Franco trabajaba en su despacho cuando alguien llama a su puerta.
- adelante - dijo sin dejar de levantar sus ojos del monitor.
Entró Nicolai. Franco dejó de hacer lo que estaba haciendo y le miró con cara de pocos amigos.
- buenas...
- qué haces aquí
El secretario hizo una pausa.
- siento molestarle señor, pero al ver que no contesta mis mensajes he venido para comprobar que sea consciente de cambio de hora de la reunión con los ejecutivos de Coca Cola.
Franco no despegó los ojos de él, el vampiro permanecía recto y profesional, algo que no hacía más que molestar a Franco.
- qué intentas
- ¿disculpe?
- ¿acaso te crees mi secretario ahora?
Nicolai parpadeó algo confundido.
- no señor...
- pues entonces lárgate y no me molestes, no necesito de tus servicios, César ya me había avisado del cambio, así que lo único que estás haciendo ahora es hacerme perder el tiempo.
El secretario no dijo nada, hizo una pequeña reverencia a modo de disculpa y se dirigió a la puerta.
Franco miró la puerta una vez él se fue. Suspiró molesto.
María había salido a la azotea del edificio para comer, necesitaba pensar. Después de lo ocurrido con Leo todo le daba vueltas, nada tenía sentido.
Su paz y tranquilidad se rompió cuando alguien apareció de repente, era Nicolai, que no se dio cuenta de la presencia de ella, se encendió un cigarrillo y lo fumó algo nervioso.
María se le quedó mirando preguntándose qué le había ocurrido para que estuviera así, él siempre guardaba las formas y la elegancia, exceptuando al principio, no le había vuelto a ver tan nervioso.
En eso, la cara de él giró y descubrió la de ella, se quedaron los dos paralizados sin saber qué hacer o decir.
- oh - el vampiro se quitó el cigarrillo de la boca nervioso e hizo el amago de apagarlo.
- ¡no! - le detuvo ella - no te preocupes por mí, puedes... puedes seguir... no me importa... esto... - miró alrededor - no hay nadie más aquí, puedes estar tranquilo
- no es apropiado...
- da igual - arqueó los hombros - si no fuera porque me da asco el sabor del tabaco te pediría uno para intentar relajarme yo también...
Se hizo uno silencio.
- ¿quieres hablar del tema? - le preguntó Nicolai algo tímido.
María meditó su pregunta y luego le miró.
En mitad de la aburrida reunión, los ejecutivos y parte de los abogados se pusieron a discutir entre ellos sobre un tema derechos y presupuesto.
Leo se mantuvo callado aunque no parecía muy atento a la conversación. César se aburría como un niño pequeño, resoplaba de vez en cuando ganándose la mirada asesina del mediado que permanecía de un mal humor inexplicable para sus hermanos.
- oye, ¿y tu secretario dónde está? - preguntó curioso César entre susurros a su hermano mayor.
Leo arqueó una ceja a modo de no saber qué decía, estaba absorto en sus pensamientos.
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Seres caídos del cielo.
FantasyTres hermanos ángeles son desterrados a la Tierra injustamente. Tienen un plan y lo ejecutarán poco a poco con la ayuda de un par de humanos. Sin embargo, como en toda buena historia, los planes tienen fugas, imprevistos y en esta incluso romances i...