Carlota entró en el despacho de Leo.
Este la miró algo sorprendido de verla, no la esperaba.
- ¿puedo ayudarte en algo?
- María está aquí - le cortó de golpe.
Leo permaneció sereno, ni se inmutó, es más, volvió su cabeza al ordenador como si no le importara.
Carlota se cruzó de brazos y suspiró.
- ella no quería que te lo dijera, por querer, no quiere ni verte - hablaba con tono prepotente la joven.
Leo siguió sin decir nada.
- pero conozco a mi amiga y sé que lo que sea que haya ocurrido entre vosotros le está afectando, está mal, decaída, sin ánimos...
Leo siguió con su gesto serio y frío.
- se excusa diciendo que sigue débil de la gripe de hace unos días - hizo una pausa - gripe que entre tú y yo, no me lo creo - Leo la miró por un segundo - pero sé que no es eso, le afecta que ya ni siquiera la hables, que no vayas a ver qué tal está, ni nada de nada...
Leo se quedó mirando a la nada pensativo.
- odio decirlo, pero creo que la tonta se está enchochando de ti
Leo endureció la mirada.
- y yo no quiero que le correspondas, créeme, no te mereces a la maravillosa de mi amiga, ella merece muchísimo más - hablaba rápido - pero odio verla triste - respiró - por eso he venido hasta aquí porque sé que además de capullo, eres listo, así que espero que hagas algo que arregle un poco las cosas, - hizo una pausa dramática - ya que pondría la mano en el fuego a que la culpa la tienes tú y no ella - sentenció con dureza.
Se hizo el silencio.
Leo siguió mirando a la nada.
Entonces la joven suspiró, esbozó una sonrisa e hizo una pequeña reverencia.
- señor, me retiro, gracias por su tiempo - se retiró sonriente.
Leo se la quedó mirando cómo se iba, una vez la puerta se cerró se quedó inmóvil y pensativo. Tras un buen rato, se levantó de la silla decidido.
Leo caminó con paso firme por el almacén hasta llegar al pequeño taller de decoración. La puerta estaba parcialmente abierta, así que la apartó de un empujón y entró decidido.
- márchate a casa, es demasiado pronto para que vuelvas - habló serio y directo mientras entraba en la sala.
En ese mismo instante, se encontró con un bote de pintura volando en dirección a su cara, lo esquivó de milagro.
Sus ojos abiertos de sorpresa se encontraron con los de María enfadados en la otra punta del sitio con otro bote de pintura listo para tirarlo.
- ¡lárgate!
- espe... - no le dio tiempo a terminar la palabra que tuvo que esquivar otro bote de pintura. - joder María...
Otro bote más.
- ¡por fa...
- ¡márchate! ¡vete de aquí! ¡no quiero verte! - dijo con la voz rasgada a punto de llorar.
Leo la miró por un segundo, sus ojos desprendían furia y tristeza a la vez. Leo se la quedó mirando serio. Pero María hizo un amago de lanzarle otro bote.
- ¡vete! - le gritó.
- Marí...
Otro bote al aire. Este le golpeó la cabeza al caer.
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Seres caídos del cielo.
FantasíaTres hermanos ángeles son desterrados a la Tierra injustamente. Tienen un plan y lo ejecutarán poco a poco con la ayuda de un par de humanos. Sin embargo, como en toda buena historia, los planes tienen fugas, imprevistos y en esta incluso romances i...