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- ¿acaso sois seres caídos del cielo? - dijo Carlota babeando al ver a los tres hermanos por primera vez juntos. 

Había ido a visitar a su amiga y se encontró con la estampa de esos tres guapos jóvenes ayudando a hacer la casita de herramientas. 

- ¿Carlota? - preguntó María. 

Franco dejó caer de inmediato un montón de tablones que tenía ya que no era normal que alguien humano pudiera con tanto peso. 

- ¡Carlota! - dijo César alegre y fue a su encuentro. - cómo estás cuanto tiempo. 

- hola cariño, todo bien, tan solo han sido dos días - rió - quería hacerle una visita a María pero como no había nadie en su casa pues seguí las voces y toma sorpresa, qué hacéis vosotros aquí 

- vivimos con María 

- ¡César! - le gruñó Franco. 

- ¡¿perdón?! ME CAIGO MUERTA, cómo que vivís con María - la amiga se giró a la susodicha, esta tenía cara de no saber dónde meterse. 

- esto... 

- HIJA DE PUTA QUÉ BIEN TE LO HAS MONTADO EH - y rompió a reírse. César rió con ella aunque no entendió lo dijo, simplemente le hacía gracia la forma de ser de Carlota. - vaya, vaya, vaya, así que tú eres el tercer adonis por descubrir eh - se dirigió a Leo - el que se queda un sábado por la noche leyendo en casa, ¿no? 

Leo frunció el ceño. Miró a María y su expresión le suplicaba paciencia y simpatía. Leo suspiró y extendió la mano. 

- soy Leo encantado. 

Carlota con una media sonrisa en la boca cogió la mano de Leo y la acercó a su boca hasta darle un beso cual cuento de hadas. 

- encantada, Carlota - dijo entre risas después de haber soltado la mano dejando atónito a Leo por su acto. 

- ¡Carlota! 

- dime cariño - miró a su amiga.

César rió, Franco aguantó la risa. 

- qué querías... - intentó cambiar de tema María. 

- he venido porque te tengo un nuevo trabajo 

- oh - la cara de María se le iluminó - ¿enserio? 

- sí, unos vecinos míos cumplen 40 años de casados, la mujer quiere regalarle algo diferente y he pensado que no habría mejor idea que una pintura de ellos dos tamaño cuadro... - dijo ilusionada. - ¡así que me ha pedido que te lo encargue!

María saltó de alegría haciendo soniditos extraños de felicidad. 

- ay Dios mío, qué bien, me vendrá de perlas - se acercó a su amiga para abrazarla - muchas gracias Carls, qué haría yo sin ti 

- absolutamente nada cariño - respondió con una falsa soberbia. - el único problema es... - apretó los labios algo incómoda - que tiene que ser para este viernes 

- ¿este viernes? joder, si solo quedan cuatro días - dijo algo preocupada - vale, puedo hacerlo, me pondré con ello ya mismo, dame los detalles 

- ¡ole tu kiwi amiga! - la animó Carlota y fue con ella en dirección a la casa. 

María mientras se iba se giró a los hermanos. 

- chicos, continuar sin mí

- chau chicos - se despidió coquetamente Carlota. 

- adiós Carlota - dijo César simpático. 

Una vez solos, los hermanos se miraron los unos a los otros. 

Seres caídos del cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora