48

39 3 0
                                        

Franco miraba perdido por la ventanilla del avión. 

A su lado tenía a María y delante a Nono y Carlota que compartían cascos para escuchar música. 

María le acarició un brazo y le sonrió amable. Franco la miró y le sonrió de igual modo. 

- ¿algo te preocupa? - preguntó ella. 

Él negó la cabeza. 

- pensaba 

- hubieses preferido quedarte, ¿verdad? 

Franco se la quedó mirando tanteando si decirle la verdad o no. Finalmente bufó algo divertido y negó la cabeza. 

- está bien, así conoceré más sitios 

- pero hubieses preferido quedarte - insistió ella pillándole. 

Franco rió y ella hizo lo mismo. 

- puede que no me gusten lo cambios de planes repentinos 

- ¿tenías algún plan? 

Franco dudó en responder. 

- vamos Franco, somos amigos... puedes contármelo, desahógate - le dijo tranquila y cálida. 

El ángel no se resistió más. 

- iba a ir al cine 

- ¿al cine? ¿no habías ido antes? 

Él encogió un hombro. 

- nunca había ido con Nicolai 

María comprendió y asintió. 

- te hacía ilusión ir con alguien 

- sí, supongo que sí - sonrió. - también habíamos quedado en adornar la casa... 

- lo haremos el próximo finde, te lo prometo 

- eso le he dicho a Nicolai, quiero que venga a la compra y nos ayude, luego yo puedo ayudarle a adornar su casa 

María poco a poco comprendía más y más la situación. Se quedó pensando extrañada y luego, le miró algo enternecida. Pero terminó ladeando la cabeza y recostándose en su asiento. 

- lo pasaremos bien Franco - le apretó la mano apoyada en el posa manos. 

- sí, eso seguro - sonrió el guapo ángel. 


Llegaron a Oporto. Carlota y Nono miraban asombrados por lo bonito que era, hacían fotos y se paraban a ver todo. 

- Papá, Carls, tenemos que llegar al hotel - les gritó María sonriente para que se den prisa. 

Franco iba con ella, pero no perdía detalle de lo novedoso del lugar. 

- en realidad, les entiendo, yo también estoy que me muero con el sitio, pero si alguien no toma las riendas del equipo esto no tira 

Franco rió. 

- tranquila, si quieres me encargo yo 

- uuuh... no sabes lo que dices... - dijo ella, luego se giró - ¡vamos a ver! ¡si en tres segundos no estáis aquí, os juro que nos vamos sin vosotros! - gritó con carácter y mucho genio. Tanto así que Franco se asustó en parte. 

Carlota y Nono obedecieron al instante. Franco se quedó sorprendido por la efectividad de su comportamiento. 


Todos se quedaron alucinados por el lujoso apartamento que había alquilado Carlota en Airbnb. 

- ¡wowww! 

Seres caídos del cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora