50

43 4 0
                                    

A la mañana siguiente, todos desayunaron en un restaurante. 

Nicolai tomó su café mientras conversaba con César y Carlota a quienes tenía al lado. Por otro lado, Nono contaba sus aventuras de la noche anterior entre risas. María le escuchaba atento. 

Leo permanecía callado y serio como siempre, manteniendo la compostura siempre, algo propio de él, daba pequeños sorbos a un café mientras lo miraba pensativo por momentos. 

Franco miraba a Nicolai con ciertos celos y enfado de no haberse sentado a su lado y que ahora ni siquiera pudiera entablar palabra con él porque le tenía distraído César y Carlota. Se tomó el café refunfuñando. 

Nicolai le miraba de vez en cuando preocupado por verle tan serio. 


Al salir, decidieron hacer turismo juntos. 

María estaba algo tímida con Leo, se pegó más de lo normal con su padre, pero este no evitaba integrar en el grupo a Leo y Franco.

Carlota iba hablando con todos, sonriente y carismática. César hablaba igual de animado con ella. Por otro lado, Nicolai se limitaba a sonreír e intentar seguirles el rollo como pudiese ya que apenas le dejaban en paz. 

Acabaron en un famoso museo. 

En él, se separaron cada uno como quiso para apreciar los cuadros a su ritmo. 

César, Carlota y Nono como niños, iban y venían, observaban rápidamente e iban al siguiente. 

Nicolai se quedó contemplando uno donde había una criatura demoníaca siendo atacada por un ángel. Miraba el cuadro pensativo y serio. 

En eso, Franco apareció y se colocó a su lado mirando el cuadro. Tardó en decir algo. 

- he visto un cuadro de una casita en mitad de un bosque precioso - dijo Franco como si nada. 

Nicolai procesó lo que dijo, en eso le miró algo sorprendido y comprendió que estaba haciendo. 

Le sonrió. Franco le miró y sonrió de igual modo. 

- por fin te dejan un poco en paz esos dos pesados

El vampiro bufó divertido. 

- tú dijiste lo de hacer turismo 

- me refería a ti y a mí

- pero ha sido divertido 

El ángel puso los ojos en blanco y se encogió de hombros. Suspiró. 

Giró la cabeza y contempló el cuadro una vez más. 

- ¿quieres ver el cuadro de la casa? - propuso Franco.

- claro, vamos - sonrió el vampiro y se pusieron en marcha. 


Leo había salido a la terraza. Hacía mucho frío. Pero le gustaba estar solo y contemplar las invernales vistas. 

Permanecía pensativo y serio cuando se percató de que alguien se acercaba. 

Era María. 

La miró mientras ella se acercaba sonriente hacia él. Le gustó eso, sintió que sus pensamientos y preocupaciones  se disiparon. 

Se giró hacia ella y esperó a que llegara. 

La joven se encogió de frío y sonrió simpática. 

- ¡pero qué frío! - dijo mientras se frotaba las manos. 

Leo sonrió y le terminó de abrochar el abrigo. María se dejó sonriente mientras le miraba. 

Seres caídos del cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora