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Nono miró a todos, sentados en la mesa para cenar, algo extrañado por la tensión que se palpaba en el ambiente. 

César y Carlota ni se miraba, y Leo y María más de lo mismo, por otro lado, Franco permanecía pendiente del móvil algo inquieto. 

La atmósfera estaba algo cargada, entonces el anciano quiso ayudar. 

- y bueno... ¿cuándo ponemos el árbol?

Todos le miraron algo extrañados. 

- ¿el árbol? - preguntó Franco. 

- claro, el árbol y la decoración navideña... - les miró - ¿vosotros no decorabais en vuestra casa?

- esto... - empezó Franco. 

- no es una costumbre típica en nuestra casa - terminó Leo serio mientras se limpiaba la boca elegante. 

- pues vaya, es muy divertido, a mí me encanta, la Navidad es la época favorita de María y mía - dijo sonriente. María le sonrió amorosa. Leo la miró de reojo. - a ti también te encanta Carlota 

- sí, la verdad es que sí - respondió simpática. 

- aunque tuvieramos poquitos adornos, la casa siempre quedaba preciosa 

- me acuerdo que ahorraste muchos meses para comprar un arbolito de navidad - sonrió orgullosa María. 

- ay, ese arbolito, nos ha dado tanta felicidad e ilusión...

- era precioso, pequeñito y algo escuálido, pero siempre quedaba precioso una vez lo adornabais  - dijo Carlota más alegre.

- ¿lo tenemos aquí? - preguntó María ilusionada. 

- me temo que no, se quedó en la casa de la isla... - puso una mueca Nono. 

Leo se quedó con ese dato y se percató de la mueca algo triste de María al saber que ese árbol tan especial no estaba aquí. 

- da igual, compraremos muchísimos adornos más - hizo una pausa Carlota - llenaremos la casa entera de adornos navideños - dijo más emocionada. César esbozó una sonrisa al verla siendo como ella es. - la gente se pensará que esta es la casa de papa Noel - dijo ilusionada mientras se levantaba de la mesa decidida. 

Nono aplaudió ilusionado de igual forma. 

María sonrió y asintió de acuerdo. 

Los ángeles se les quedaron mirando algo extrañados, pero alegres de verles tan emocionados.


Tras la cena, Franco se escabulló un momento y miró su móvil expectante. Sonrió al ver la respuesta de Nicolai a su mensaje. 

hola 

¿Franco? ¿ocurre algo?

no 

ah, menos mal. Hola . 

llegaste bien a tu casa

sí, como siempre jaja ¿por qué lo preguntas? 

quería saberlo 

pues sí, llegué bien, gracias por preocuparte... ¿tú llegaste bien a tu casa? 

sí, como siempre 

jaja 

¿haces algo este sábado? 

eh... no, creo que no. ¿por? 

vamos a comprar adornos navideños, ¿quieres venir? 

Seres caídos del cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora