Seres caídos del cielo.

32

Leo fue abriendo poco a poco los ojos cuando sintió la bofetada de su hermano en toda su cara. 

- ¡LEO! ¡LEO! joder, ¡ya has despertado! - le gritaba su hermano. 

Leo estaba sentado en el coche donde habían venido, pero por la parte de atrás. 

No hizo caso a su hermano, se incorporó lentamente mientras se centraba. 

- qué ha pasado - preguntó César. 

Leo no respondió. 

Miró alrededor hasta que se encontró con el cuerpo de María dormido en el asiento de al lado. 

Se la quedó mirando serio. 

- cuando la bruja te tocó, tú caíste desmayado, luego tocó la frente de María también y luego se marchó, los cuatro hombretones me ayudaron a traeros al coche y me ordenaron que nos fuéramos 

- ¿dónde estamos? - miró por la ventanilla. 

- cerca de casa, pero pensé que no sería buena idea volver con vosotros desmayados. 

Leo suspiró, se quitó el cinturón y abrió la puerta del coche. 

- hey, ¿a dónde vas?

- llévala a casa y métela a su cama, estate atento a cuando despierte 

- ¿y tú? 

- deja ya de preguntar tanto - dijo molesto a la vez que cerraba la puerta del coche con fuerza. 

Franco colgó el móvil y miró a Nicolai que lo tenía al lado con gesto ansioso por saber qué había hablado con César. 

- María acaba de despertar... - Nicolai abrió los ojos preocupado. - ha ido todo bien - dijo Franco con una pequeña sonrisa.

El vampiro sonrió mirando hacia arriba aliviado. 

- me alegro mucho... - dijo feliz. 

Franco se le quedó mirando con una boba sonrisa.

- ha sido gracias a ti

Nicolai le miró algo extrañado por su comentario, Franco nunca había sido tan amable con él. 

Mientras se aguantaban la mirada sonó el móvil de Franco rompiendo el momento. Este lo cogió y miró. 

- es un mensaje de Franco - dijo leyendo el mensaje - dice que ya ha vuelto al trabajo... así que no hace falta que siga ocupándome de ello - frunció el ceño extrañado al terminar de leer. 

Nicolai también se quedó algo confundido. 

- ¿el señor Leo ha vuelto al trabajo antes de que María despertara? - preguntó el vampiro. 

Franco pensó y luego arqueó los hombros extrañado.  

- El comportamiento de Leo es incomprensible... - Franco no terminó de hablar cuando vio a Nicolai abriendo la mochila y colocando las pocas cosas que habían en la mesa. - ¿qué haces? 

- debemos irnos - se giró a mirarle mientras se colocaba la mochila. 

- p-pero

- si el señor Leo vuelve al trabajo yo no debo ser menos 

Franco puso los ojos en blanco y luego los cerró frustrado. 

- además, debemos ver a la María cuanto antes 

Franco hizo una mueca y asintió. 

- vamos, compraré los billetes de camino a la estación