A la mañana siguiente, María, César, Nono y Carlota desayunaban como de costumbre en la lujosa cocina antes de irse a trabajar.
Sin embargo, esta vez, Carlota miraba desafiante a sus mejores amigos mientras tomaba la tostada del desayuno.
María y César se sintieron algo incómodos antes su penetrante mirada, pero fingieron normalidad.
Nono también se dio cuenta de la tensión del ambiente y quiso hacer algo.
- ¿está rico el café?
María asintió animada intentando destensar el ambiente de igual modo que su padre.
- ya ves que sí - respondió César.
- ¿está rico César? - le preguntó con molestia Carlota, sabiendo perfectamente que él no necesitaría tomar nada ya que es un ser inmortal.
Todos quedaron extrañados antes su pregunta.
- dime, ¿qué es lo que más te gusta del café? - hizo una pausa - ¿el aroma? ¿la acidez? ¿el amargor? ¿el cuerpo? ¿o es el el sabor intenso y consistente de los granos tostados recién molidos?
Todo el mundo quedó mudo.
En eso, apareció Leo con una pequeña sonrisa en la cara debido a la situación.
- me voy a trabajar
- p-pasa buen día querido - dijo Nono aún sorprendido por el comportamiento de Carlota.
- viendo que aún estáis desayunando me ahorro preguntaros si venís en mi coche - dijo mientras se abrochaba los botones de su lujosa americana.
Carlota dio un sorbo grande a su café hasta terminarlo y se levantó de la mesa.
- yo voy contigo - dijo como si nada - dame un segundo que me lavo los dientes, toma - le dio su bolso - ve metiendo el bolso en el coche - seguidamente se fue dejando a los demás aún sin entender nada.
Leo les dio un pequeño vistazo y se fue con la misma disimulada sonrisa en la boca.
- ¡odio que estén tan tranquilos! - gritó molesta Carlota de copiloto mientras Leo conducía al trabajo - ¿y sabes lo peor?
Leo arqueó las cejas sin ganas.
- esas miradas asombradas de no entender nada, como si no hubieran roto ningún planto y en realidad les debería pesar la carga de una grandísima mentira - refunfuñó.
Leo siguió conduciendo como si nada.
Carlota gruñía de la rabia.
- no quiero verlos en un tiempo
- hoy tenemos reunión de jefes de departamento
- pues no pienso ir
- Carlota...
Ella resopló.
- vale, iré, pero pienso poner mala cara
- tú misma, mientras hagas tú trabajo lo demás me da igual - dijo tranquilo Leo.
La reunión transcurrió llena de tensión entre Carlota y César. Una vez salieron, los tres hermanos se juntaron y vieron salir disparada a Carlota con cara de pocos amigos.
César tenía cara de preocupado.
- ¿le ocurre algo a Carlota? - preguntó Franco.
- está muy rara desde esta mañana - respondió desanimado César. - joder, no sé qué le pasa. ¿no será su cumpleaños verdad?
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Seres caídos del cielo.
FantasiaTres hermanos ángeles son desterrados a la Tierra injustamente. Tienen un plan y lo ejecutarán poco a poco con la ayuda de un par de humanos. Sin embargo, como en toda buena historia, los planes tienen fugas, imprevistos y en esta incluso romances i...