios mío! - luego le miró con horror a la cara. - ¿pero qué te has hecho César?
- ¿no te gusta? - su voz sonaba decepcionado.
María no quiso hacerle sentir mal.
- n-no digo eso, es que... me has sorprendido bastante... - volvió a mirar su brazo. - ¿pero por qué?
- Mmm, ya lo había visto en gente de por la calle o famoso y me pareció muy curioso - decía sonriente - Carlota también tiene unos cuantos, así que... yo también quería - María apretó los labios y asintió. - hablé con Leo y me dejó
- ¡¿Leo te ha dejado hacerte esto?! - preguntaron al unísono María y Franco.
César les miró algo sorprendido por su reacción.
- sí claro, fue a preguntarle a él primero si podía - luego frunció el ceño - no soy tan alocado, pienso en la empresa y no quiero hacer nada que pueda afectarla, por eso le pregunté si le parecía bien que lo hiciera a pesar de que soy modelo para la marca
- ¿y te dijo que sí? - preguntó extrañada.
César asintió sonriente.
- wow... - dijo impresionada la joven amiga.
- ahora en serio, ¿te gusta?
María observó más calmada los tatuajes de su amigo y sonrió.
- sí, me gustan, y te quedan muy bien, te dan un toque de tipo malo seductor - dijo entre risas. - ¿no te dolió? - sonrió sabiendo la respuesta.
- nada de nada
- yo tengo este - se levantó un poco la camiseta y en las costillas tiene el dibujo de un caramelo pequeño.
- ohhh qué chulo
- ¿un caramelo? - preguntó Franco sin entenderlo.
- Papá tenía una tienda de alimentos en el pueblo, uno de mis mejores recuerdos es salir corriendo el cole con los demás niños para comprar caramelos - explicó sonriente.
- es un tatuaje en honor de Nono - dijo César enternecido. - me gusta mucho.
María sonrió algo tímida.
De repente aparece Leo por el umbral de la puerta del salón y ve el panorama. Rápidamente, María se baja la camiseta avergonzada.
Leo frunce el ceño.
- ¡mira Leo! - dijo animada mientras se acercaba a él a enseñarle su tatuaje.
El mayor apartó los ojos de ella y los posó en el brazo y pecho de su hermano.
- ¿te gusta?
Leo arqueó una ceja siendo su única respuesta antes de irse.
- un hombre de pocas palabras, ese es mi hermano - se resignó a decir César.
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Seres caídos del cielo.
FantasyTres hermanos ángeles son desterrados a la Tierra injustamente. Tienen un plan y lo ejecutarán poco a poco con la ayuda de un par de humanos. Sin embargo, como en toda buena historia, los planes tienen fugas, imprevistos y en esta incluso romances i...