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Franco llevó a Nicolai hasta el departamento de moda. Le hizo probarse casi todos los trajes que encontraba. 

Su cara lo decía todo al verle salir del vestidor con el conjunto que le quedaba como un guante. A pesar que el primero ya era perfecto para la ocasión, Franco no se quedó satisfecho y le hizo probarse uno por uno hasta acabar con más de veinticuatro trajes diferentes. 

Nicolai se dejó probar toda es cantidad de trajes.

Al principio se sentía algo incómodo, pero con el tiempo se soltó y empezó a disfrutarlo. Franco le hizo probarse trajes despampanantes que les sacaba unas risas a ambos. 

Finalmente encontraron el traje perfecto, uno azul marino con detalles rojos pasión que le quedaba a la perfección. 

- ¿está seguro que puedo usarlo? 

- sí 

- bien... ¿y usted qué se va poner?

Franco arrugó las cejas dándose cuenta de que no había pensado en ello. Alzó la mirada y se encontró con la sonrisa picarona de Nicolai. 

- cambio de turno. 

Franco se probó otra gran cantidad de trajes hasta llegar al que decidieron que sería ideal para la ocasión. 

Los dos se quedaron callados mirándose por el reflejo del espejo algo serios. Franco carraspeó la garganta liberando la tensión que se había creado. 

- será mejor que me vaya yendo 

-¿a dónde? 

Nicolai se sorprendió por la pregunta. 

- esto... 

- siento la pregunta, será mejor que yo también me vaya, nos vemos luego - y se fue deprisa apretando los puños. 

Nicolai se quedó solo y algo confuso. 


Leo apareció de repente en el taller de María. Tocó la puerta. 

- ¿se puede? 

- vas aprendiendo - dijo ella concentrada en su pintura. Luego le echó un vistazo a su proyecto, sonrió y se dio la vuelta para mirar a Leo. 

- qué te hace descender de los cielos hasta el tenebroso subsuelo 

- muy graciosa

Ella sonrió. Leo se acercó lentamente mirándolo todo. 

- me ha dicho César que querías ir a la fiesta 

- ah, supongo que Carlota le dijo que iría, ha estado toda la semana intentando convencerme, pero tengo mucho trabajo todavía por hacer - arqueó los hombros. 

Leo se quedó un momento en silencio mirándola. 

- quieres ir 

Ella arqueó una ceja. 

- ¿preguntas o afirmas? 

- afirmo - apartó la mirada al cuadro medio hecho. 

Ella hizo una mueca y asintió. 

- pues vale 

- no está nada mal, y seguro que puedes terminarlo la próxima semana, puedes ir hoy a la fiesta 

- gracias pero prefiero quedarme y trabajar un poco más

-María 

- Leo 

Seres caídos del cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora