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El día del desfile llegó. 

Todo era increíble.

Habían cientos de cámaras, luces y periodistas. 

Modelos, maquilladores, estilistas y demás, iban y venían de un lado al otro. 

Los camerinos estaban a rebosar de gente. 

El estrés, la ilusión y los nervios se palpaban en el ambiente. 

Era un día importante para muchas y muchos. 


Leo y Carlota llegaron a primera hora debido a sus puestos. 

María fue junto a Franco un poco antes del desfile como tal. 

Y César dijo que iría después aún sabiendo que es participa como modelo. 

María se encontró con Leo segundos después de salir del coche. Él la estaba esperando. 

- vamos, debo reunirme con el equipo antes del desfile. - dijo serio. 

Ella no dijo nada, simplemente le siguió. 

Franco se quedó solo mirando alrededor en busca de algo o alguien. 

En cuanto Carlota vio a María se abalanzó sobre ella emocionadísima. 

- ¡tía! ¡tía! ¡tía! - la abrazó fuertemente. 

María recibió su abrazo con cariño. 

- esto esta siendo como un sueño Dios mío... buah, no sabes a quién he visto de lejos

- a quién 

- ¡a Donattela Versace! ¡aaaaahhh!

María rió y sonrió feliz de que su amiga estuviera tan ilusionada. 

- María, vamos - dijo Leo serio. 

La joven asintió y fue con él. 

Quedaba muy poco para la hora del desfile de Moroni. 

Leo esperó a que le avisaran que estuviera todo el equipo listo para escuchar sus palabras. 

María le notó algo nervioso y se acercó. 

- irá todo bien... - le consoló. 

Él la miró algo extrañado. 

- de qué hablas

- del desfile 

- ah

- ¿no estás nervioso por eso? 

- no

- ¿entonces? 

- quiero encontrarla - dijo serio. 

María entendió a quien se refería, al demonio que la hechizó. Su cara expresó preocupación.

- no tienes de qué preocuparte, estando conmigo no te pasará nada - dijo serio mirándola.

Ella asintió sin estar del todo tranquila. 

- daré un breve discurso y nos iremos a ver el desfile. 

Un trabajador informó que ya podía entrar al camerino donde se encontraba el equipo. 

Leo hizo el amago de ir. 

- Leo - le llamó ella. Este se giró y la miró. - es un día muy importante para todos - hizo una pausa - les hará mucha ilusión sentir la confianza de su jefe...

Leo la miró.

- entiendo, no comportarme como un capullo, ¿no? 

María esbozó una pequeña sonrisa y fue con él. 

Seres caídos del cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora