- yo cuidaré de todos - dijo el vampiro decidido.
Leo le miró serio.
- cuando ya no estéis, yo cuidaré de todos
César y Leo escuchaban atentos y concentrados. Franco parecía que no quisiera estar ahí.
- no es tan sencillo - dijo Leo - no podemos atarte a ellos toda su vida
- para un vampiro, la vida humana no es nada
- puede que no seas suficiente
- me subestima señor
- no quiero condenarte a ellos Nicolai, no tienes por qué hacerlo
- lo haré, han sido muy amables conmigo, les debo mucho a Nono, Carlota y María, no permitiré que les pase nada
Leo que se quedó callado. Se hizo el silencio.
- entiendo que se preocupe, pero lo que intentó hacer no es la solución - dijo serio.
Leo le miró algo sorprendido e irritado de que supiera que intentó unir su alma con la de María.
Se mantuvieron la mirada.
César frunció el ceño.
- espera, no entiendo, qué intentaste hacer - se dirigió a su hermano mayor.
Este le miró por un segundo y apartó la mirada. Tardó en contestar.
- pensé que sería buena idea unir mi alma con la de María
- eres un completo idiota - se levantó de golpe Franco yendo hacia él enfadado.
- ¡Franco! - intentó detenerle el vampiro.
Franco le cogió del cuello a su hermano mayor y le miró furioso.
- en qué cojones estabas pensando - le dijo enfadado.
César se levantó pero miraba extrañado a su hermano mayor.
Leo no dijo nada.
- qué coño hacías, cómo se te ocurre pensar en algo así, joder - lo soltó de malas maneras.
Franco se alejó unos pasos intentando mantener la calma.
- tú eres el que nos dices siempre que no debemos olvidar nunca quienes somos, que debemos tenerlo en cuenta en todo momento, que no nos podemos apegar a nadie de aquí, ¡que nuestra estancia en este mundo es fugaz y no volveremos! - habló Franco irritado.
Todos le escuchaban.
- tú eres quien siempre se da prisa para acelerar nuestra ida, y ¿ahora me entero que por poco y atas tu alma a la de una humana? - dijo con desprecio - ¡¿te has vuelto loco?! - le gritó.
Leo le aguantó la mirada.
César no sabía cómo actuar.
Nicolai se mantuvo tenso queriendo hacer algo pero sabía que no le convenía meterse.
- ¡eres un ángel superior! ¡eres Sariel! ¡uno de los ángeles mayores de los cielos! - gritó Franco enfurecido. - ¡ibas a quebrantar una ley sagrada! ¡joder!¡en qué estabas pensando! - se dio la vuelta intentando canalizar su rabia.
Leo permaneció sereno, ni se inmutó ante sus gritos.
- no permitiré que muera por nuestra culpa - dijo tranquilo Leo.
- ¡atar tu alma a la de una humana no es la solución! - le gritó. - son humanos, y tú eres un ángel, que sea yo quiere tenga que recordártelo es estúpido.
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Seres caídos del cielo.
FantasíaTres hermanos ángeles son desterrados a la Tierra injustamente. Tienen un plan y lo ejecutarán poco a poco con la ayuda de un par de humanos. Sin embargo, como en toda buena historia, los planes tienen fugas, imprevistos y en esta incluso romances i...